Arbolada

Luego de merendar me puse a mirar desde mi ventana como se va la tarde. Llamó mi atención ese nuevo verde que tienen algunos árboles de la Plaza Andrés Figueroa. Y mirando con más los detalles, me asombró como se van imponiendo los verdes sobres los ocres y pardos colores propios de la vegetación seca.

No puedo dejar de asombrarme por la capacidad de los árboles para recomponerse sólo con la humedad del ambiente y muy poca agua. Desde hace varios meses no llueve, ha de ser desde marzo.

Hace un par de semanas parecía que se venían por fin las esperadas lluvias, pero sólo fue viento y tierra, luego se nublo, llovizno muy poquito y se mantuvo húmedo un día más. Luego nada, pasan los frentes pero no dejan nada. Todos seguimos esperando el agua.

En los espacios verdes, como la plaza Andrés Figueroa, no se ve que rieguen mucho, más bien los muchachos de la muni brillan por su ausencia. Son las buenas intenciones de algunos poco vecinos que hacen algo por las plantas, y la arbolada vive de esas buenas intenciones. Luego de semejante seca todos estaban mustios y secos, mal se los veía. Pero luego con esa poquita agua empezaron a mejorar.

Que bueno sería que se venga un regalito del cielo y llueva lindo para saciar tanta sed que hay en el pago.