Se nos vino una de esas que duran un rato. Así como vienen se van, ha de ser de ahí el dicho "cada ves que llueve, paró", ¿será?
Primero, desde el este, se arrimó esa nube oscura y llovía por partes. Lentamente fue dándole la vuelta a la ciudad por el sur hasta juntarse con otra gran masa que venía desde el sur oeste.
Luego se vino el viento desde el oeste que levantaba cortinas de polvo y sacudía todo y a todos. Un espectáculo que siempre sorprende. Por detrás se vino el agua que caía a cantaros.
Al cabo de un tiempo, cuando se canso de mojarnos, se fue alejando por donde había venido. El sol que se arrimaba al horizonte por el oeste, iluminaba la lluvia que se iba al este dejándonos un espectacular arco iris. Una típica postal de este gran pago que es Gran Chaco Sudamericano.