Estaba en mi oficina y de pronto la vi en el piso, la levante suavemente, como se trata a una dama. Recordé las palabras de Sor Juana Inés de la Cruz "a las damas no hay que lastimarlas ni con el pétalo de una flor", tal como siempre la recordaba mi abuela.
La puse sobre la notebook y ella se quedó quietita quietita hasta que le saqué unas fotos. Luego con la misma suavidad la llevé al patio y la coloque en el césped.
Hay cosas simples que alegran el día.
ResponderBorrarSaludos desde Andalucía.
Muy bien por la foto. Y por eso de las damas.
ResponderBorrarimpresionante! mándala a un concurso de fotografía!!!
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