Volvía a la oficina luego del almuerzo, y llegando vi un joven que vestía buzo con la capucha y gorra con visera, sentado fumando con claros indicios de ansiedad.
Antes de entrar me encuentro con unos vecinos que lo observaban seriamente, ante un gesto mío, uno de ellos me cometa, "hay que estar atentos". Ingreso en la oficina y me pongo en mi tareas, medio olvidándome del asunto.