Por el monte y con custodios

Ayer domingo, por "el día del Padre", hubo rejunte familiar en la casa de un familiar ubicada en El Zanjón. Estuvimos integrantes de cuatro generaciones de King. El mayor, mi Viejo querido, nuestro patriarca local de 94 años y medio, y el menor de todos, el nieto de mi hermano, de un año y tres semanas. Gracias a Tata Dios la pasamos más que muy bien, nos acompañó un clima muy agradable, y comimos lindo y rico. Un hermoso festejo familiar.

Tal como lo he comentado en un post anterior, desde chico me ha gustado andar metido por los montes, la vegetación tiene un atractivo especial para mi. me siento muy cómodo y tranquilo. 

Y cada vez que voy, se ha hecho costumbre salir, por ahí cerca nomas, a ver un poco el panorama acompañado por los perros, de la jauría que hay en la casa. Éstos dos son ya compañeros de mis caminatas por lo que queda de los montes en la zona. Y lo travieso de los custodios me divierte mucho.

Fotos: "Caminos de El Zanjón", de Jorge S. King©Todos los derechos reservados

Uno es mezcla de labrador retriever y rottweiler, salió grande el bicho. El otro es un pastor belga, tiene pinta de lobo y cuando oscurece más aún, de vez en cuando aúlla y a más de uno le mete miedo. Tremendos perros de aspecto feroz, muy afectuosos con la familia, hasta mimosos, pero temibles guardianes.

Fotos: "Custodios", de Jorge S. King©Todos los derechos reservados<

Cuando algo o algún desconocido se acerca a los lindes del terreno, actúa en ellos esa inteligencia colectiva propia de una jauría, se coordinan en el avance al desconocido desde varios frentes, es impresionante verlos. Sólo ante el grito o el silbido de sus amos se frenan. Cabe destacar que nunca han lastimado a nadie.

En mis caminatas, el pastor va de ladero y el labrador de adelantado. Por ahí cuando ven algún bicho del monte, un coi (roedor), una lagartija o algún pájaro en la huella, salen corriendo a tratar de cazarlo, aunque nunca los alcanzan, mi sobrino me ha contado que cada tanto suelen cazar algo cuando ellos solos se meten al montecito cerca de la casa.

Lo que me sorprende de éstos animales es que sólo voy cada tanto, más aún en éstos últimos meses no fuimos por la salud de mi Padre, pero siempre al llegar los perros nos reciben cariñosamente, se puede decir.

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