Una nota de Olga Castro-Perea para Tendencias 21
En los últimos diez años, los países desarrollados han sufrido menor cantidad de delitos comunes, como atracos o allanamientos, que la década anterior. Este es el dato principal que se desprende de un informe realizado por INTERVICT, con ayuda, entre otras organizaciones, de las Naciones Unidas. Las causas de este declive: las medidas de prevención y la labor policial en áreas locales, con la que los encuestados afirmaron estar satisfechos. Treinta países y 33 capitales han participado en la elaboración de este informe, con 2.000 encuestados por país. En los países en vías de desarrollo los resultados no fueron tan optimistas.
Los niveles de incidencia de delitos comunes, como robos, asaltos, allanamientos o atracos, se han reducido significativamente en los últimos 10 años en los países desarrollados, señala el informe Criminal Victimisation in International Perspective, publicado por el programa The International Crime Victim Survey (ICVS), que organiza encuestas para conocer la realidad social del crimen, la vigilancia policial, la prevención de la delincuencia y los sentimientos de inseguridad en numerosos países.
El presente informe ha reunido datos del ICVS y de la Encuesta de Criminalidad y Seguridad Europea (EU ICS), y ha sido escrito por la organización INTERVICT (de la universidad de Tilburg, en Holanda), en colaboración con WODC, UNODC y UNICRI, y repasado por investigadores clave de los países implicados.
Las encuestas fueron realizadas al público general en 30 países y 33 capitales o ciudades importantes, durante los años 2004 y 2005, en colaboración con las Naciones Unidas, publica INTERVICT en un comunicado.
El fraude en Internet
Como media, el informe señala que alrededor del 16% de la población de estos 30 países ha sido víctima de al menos uno de los diez crímenes más comunes en el curso de un año. Los niveles de incidencia de estos delitos fueron más altos en varias ciudades de países en vías de desarrollo, como Phnom Penh (Camboya) o Maputo (Mozambique).
En los países desarrollados, los niveles más altos se detectaron en Irlanda, Inglaterra, Escocia, Islandia, Irlanda del Norte, Estonia y los Países Bajos. Los niveles en Estados Unidos se mantuvieron por debajo de los de los países europeos y, entre éstos, los que menos crímenes comunes padecieron fueron España, Hungría y Portugal (ver gráfico.)
Por primera vez, la International Crime Victims Survey, proyecto lanzado en 1989, incluyó además entre sus preguntas la cuestión de los fraudes a través de Internet y de tarjetas de crédito que, según los autores del informe, pronto se convertirán en los tipos más comunes de crímenes contra la propiedad.
Una media del 1% de los encuestados aseguró haber sido víctima de un fraude por Internet. En el caso de las tarjetas de crédito, el porcentaje fue del 0,9% a escala nacional y del 1,5% en las principales ciudades. Londres y Estados Unidos fueron los lugares donde tuvo lugar mayor cantidad de fraudes de este tipo.
Miedo al crimen
En cuanto a la valoración de la manera en que la policía gestiona la delincuencia en las áreas locales, el público general se siente satisfecho con ella. En contraposición, desde la década de los años 80, ha aumentado significativamente en el mundo industrializado el uso de medidas preventivas, como las alarmas electrónicas contra los allanamientos, lo que, según los autores del informe, podría en parte haber propiciado la reducción de los crímenes.
De hecho, son los crímenes contra la propiedad los que más abruptamente han descendido. En el lado opuesto, están los crímenes de contacto, que han aumentado por factores como el abuso del alcohol entre la gente joven o las tensiones entre diversos grupos raciales.
Las tasas de denuncias han mostrado una variación considerable en función de los países encuestados. En los países y ciudades principales, una media del 41% de los cinco crímenes medidos (robo de coche, bicicleta, allanamiento, robos frustrados o robos contra la propiedad personal) fueron denunciados a la policía. La tasa más alta fue para Austria (con un 70%), Bélgica (68%), Suiza (64%) y Suecia (63%). Las tasas más bajas se dieron en los países en vías de desarrollo.
También se preguntó a las víctimas de allanamientos, atracos, delitos sexuales y asaltos si habían recibido apoyo de alguna agencia especializada. Como media, el 9% de las víctimas había recibido apoyo. Alrededor de una de cada cinco víctimas lo recibieron en Nueva Zelanda y el Reino Unido. Menos del 5% en Francia, Polonia, España, Italia, Estambul, Grecia, Alemania, Finlandia, Bulgaria y Hungría. A aquellas personas que no habían recibido apoyo alguno se les preguntó si éste les hubiera resultado útil: una media del 43% respondió que sí.
Actitudes hacia el castigo
A todos los participantes en la encuesta se les preguntó asimismo cual sería, a su modo de ver, el castigo más adecuado para un ladrón reincidente. Las respuestas variaron considerablemente según el país. El 50% estuvo de acuerdo con encerrarlo en prisión en Sudáfrica, México, Perú, Japón, Irlanda del Norte y Turquía.
En los países aglófonos (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), mayores proporciones de público optaron por el encarcelamiento que en cualquier país europeo. La población de Francia y de Austria (con un 13%) demostró ser la más reticente a este castigo.
La International Crime Victims Survey fue lanzada en 1989 como una iniciativa del profesor Jan Van Dijk de la universidad holandesa de Tilburg. Su principal objetivo fue proporcionar comparaciones internacionales sobre tasas de delincuencia, más allá de las restricciones de los datos registrados oficialmente, a partir de muestras de entrevistas directas con el público general (en total 2.000 personas por país).
Realizada cada cuatro años desde 1989, en total han sido entrevistadas más de 300.000 personas sobre sus experiencias con los delitos comunes, en un total de 78 países distintos.
España según la EU ICS
A principios de febrero se hicieron públicos, también, los resultados de la Encuesta de Criminalidad y Seguridad Europea (EU ICS) 2005, que mide el estado del crimen en Europa con datos de 2004.
Con un total de 18 países estudiados y 30.000 encuestas realizadas, 1.200 en España, los datos revelan que en nuestro país ha descendido el nivel de delincuencia del 21,8% de 1989 al 9% en 2004, lo que nos convierte en el país con menor tasa de delincuencia común de todos los estudiados.
En cuanto a robos de coches, España se sitúa el 5º en el ranking de los 18 países de la encuesta, el 4º en atracos, el 17º en robos personales, el 18º en robos a domicilios, el 14º en crímenes políticos y xenófobos, y el 15º en delitos sexuales. En definitiva, España se sitúa en el sexto lugar de los países más seguros de Europa, por detrás de Estonia, Portugal, Grecia, Italia y Luxemburgo. ///(Tendencias 21).
En los últimos diez años, los países desarrollados han sufrido menor cantidad de delitos comunes, como atracos o allanamientos, que la década anterior. Este es el dato principal que se desprende de un informe realizado por INTERVICT, con ayuda, entre otras organizaciones, de las Naciones Unidas. Las causas de este declive: las medidas de prevención y la labor policial en áreas locales, con la que los encuestados afirmaron estar satisfechos. Treinta países y 33 capitales han participado en la elaboración de este informe, con 2.000 encuestados por país. En los países en vías de desarrollo los resultados no fueron tan optimistas.
Los niveles de incidencia de delitos comunes, como robos, asaltos, allanamientos o atracos, se han reducido significativamente en los últimos 10 años en los países desarrollados, señala el informe Criminal Victimisation in International Perspective, publicado por el programa The International Crime Victim Survey (ICVS), que organiza encuestas para conocer la realidad social del crimen, la vigilancia policial, la prevención de la delincuencia y los sentimientos de inseguridad en numerosos países.
El presente informe ha reunido datos del ICVS y de la Encuesta de Criminalidad y Seguridad Europea (EU ICS), y ha sido escrito por la organización INTERVICT (de la universidad de Tilburg, en Holanda), en colaboración con WODC, UNODC y UNICRI, y repasado por investigadores clave de los países implicados.
Las encuestas fueron realizadas al público general en 30 países y 33 capitales o ciudades importantes, durante los años 2004 y 2005, en colaboración con las Naciones Unidas, publica INTERVICT en un comunicado.
El fraude en Internet
Como media, el informe señala que alrededor del 16% de la población de estos 30 países ha sido víctima de al menos uno de los diez crímenes más comunes en el curso de un año. Los niveles de incidencia de estos delitos fueron más altos en varias ciudades de países en vías de desarrollo, como Phnom Penh (Camboya) o Maputo (Mozambique).
En los países desarrollados, los niveles más altos se detectaron en Irlanda, Inglaterra, Escocia, Islandia, Irlanda del Norte, Estonia y los Países Bajos. Los niveles en Estados Unidos se mantuvieron por debajo de los de los países europeos y, entre éstos, los que menos crímenes comunes padecieron fueron España, Hungría y Portugal (ver gráfico.)
Por primera vez, la International Crime Victims Survey, proyecto lanzado en 1989, incluyó además entre sus preguntas la cuestión de los fraudes a través de Internet y de tarjetas de crédito que, según los autores del informe, pronto se convertirán en los tipos más comunes de crímenes contra la propiedad.
Una media del 1% de los encuestados aseguró haber sido víctima de un fraude por Internet. En el caso de las tarjetas de crédito, el porcentaje fue del 0,9% a escala nacional y del 1,5% en las principales ciudades. Londres y Estados Unidos fueron los lugares donde tuvo lugar mayor cantidad de fraudes de este tipo.
Miedo al crimen
En cuanto a la valoración de la manera en que la policía gestiona la delincuencia en las áreas locales, el público general se siente satisfecho con ella. En contraposición, desde la década de los años 80, ha aumentado significativamente en el mundo industrializado el uso de medidas preventivas, como las alarmas electrónicas contra los allanamientos, lo que, según los autores del informe, podría en parte haber propiciado la reducción de los crímenes.
De hecho, son los crímenes contra la propiedad los que más abruptamente han descendido. En el lado opuesto, están los crímenes de contacto, que han aumentado por factores como el abuso del alcohol entre la gente joven o las tensiones entre diversos grupos raciales.
Las tasas de denuncias han mostrado una variación considerable en función de los países encuestados. En los países y ciudades principales, una media del 41% de los cinco crímenes medidos (robo de coche, bicicleta, allanamiento, robos frustrados o robos contra la propiedad personal) fueron denunciados a la policía. La tasa más alta fue para Austria (con un 70%), Bélgica (68%), Suiza (64%) y Suecia (63%). Las tasas más bajas se dieron en los países en vías de desarrollo.
También se preguntó a las víctimas de allanamientos, atracos, delitos sexuales y asaltos si habían recibido apoyo de alguna agencia especializada. Como media, el 9% de las víctimas había recibido apoyo. Alrededor de una de cada cinco víctimas lo recibieron en Nueva Zelanda y el Reino Unido. Menos del 5% en Francia, Polonia, España, Italia, Estambul, Grecia, Alemania, Finlandia, Bulgaria y Hungría. A aquellas personas que no habían recibido apoyo alguno se les preguntó si éste les hubiera resultado útil: una media del 43% respondió que sí.
Actitudes hacia el castigo
A todos los participantes en la encuesta se les preguntó asimismo cual sería, a su modo de ver, el castigo más adecuado para un ladrón reincidente. Las respuestas variaron considerablemente según el país. El 50% estuvo de acuerdo con encerrarlo en prisión en Sudáfrica, México, Perú, Japón, Irlanda del Norte y Turquía.
En los países aglófonos (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), mayores proporciones de público optaron por el encarcelamiento que en cualquier país europeo. La población de Francia y de Austria (con un 13%) demostró ser la más reticente a este castigo.
La International Crime Victims Survey fue lanzada en 1989 como una iniciativa del profesor Jan Van Dijk de la universidad holandesa de Tilburg. Su principal objetivo fue proporcionar comparaciones internacionales sobre tasas de delincuencia, más allá de las restricciones de los datos registrados oficialmente, a partir de muestras de entrevistas directas con el público general (en total 2.000 personas por país).
Realizada cada cuatro años desde 1989, en total han sido entrevistadas más de 300.000 personas sobre sus experiencias con los delitos comunes, en un total de 78 países distintos.
España según la EU ICS
A principios de febrero se hicieron públicos, también, los resultados de la Encuesta de Criminalidad y Seguridad Europea (EU ICS) 2005, que mide el estado del crimen en Europa con datos de 2004.
Con un total de 18 países estudiados y 30.000 encuestas realizadas, 1.200 en España, los datos revelan que en nuestro país ha descendido el nivel de delincuencia del 21,8% de 1989 al 9% en 2004, lo que nos convierte en el país con menor tasa de delincuencia común de todos los estudiados.
En cuanto a robos de coches, España se sitúa el 5º en el ranking de los 18 países de la encuesta, el 4º en atracos, el 17º en robos personales, el 18º en robos a domicilios, el 14º en crímenes políticos y xenófobos, y el 15º en delitos sexuales. En definitiva, España se sitúa en el sexto lugar de los países más seguros de Europa, por detrás de Estonia, Portugal, Grecia, Italia y Luxemburgo. ///(Tendencias 21).
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