Dique Frontal de Río Hondo

Foto: "Dique Frontal", de Jorge S. King ©Todos los derechos reservados. Visto en Flickr

El viernes fuimos de paseo al Dique Frontal de Río Hondo, próximo a la ciudad de Termas de Río Hondo, a modo de hacer conocer el lago a los familiares que nos visitan de tierras lejanas. La tarde estaba ideal para el paseo, soleada, con una buena temperatura y una leve brisa del sur.

El viaje fue tranquilo, aunque los 70 km. y un poco más, que hay de recorrido, estaba muy transitado. Parece que todo el mundo decidió pasar la tarde del feriado en Termas de Río Hondo.

Cuando llegamos, al cruzar el puente sobre el Río Dulce, para ingresar a la ciudad, notamos que todos los campings estaban abarrotados, los piletones públicos estaban llenos de gente. El único acceso estaba atosigado entre los que llegábamos y los que pretendían salir.

Con ese panorama, antes de ingresar a la ciudad decidimos mostrar a nuestros visitantes la nueva costanera que sigue la margen del Río Dulce hasta el Dique Frontal.

Lastimosamente la vegetación estaba mustia y seca, acusando la época del año. Otra vez nos dimos cuenta que todo el mundo eligió el mismo recorrido, así es que nos sumamos sin querer a la lenta procesión de vehículos. Recorrimos la costanera que no se lució para nada, es evidente que le falta mucho desarrollo aún. Los paradores con confiterías estaban casi vacíos y no vimos que la gente se pare a contemplar el río y su paisaje, detalles que nos llamó la atención.

Foto: "Lago de Río Hondo", de Jorge S. King ©Todos los derechos reservados. Visto en Flickr

Luego nos dimos unas vueltas por una villa de casas de fines de semana e instalaciones hoteleras y de recreación que hay sobre la rivera de margen izquierda, aguas arriba del gran terraplén del dique. Allí hay unos interesantes emprendimientos hosteleros que incluyen varios servicios a los visitantes y turistas. Hay una rada que es para las embarcaciones, la mayoría son de recreación y actividades náuticas deportivas.

Elegimos un hotel que tiene un faro y una hermosa terraza, con piscina y bar, que da al lago ofreciendo una linda vista para pasar la hermosa tarde que hacía.

Foto: "Rivera del lago", de Jorge S. King ©Todos los derechos reservados. Visto en Flickr

Todo ese sector se está poniendo interesante, se ha invertido en mejorar notablemente los accesos, pero bueno sería que se invierta más en parquización, hace falta más verdes, más arboladas.

Luego encaramos el regreso por otro camino, pasando por la ciudad de Termas de Río Hondo. Cabe decir que la ciudad, aunque recibe un importante número de visitas en estos fines de semanas largos, coincidentes con la temporada de invierno, y se le hace mucha propaganda, no está tan linda como debiera.

No tiene esas características que tanto se apreciaba hace décadas, cuando uno podía venir tranquilo, pasar un fin de semana en algún hotel con buenos servicios, visitar a algún amigo en su casa de fin de semana, participar de un partido de golf, y luego a la tardecita noche pasear si chocarse con una multitud por las veredas, o tener que esperar una eternidad para cruzar alguna de las calles importantes.

Hoy todo espacio está cubierto por puestitos de ventas, no sólo de artículos tradicionales, casi que se puede encontrar todo tipo de macanas, y la limpieza deja que desear.

Para nosotros lo más aconsejable hoy, es reservar en uno de los hoteles que tienen una buena y variada gama de servicios, incluidos los baños termales y spa. Hay varios que son realmente interesantes, uno puede pasarse casi todo el día allí gozando de la pileta y durmiendo lindas siestas. Con unos restaurantes con muy buena cocina. Si incluyen el chivito, mejor. Esa es una delicia local.

Si tiene un invitado que le guste el casino, bueno hay un antiguo casino muy pintoresco en el centro, y siempre es agradable hacerle una visita para tomar algo y hacer sociales a la noche.

Pero, todos coincidimos que Termas no es para una estadía de muchos días, sólo unos cuantos, nada más.