Por estos días nos hemos enterado por los medios que de manera notable se dan casos de injustificada discriminación contra argentinos que llegan a España en el aeropuerto de Barajas.
Un Asunto feo, que tiene enojados a no pocos. Se alzan voces de protesta contra la actuación de las autoridades españolas en el aeropuerto madrileño de Barajas, y no es gratis.
De hecho, no ha faltado quienes solicitaron una medida de "reciprocidad", que se le apliquen los mismos "métodos" a los españoles que vienen a Argentina. No me parece que sea correcto, no debemos rebajarnos a semejante bajeza. No podemos desquitarnos con los ciudadanos españoles porque en su gobierno hay algún desubicado mental, mal acostumbrado a discriminar.
Lo que si se debe hacer es plantear una formal pero enérgica protesta ante el gobierno español y los foros internacionales que correspondan. De manera muy seria.
También, solicitar, rigurosamente, que España se haga cargo de los gastos ocasionados injustamente a quienes deportó en una clara acción discriminatoria.
Entre los casos, que he leído en los medios, hay quienes durante mucho tiempo realizaron un duro esfuerzo para tener el dinero para poder viajar. Es justo que se realice un resarcimiento por la improcedente acción que sufrieron.
Europa puso a España a cargo de la portería y a veces hay algún imbécil que se lo toma demasiado en serio....
ResponderBorrarAmigo Landahlauts, habrá que decirle al gobierno español que es un mal negocio tener " algún imbécil que se lo toma demasiado en serio" eso de ser la portería.
ResponderBorrarsiempre recuerdo jorge que alberto closas, con lágrimas en los ojos, contaba que terminada la guerra civil española quiso venir a la argentina desde francia, pero tenía un pasaporte emitido por la república que había cesado, por lo que no era ya válido.
ResponderBorrarcuando se lo planteó al cónsul argentino, este le respondió: nungún ciudadano español necesita pasaporte para ingresar a la repúblcia argentina...
Estimado Hugo, lo recuerdo, ya lo has comentado alguna vez. Lastimosamente parece que los tiempos pasan, y no todos recuerdan.
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