Estamos en viernes, hoy me levante pila'i, un nuevo término que aprendí en Enero pasado, en Paraguay. Significa pila chica en guaraní, y los jóvenes lo utilizan para decir que andan sin muchas ganas, con poca pila.
Cuando llegué a la office, uno de lo muchachos me recibió diciendo "hoy es viernes", a lo que otro recalcó, "sábado chico, mañana no se trabaja, arriba ese ánimo". Me vino bien el recibimiento con el chiste, me alegró el inicio de la jornada.
Y la verdad es que hay veces que uno llega al viernes con caballo cansado y necesita descanso. Pa´pior (para peor), como dicen campo adentro, el día está gris, todo nublado y frío, no se presta a levantarte el ánimo.
Consuelo, solían decir antaño, que "no hay sábado sin sol, ni viejas sin dolor". Pues lo lamento por las señoras de avanzada edad, pero que bien me vendría que mañana, sábado, sea un día luminoso, lleno de sol.
a propósito del viernes jorge, alguien decía "esperando el viernes y el día de cobro del sueldo se nos va la vida" ¡ánimo de todos modos!
ResponderBorrarhugo
Hugo, es que por ahí, de tanto esperar, uno se cansa.
ResponderBorrarMañana será otro día, eso es lo que importa. Nuevo día, nuevas oportunidades.
Uno de mis niños dice: "Juevebes", "beviernes" (el sábado no recuerdo, y el "fomingo" de "fome", aburrido en Chile.
ResponderBorrarAh los chicos son genios para armar modismos. Y ¿de donde viene el término fome? por aburrido.
ResponderBorrarJorge, a raíz de una característica de los días viernes que describiste, quiero contarte una anécdota (real).
ResponderBorrarUn amigo mío que vivía en Holanda, tuvo que hacerse cargo, durante alrededor de un año, de la representación de su empresa en París. Queriendo evitar las dos mudanzas, los dos cambios de colegio y otros inconvenientes, resolvieron que la mujer y sus tres hijos se quedaran en su ciudad. Se reunirían los fines de semana, ya que el viaje en tren duraba sólo cuatro horas.
Los compañeros de oficina de mi amigo no necesitaban mirar el almaque para saber que era viernes, porque esos días el jefe concurría más temprano que nunca y trabajaba con un humor inmejorable. Cada tantos viernes, su esposa llenaba la heladera de víveres y postres, recomendaba a los chicos no abrir la puerta a extraños, y se tomaba ella el tren para pasar el weekend en la Ciudad de la Luz. Nos contaban que fueron breves repeticiones de su luna de miel.
(Poco después de que volvieran a la normalidad, se separaron, pero ésa es otra historia que no tiene nada que ver con el episodio de marras).
Saludos y un buen comienzo del fin de semana, si es posible con un sábado soleado.
Federico
Federico, muchas gracias, buenísimo el anécdota y los buenos deseos para mañana. Igual para allá. Buen fin de semana.
ResponderBorrarja ja! pila'i
ResponderBorrarlo adopto en mi vocabulario ;)
Un abrazo!
Marta, seguro que sorprendes a más de uno en Alemania.
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