La cosa es que el maléfico "Ali el químico", ha quedado hecho un poroto al lado de nuestro arsenal. Nuestras armas, según el fabricante, garantizan la eliminación del 99,9% de todo tipo pestes, incluidos los capangas de mal genio (shh, pero que no se enteren).
Aunque, al parecer el enemigo ha cortado los canales de aprovisionamiento desde la superioridad, digo por la falta de comunicación y refuerzos, con recursos propios la office, está preparada para reaccionar con la máxima respuesta posible ante cualquier virus, tenemos un arma especial contra los troyanos, los más peligrosos. Lástima el portador, pero que le vamos a hacer, en toda guerra hay daño colateral (shh, de esto tampoco).
Cada ves que Febo asoma, abrimos las puertas para que sus rayos iluminen al,...digo a la office, hasta adentro. Don Febo y el aire son algunos de nuestros aliados. Doña Lavandina, permanentemente limpia el terreno, y no deja superficie sin vigilar. En fin, estamos preparados y dispuestos a la lucha. Venceremos!!!...Arriba ese espíritu de combate!!!.
Y digo yo... un vasito de tequila reposado no haría el mismo efecto anti-bacteriano y anti-vírico????
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Amigo Landahlauts, ¿esa fue la carta de triunfo en México?...
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