Las provincias del norte argentino enfrentan una serie de desventajas
comparativas que obstaculizan su crecimiento y bienestar. Entre ellas, una de
las más determinantes es la excesiva dependencia de sus economías del sector
público. Esta situación, si bien puede ofrecer una aparente estabilidad
laboral a corto plazo, a largo plazo se traduce en un anquilosamiento de la
iniciativa privada, una escasa diversificación productiva y una ciudadanía
cautiva de los vaivenes políticos.
Un informe de la consultora Politikon Chaco, basado en datos del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, revela que en varias
provincias del norte, el empleo público supera al privado registrado. Santiago
del Estero es uno de los ejemplos más elocuentes: según datos de 2023, el 61%
del empleo formal en la provincia corresponde al sector público. Esta
desproporción evidencia la debilidad del sector privado para generar puestos
de trabajo sostenibles y de calidad.
Santiago del Estero se destaca como un caso paradigmático de las provincias del norte de Argentina, donde la simbiosis entre una economía fuertemente dependiente del empleo público, la ausencia de fuentes de trabajo genuinas, una baja calidad educativa y una arraigada percepción de corrupción, genera un ciclo de subdesarrollo difícil de revertir.
La ausencia de un horizonte productivo genuino
La estructura económica de Santiago del Estero, al igual que la de muchas de
sus vecinas, se apoya fuertemente en el sector primario, con la agricultura y
la ganadería como principales actividades. Sin embargo, la industrialización y
el desarrollo de servicios con alto valor agregado son incipientes. Esta falta
de diversificación económica limita las oportunidades laborales y condena a
una gran parte de la población a la informalidad o a la dependencia del empleo
estatal.
La escasez de empresas privadas de envergadura se traduce en un mercado
laboral con pocas vacantes, bajos salarios en el sector privado y una limitada
capacidad de absorber a la creciente población económicamente activa. Los
jóvenes, en particular, se enfrentan a un futuro incierto, con la migración a
los grandes centros urbanos del país como una de las pocas alternativas para
su desarrollo profesional.
Educación: La base resquebrajada del Desarrollo
Un factor que agrava esta situación es la baja calidad educativa que se
registra en la región. Históricamente, las provincias del norte, y Santiago
del Estero en particular, han mostrado desempeños inferiores a la media
nacional en las pruebas de evaluación de la calidad educativa.
Informes como los resultados de las pruebas Aprender han evidenciado una
brecha significativa en los conocimientos de los estudiantes del norte en
comparación con los del centro del país. Un dato alarmante revelado por el
Observatorio de Argentinos por la Educación señala que en Santiago del Estero
solo 5 de cada 100 estudiantes terminan la secundaria en tiempo y forma, una
de las tasas más bajas del país. Esta deficiencia en el capital humano limita
las posibilidades de innovación, emprendimiento y adaptación a las nuevas
demandas del mercado laboral, perpetuando el ciclo de subdesarrollo.
La sombra de la Corrupción
A este panorama se suma una profunda y generalizada percepción de corrupción
que permea tanto en las esferas gubernamentales como en la sociedad. Si bien
no existen encuestas específicas y recientes sobre la percepción de la
corrupción en Santiago del Estero, los escándalos que han trascendido a nivel
nacional ofrecen un claro indicio de esta problemática.
Un
caso emblemático es la investigación por lavado de dinero que involucró a
un senador nacional por Santiago del Estero, acusado de desviar fondos
públicos a través de cooperativas para la adquisición de bienes de lujo y que a un mes de su elección como senador, fue sobreseído (
Info). Este
tipo de hechos no solo implican un desfalco a las arcas públicas, sino que
también minan la confianza de la ciudadanía en sus instituciones y desalientan
la inversión privada, que busca entornos transparentes y con seguridad
jurídica.
La percepción que el éxito económico y social está más ligado a las
conexiones políticas y a la participación en redes clientelares que al mérito
y al esfuerzo personal, desincentiva la cultura del trabajo y la innovación.
Se genera así una sociedad donde la prebenda y el favor político se convierten
en la principal vía de progreso, en detrimento del desarrollo genuino y
sostenible.
La Paradoja Santiagueña
Salarios Mínimos y Bonos que Empobrecen
Siguiendo con el análisis de las desventajas comparativas de las economías dependientes del Estado, un nuevo informe oficial del Ministerio de Capital Humano de la Nación confirma una cruda realidad: Santiago del Estero no solo posee los salarios más bajos del sector privado formal en toda la Argentina, sino que la situación en el sector público, maquillada por una política de bonos no remunerativos, es aún más precaria y perjudicial para el trabajador.
Ranking de la Pobreza Salarial
Según los datos más recientes de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, correspondientes a marzo de 2025, el salario neto promedio del sector privado formal en Santiago del Estero fue de $ 1.034.076. Esta cifra ubica a la provincia en el último lugar del ranking nacional, consolidando su posición como el distrito con la remuneración más baja de todo el país.