Anoche vi en un canal de tv la noticia que los vecinos de una localidad de la hermana provincia de Córdoba se opusieron y frenaron el traslado de un cargamento de casi diez toneladas de pilas y baterías usadas, que iba a ser enterrado en esa localidad cordobesa.
Pero lo felicito a los vecinos de Bouwer, por saber usar el artículo 28 de la Constitución de la Provincia que prohíbe “el ingreso en el territorio de residuos tóxicos o radiactivos” de otras jurisdicciones. Artículo que debería estar en todas las constituciones provinciales.
Este suceso me recuerda al triste y famoso caso del enterramiento del gamexane en la localidad santiagueña de Argentina. El desgraciado suceso del 18 de junio de 1990, cuando en la estación ferroviaria fue descargado un cargamento de 35 toneladas de Gamexane fabricado por la empresa de capitales británicos ICI (ex Duperial), sin autorización, mediante engaño y aprovechando la soledad y desamparo de los pobladores, lo que provocó una gran contaminación en el suelo, agua y aire del lugar. No se tiene aún información de cuanto daño ha provocado, ni la magnitud de la contaminación a las aguas freáticas de la zona.
Los habitantes de la provincia de Santiago del Estero, cada vez que viajábamos por la Ruta Nacional Nº34, hacia el sur y pasábamos por Argentina, sentíamos un fuerte olor a gamexane por varios kilómetros. Muchas veces los niños o las mujeres se descomponían al sentir semejante "aroma". Que era más fuerte o más suave según el estado del tiempo y la temperatura. Me imagino lo que habrán pasado los pobladores del lugar.
En abril de 2003, algunos nos enteramos por el diario La Nación que se iniciaba el desenterramiento del tóxico material, 35 toneladas, que estaban enterradas hacía más de 13 años, en la localidad santiagueña, para ser luego remitidas a Alemania para su destrucción definitiva.
Pero lo felicito a los vecinos de Bouwer, por saber usar el artículo 28 de la Constitución de la Provincia que prohíbe “el ingreso en el territorio de residuos tóxicos o radiactivos” de otras jurisdicciones. Artículo que debería estar en todas las constituciones provinciales.
Este suceso me recuerda al triste y famoso caso del enterramiento del gamexane en la localidad santiagueña de Argentina. El desgraciado suceso del 18 de junio de 1990, cuando en la estación ferroviaria fue descargado un cargamento de 35 toneladas de Gamexane fabricado por la empresa de capitales británicos ICI (ex Duperial), sin autorización, mediante engaño y aprovechando la soledad y desamparo de los pobladores, lo que provocó una gran contaminación en el suelo, agua y aire del lugar. No se tiene aún información de cuanto daño ha provocado, ni la magnitud de la contaminación a las aguas freáticas de la zona.
Los habitantes de la provincia de Santiago del Estero, cada vez que viajábamos por la Ruta Nacional Nº34, hacia el sur y pasábamos por Argentina, sentíamos un fuerte olor a gamexane por varios kilómetros. Muchas veces los niños o las mujeres se descomponían al sentir semejante "aroma". Que era más fuerte o más suave según el estado del tiempo y la temperatura. Me imagino lo que habrán pasado los pobladores del lugar.
En abril de 2003, algunos nos enteramos por el diario La Nación que se iniciaba el desenterramiento del tóxico material, 35 toneladas, que estaban enterradas hacía más de 13 años, en la localidad santiagueña, para ser luego remitidas a Alemania para su destrucción definitiva.
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