Los diferentes fabricantes están y estarán ocupados en lanzar nuevos equipos que sean compatibles con las nuevas tecnologías. Es una regla insoslayable, en gran medida aceptada.
Un ejemplo es la noticia de hoy: WhatsApp será compatible en teléfonos con Android 4.0.3 o posterior, iPhone con iOS 8 o posterior y algunos modelos de teléfonos con sistema operativo KaiOS 2.5.1 o posterior incluidos los JioPhone y JioPhone 2.
Un ejemplo es la noticia de hoy: WhatsApp será compatible en teléfonos con Android 4.0.3 o posterior, iPhone con iOS 8 o posterior y algunos modelos de teléfonos con sistema operativo KaiOS 2.5.1 o posterior incluidos los JioPhone y JioPhone 2.
Foto de Jorge S. King ©Todos los derechos redervados |
En los próximos meses, quienes quieran seguir usando WhatsApp deberán ir pensando en gastar en un nuevo equipo. Whatsapp ya no se desarrolla para sistemas operativos "antiguos", y se señala que "algunas de las funciones podrían dejar de funcionar en cualquier momento" en esos equipos.
No tengo ese problema, nunca fui usuario de WhatsApp, ni pienso usarlo.
Aunque si estoy pensando en un nuevo smartphone para más adelante, que sea compatible con 5G. Es posible que en 2024 comencemos a operar con 5G en Argentina. Tal vez antes si mejora la economía y se hacen bien las cosas en el "manejo" del espectro.
El 5G permitirá alcanzar velocidades de 10 Gbps, tener hasta 100 veces más dispositivos conectados que con 4G y reducir el consumo energético en un 90%. Hay muchas expectativas, pero para que llegue el 5G se requiere aprovechar el 4G, el punto de partida para países subdesarrollados como la Argentina es mejorar el acceso y la calidad de esta tecnología, que en algunas zonas hoy es deficiente.
Según los expertos del mercado de las telecomunicaciones, en Argentina el desembarco del 5G recién se daría en 2021 o incluso en 2022. Pero en Argentina la llegada del 5G aún está en veremos pues no se han hecho todos los deberes y hay cuestiones sin resolver que hacen a temas tecnológicos, capacidad de desarrollo local, asuntos regulatorios e inversiones en investigación.
Como 5G tiene varios propósitos, se necesitan diferentes frecuencias o bandas del espectro. El Enacom deberá habilitar las bandas que correspondan, algo no fácil de hacer. En Argentina están habilitadas las bandas de 700, 850, 900, 1700/2100, 1900, y 2.500. El 4G corre en 1700/2100. El total de espectro asignado para las tres operadoras (Movistar, Claro y Personal) es de 470 MHz en banda de 700, 900 y 2.500/2.600 MHz.
La banda de 2600 MHz no está limpia y la de 700 Mhz tiene algunas áreas interferidas, los 470 MHz están lejos de la recomendación del Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que es de 1.300 MHz, para banda ancha móvil (4G). El 5G se va a necesitar como mínimo 1.000 MHz de espectro, además que se abran otras bandas.
Para el componente de súper alta velocidad y baja latencia se necesitan bandas milimétricas de 26, 28 y 40 Ghz. La que tienen mayor prioridad para la GSMA es la de 26 Ghz. A nivel global se está dando demanda creciente en espectro, y se están utilizando nuevas bandas, en lo que se llama bandas medias (3-6 GHz) y bandas milimétricas (26-39 GHz).
Argentina precisa de mayor espectro radioeléctrico para impulsar la economía digital, dado que hasta hoy tiene 20% de las frecuencias que sugiere la Unión Internacional de Comunicaciones como piso para 2020. Un mayor espectro radioeléctrico favorecerá el despliegue de la tecnología 5G.
También queda claro que para que llegue el 5G a Argentina, hay que cambiar leyes. Para el desarrollo y consolidación de esta tecnología es fundamental que exista un marco legal coherente y confiable, que garantice certeza jurídica.
El 5G permitirá alcanzar velocidades de 10 Gbps, tener hasta 100 veces más dispositivos conectados que con 4G y reducir el consumo energético en un 90%. Hay muchas expectativas, pero para que llegue el 5G se requiere aprovechar el 4G, el punto de partida para países subdesarrollados como la Argentina es mejorar el acceso y la calidad de esta tecnología, que en algunas zonas hoy es deficiente.
Según los expertos del mercado de las telecomunicaciones, en Argentina el desembarco del 5G recién se daría en 2021 o incluso en 2022. Pero en Argentina la llegada del 5G aún está en veremos pues no se han hecho todos los deberes y hay cuestiones sin resolver que hacen a temas tecnológicos, capacidad de desarrollo local, asuntos regulatorios e inversiones en investigación.
Como 5G tiene varios propósitos, se necesitan diferentes frecuencias o bandas del espectro. El Enacom deberá habilitar las bandas que correspondan, algo no fácil de hacer. En Argentina están habilitadas las bandas de 700, 850, 900, 1700/2100, 1900, y 2.500. El 4G corre en 1700/2100. El total de espectro asignado para las tres operadoras (Movistar, Claro y Personal) es de 470 MHz en banda de 700, 900 y 2.500/2.600 MHz.
La banda de 2600 MHz no está limpia y la de 700 Mhz tiene algunas áreas interferidas, los 470 MHz están lejos de la recomendación del Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que es de 1.300 MHz, para banda ancha móvil (4G). El 5G se va a necesitar como mínimo 1.000 MHz de espectro, además que se abran otras bandas.
Para el componente de súper alta velocidad y baja latencia se necesitan bandas milimétricas de 26, 28 y 40 Ghz. La que tienen mayor prioridad para la GSMA es la de 26 Ghz. A nivel global se está dando demanda creciente en espectro, y se están utilizando nuevas bandas, en lo que se llama bandas medias (3-6 GHz) y bandas milimétricas (26-39 GHz).
Argentina precisa de mayor espectro radioeléctrico para impulsar la economía digital, dado que hasta hoy tiene 20% de las frecuencias que sugiere la Unión Internacional de Comunicaciones como piso para 2020. Un mayor espectro radioeléctrico favorecerá el despliegue de la tecnología 5G.
También queda claro que para que llegue el 5G a Argentina, hay que cambiar leyes. Para el desarrollo y consolidación de esta tecnología es fundamental que exista un marco legal coherente y confiable, que garantice certeza jurídica.
El 5G no se limitará a ser el relevo del 4G en nuestro móvil, implica una nueva generación de redes de comunicaciones de banda ancha móvil pensada como solución a la explosión de la demanda de comunicaciones, servicios y aplicaciones móviles que hay y que se espera.