La otra noche, la del viernes, salí a caminar por la ciudad con mi compañera y camarita en el bolsillo, como ya es costumbre. Llegué hasta la pequeña plazita de Catamarca y 24 de Septiembre, allí está la hermosa capillita de la Virgen de la Montonera, patrona de las tropas del General Antonino Taboada, vencedoras en la batalla de Pozo de Vargas, hito histórico en nuestro sentir santiagueño.Portal de la capilla de la Virgen de la Montonera.
Según cuenta la historia, el origen de esta capilla se debe a la devoción de la familia Sotelos, quienes construyeron un Oratorio para venerar a María Santísima, en su advocación de la Virgen de la Merced.
Esta devoción se vio acentuada por la concurrencia del General Antonino Taboada y sus soldados que pedían protección en ocasión de salir a las luchas por la organización nacional.
Cuenta la historia que, tras triunfar en la batalla de Pozo de Vargas (La Rioja –1867), las tropas de Taboada concurrieron a agradecerle con sus oraciones a la Virgen. Desde esa época se le llama "Virgen de la Montonera".
El 10 de Abril de ese año, se libró la Batalla de Pozo de Vargas, en La Rioja, entre las fuerzas del Ejército del Norte al mando del General Antonino Taboada, hermano del gobernador Manuel Taboada y el ejército de Felipe Varela, que se revelaban contra la política del presidente de la nación Bartolomé Mitre. Tras agotadora lucha, las tropas de Varela embistieron contra el único pozo de agua existente, que fue defendido heroicamente por los santiagueños, saliendo vencedores. Cuenta la tradición que, en medio del combate, Antonino Taboada hizo ejecutar una zamba, que templó el ánimo de los santiagueños y los llevó al triunfo.