Hace un rato leí un interesante post del excelente blog "
Despejado y Cálido", de AleMamá. El post se titula "
Niños de antes criados entre armas, microbios y otros peligros", y cuenta a partir de una frase, "Somos sobrevivientes de una época que se nos vacunaba al natural", que leyó en otro blog, como ella creció en un ambiente donde había armas y munición, porque su abuelo fue campeón nacional de tiro. AleMamá señala que antes los padres " eran partidadrios de conseguir inmunidad natural al dejarnos jugar, recoger cosas e inclusive comer del suelo".
No pude evitar recordar mi niñez, la de mis hermanos y demás de nuestra generación, y de alguna manera hacer la comparación con los chicos de hoy. Puse en el post de AleMamá, el siguiente
comentario:
Yo fui a pescar por primera vez cuando tenía unos cuatro años, me caí en una zanja que era puro barro, me devolvieron a mi madre cubierto de mugre, y me lavaron con una manguera.
Más adelante, me llevaron a cazar cuando sólo tenía nueve años. Tenía consignas bien claras de como usar el arma desde arriba del caballo, entre las que estaba que el arma no debía ensuciarse nunca, no debía caerse al suelo.
En mi primera incursión maté un ciervo de los pantanos, que le dicen. Son bajos de patas cortas y el pelambre es pardo amarillo.
El disparo fue desde la montura, el caballo ya acostumbrado, ni se movió, pero el Winchester me sacó volando de la montura. Caí de espalda con los brazos extendidos sosteniendo el arma, que no tocó el piso. Aún me duele el lomo cuando me acuerdo.
La caza y la pesca la he seguido practicando hasta hace poco. Desde hace unos años no mato más, me volví conservador, protector de la naturaleza. A la pesca la dejé desde que tomamos conciencia del peligro de la contaminación en nuestro Río Dulce.
Todos los años, gracias a Dios viajo a algún campo con montes, me gusta andar en ellos, dormir en el piso y sentir la naturaleza, y aprendí a vivir en ella.
Muchos de los de mi generación, mis hermanos y primos se han criado igual. A Internet la conocimos de grande, nunca hemos sido caja boba (tv) dependientes, no nos han tinelizado, ni se nos ha dado por algún vicio. Gracias a Dios todos trabajamos, aprendimos y aprendemos a enfrentar la vida.
Me da la impresión que hemos sido y somos más duros que los chicos de ahora. ¿sera?..... epa!, me salió un post.
Saludos Santiagueños.
jeje, gracias por la mención y por dejarme el original de este post tan lindo e interesante en mi blog.
ResponderBorrarSaludos santiaguinos muy congelados. ¡Chita que hace frío!, dijo la huasa
Gracias a ti AleMamá, por la motivación.
ResponderBorrarPor aquí va mejorando el tema frío, las helada están más suaves. Veremos como sigue.