Aunque los estados contendientes estén en el hemisferio norte, muy lejos de nosotros, nos puede impactar con serias consecuencias.
En la actualidad, la sociedad enfrenta amenazas múltiples y difusas. Los avances tecnológicos del siglo XXI, y con ello nuestra dependencia a la interconectividad, nos hace vulnerables a peligros como las ciberamenazas, clasificadas como: ciberguerra, ciberataque, ciberterrorismo, hacktivismo, cibercrimen, etc.. Debido a la existencia de estas amenazas reales, el ciberespacio ha sido añadido a la lista de factores sensibles que pueden desestabilizar la seguridad mundial.
El ciberespacio, Internet, el web es un dominio bélico, es un campo de operaciones, como lo son la tierra, el mar, el aire o el espacio, en el que también se desarrollan maniobras defensivas y ofensivas, pero cibernéticas. La ciberguerra (cyberwar) es la principal ciberamenaza a nivel global.
A los antecedentes, entre otros, de Estonia y Georgia en la década pasada, en la presente década se vienen sumando con fuerza una serie de denuncias y advertencias acerca de ciberataques centrados en la manipulación de información con objetivos políticos, incluso con el propósito de intervenir en procesos electorales de otros países.
Por éstos días nuevamente se advierte la posibilidad de una confrontación entre EE.UU. y Rusia. Se ha señalado que "Rusia quiere resurgir como imperio con la ciberguerra como herramienta de política exterior". Se dice que el aparato ruso está explotando las vulnerabilidades detectadas en las democracias y que EE.UU. y sus aliados estarían preparando un contra golpe.
Por éstos días nuevamente se advierte la posibilidad de una confrontación entre EE.UU. y Rusia. Se ha señalado que "Rusia quiere resurgir como imperio con la ciberguerra como herramienta de política exterior". Se dice que el aparato ruso está explotando las vulnerabilidades detectadas en las democracias y que EE.UU. y sus aliados estarían preparando un contra golpe.
"En 2008, se logró hackear la Secret Internet Protocolo Router Network (SIPRNet), la red interna de comunicación del ejército estadounidense; y, en 2010, el virus malicioso Stuxnet dañó las centrifugadoras de uranio en la planta nuclear iraní de Natanz, siendo el primer ciberataque con un propósito bélico capaz de inhabilitar una infraestructura física".Las consecuencias de una ciberguerra pueden ser tan destructivas como las de una guerra convencional, señalan los expertos. El caos provocado, por ejemplo, del colapso de los transportes, la parada de las centrales eléctricas y de los mercados financieros producirían victimas humanas y perdidas económicas.