Luego de 10 días de estar en medio de la nada, o en el centro de todo, como prefieran verlo, regreso a la "civilización", y me conecto brevemente a la red.
Estuve en uno de los lugares que más me gustan, en el siempre lindo Chaco Paraguayo, esa porción de paraíso terrenal que nos queda en la tierra del medio, por estas partes de Sudamérica.
Allí, tranquilos, lejos de todo el ruido de la sociedad, nos llegaron las noticias de los sucesos que seguramente han tenido ocupados a muchos. Para nosotros fueron sólo comentarios como al pasar nomas, ya que estábamos en otra, descansando, viendo naturaleza pura y cargando las pilas.
Seguramente en los próximos días iré poniendo en el blog, compartiendo con Uds., queridos amigos de mi barrio en la blogosfera, fotos y comentarios de lo visto y vivido. Hasta entonces les hago llegar un saludo santiagueño, desde algún lado de esta tierra del medio, aquí en el sur del mundo.
Estuve en uno de los lugares que más me gustan, en el siempre lindo Chaco Paraguayo, esa porción de paraíso terrenal que nos queda en la tierra del medio, por estas partes de Sudamérica.
Allí, tranquilos, lejos de todo el ruido de la sociedad, nos llegaron las noticias de los sucesos que seguramente han tenido ocupados a muchos. Para nosotros fueron sólo comentarios como al pasar nomas, ya que estábamos en otra, descansando, viendo naturaleza pura y cargando las pilas.
Seguramente en los próximos días iré poniendo en el blog, compartiendo con Uds., queridos amigos de mi barrio en la blogosfera, fotos y comentarios de lo visto y vivido. Hasta entonces les hago llegar un saludo santiagueño, desde algún lado de esta tierra del medio, aquí en el sur del mundo.
bienvenido nuevamente a la blogósfera jorge, aquí en baires sobreviviendo a los calores, me imagino lo que será santiago!!!
ResponderBorrarBienvenido
ResponderBorrarMuchas gracias amigos. Así es Hugo, el calorazo pegó fuerte en toda la región. Parece que algo de alivio habría recien para la semana que viene.
ResponderBorrarDonde estuve tuvimos sólo un par de días realmente inaguantables, el resto, por esas extrañas cosas de la naturaleza, sólo en horas de la siesta se ponía fuerte pero el resto del día era hasta agradable, hubo noches que se dormía sin siquiera un ventilador. Y estábamos bien arriba de la línea del trópico de Capricornio.