El futuro es ahora, se podría decir pensando en lo que se planteaba tiempo atrás. Es impresionante lo que se está desarrollando en materia de inteligencia artificial, y nos plantea lo que podremos llegar a ver en los próximos pasos. En éstos día es noticias un nuevo y sorprendente triunfo de un sistema con inteligencia artificial.
Por primera vez, la inteligencia artificial derrotó a un piloto de combate.
Fue una paliza: el coronel Gene Lee, as del aire, fue derribado sistemáticamente por un sistema de inteligencia artificial que se ejecutaba en una computadora de bolsillo; por ahora, los encuentros ocurrieron en un simulador. Pero sólo por ahora.
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El Coronel Gene Lee a los mandos del simulador.Visto en UC Magazine
La imagen no pertenece a la nota de La Nación |
Hace poco, una computadora llamada AlphaGo se quedó con el campeonato mundial de go, uno de los juegos más arduos para la inteligencia artificial. Como escribí en su momento, creo que los maestros Fan Hui y Lee Sedol realmente jugaron al go,
pero la máquina, no, ni cerca.
Con todo, la noticia fue fuerte, desde el punto de vista de los avances de las mentes sintéticas. Esta semana, la
Universidad de Cincinnati (UC), Estados Unidos, dio a conocer una novedad que pasó mayormente inadvertida, pero que resulta, en mi opinión, mucho más significativa que la de AlphaGo. En pocas palabras,
un caza controlado por una computadora venció sistemáticamente a un veterano piloto de combate, el coronel Gene Lee. El invicto software de inteligencia artificial se llama ALPHA y -¿están sentados?- corrió en una
Raspberry Pi. En serio: el as del aire, que ha entrenado a miles de pilotos estadounidenses, fue derrotado por una computadora del tamaño de una tarjeta de crédito que pesa 45 gramos y cuesta 35 dólares. O, dicho de otro modo, un piloto de guerra humano podría ser derribado fácilmente por un smartphone de gama media.
Por ahora, los combates ocurrieron en una simulación y, en lo sucesivo, el plan es que ALPHA siga colaborando en el entrenamiento de pilotos en los simuladores. Pero esto es por completo irrelevante; en un punto, para la inteligencia artificial el mundo real es indistinguible de una simulación. Es más, la realidad podría no ser sino una simulación, tesis que plantearon en formato ficción
The Thirteenth Floor y
The Matrix y que
Elon Musk, fundador de Tesla Motor, se toma muy en serio.