Por Debora Slotnisky, publicado por INFOTECHNOLOGY.
LOS BOOTCAMPS DE PROGRAMACIÓN SIRVEN PARA SENTAR LAS BASES Y LANZAR NUEVOS PROFESIONALES AL MERCADO EN TIEMPO RÉCORD. LOS CASOS LOCALES DE UNA TENDENCIA GLOBAL.
A medida que las organizaciones dependen cada vez más del software, se incrementa la demanda de programadores. La situación se agrava por la proliferación de empresas de e-Commerce y compañías del sector tecnológico que se basan en el trabajo de los coders. A mayor demanda, hay que trabajar en la oferta. Y el problema de déficit entre los profesionales de IT es conocido y de escala global: hay pocos profesionales con conocimientos de programación. Según el estudio “Employer Branding”, de la consultora Randstad, para 2050 habrá 35 millones de puestos no cubiertos sólo en Europa debido a la escasez de perfiles de ingenieros en general y especialistas en nuevas tecnologías, como expertos en e- Commerce, marketing digital, desarrolladores web y de aplicaciones móviles.
La Argentina no es la excepción. En 2015, la exportación de servicios vinculados a soluciones y soporte de IT generó US$ 6.500 millones en divisas para el país. En parte, se debe al crecimiento (en torno del 8 por ciento) de exportaciones con respecto al año previo, según datos de Argencon, entidad conformada por empresas prestadoras de servicios basados en el conocimiento, relacionadas con los mercados externos. Y en un año de pérdida generalizada de empleo, el sector del software es de los pocos que florece: planea crear 7.000 nuevos empleos de acá a fin de año. Este sector tiene 81.800 profesionales, según la Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi).
Para intentar dar respuesta a esta problemática, en 2012 comienzan a surgir en Estados Unidos los denominados Coding Bootcamps o Coding Schools. Son centros que imparten cursos intensivos de entre 8 y 20 semanas de programación web y móvil, aunque también los dan vinculados al mundo digital en temáticas como User Experience (UX) y Data Science, por mencionar sólo algunos. Los programas se basan en tecnologías de punta y las clases se dan bajo la guía de profesionales experimentados que enseñan con el foco puesto mucho más en la práctica que en la teoría. Entre los más conocidos están General Assembly, Dev Bootcamp, FullStack Academy y The Data Incubator.
“En ese momento, teníamos dos problemas muy diferentes pero complementarios: Por un lado, más de la mitad de los graduados universitarios recién egresados estaban subempleados o sin trabajo, mientras que las empresas de software estaban en auge, pero luchando por encontrar suficientes programadores calificados para seguir creciendo. En este contexto, Hack Reactor nace para enseñar a programar de manera rápida a alumnos que inmediatamente después de graduarse necesitaban insertarse laboralmente”, cuenta a INFOTECHNOLOGY Shawn Drost, gerente Comercial y cofundador de Hack Reactor, uno de los bootcamps más populares.
Pero no sólo se encargan de la inserción laboral. Otro factor clave para el desarrollo de estos centros es el costo, ya que realizar uno de estos cursos es más económico que pagar una universidad privada. A modo de ejemplo, Sherif Abushadi, profesor de Dev Bootcamp, explica que su centro tiene varios campus en Estados Unidos. “Los planes de estudio son idénticos en todas nuestras sedes. Pero la cuota no, por la diferencia del costo de vida entre una ciudad y otra.” En San Francisco y Nueva York la matrícula es de US$ 13.950, mientras que en Chicago, San Diego, Seattle y Austin, es de US$ 12.700. Para tener una referencia, asistir a una universidad puede costar unos US$ 30.000 al año.
En un contexto desfavorable para el empleo, el sector IT crece
En Europa, el segundo bootcamp que comenzó a funcionar es IronHack. Gonzalo Manrique, uno de sus fundadores, cuenta: “Abrimos en octubre de 2013 con 12 alumnos. Para 2015 estimamos tener 350 entre las sedes de Madrid, Barcelona y Miami, y para el 2017 la proyección es tener casi 750 estudiantes”. Manrique dice que el 95 por ciento de sus alumnos consigue empleo como junior developer dentro de los primeros 90 días de haber egresados. “Si bien se inician en puestos básicos, pueden ir avanzando de acuerdo con sus habilidades y motiva ciones”, señala, y agrega que las organizaciones más interesadas por estos perfiles son aquellas que buscan personas para que tengan su primer empleo.
La voz de las firmas empleadoras