Por Irene Hartmann, publicado por Clarín.
Surge del informe anual realizado por la CACE sobre las operaciones registradas en la Argentina durante 2018.
“Lo compré por Internet” es una frase tan escuchada últimamente que cuesta creer que el comercio online represente sólo el 5% de las ventas a nivel nacional. La sensación es otra porque, en sintonía con la reconversión que la tecnología digital le hizo a nuestras vidas, el e-commerce aumenta cada año y consolida su formato. Así lo muestran las cifras que la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) difundió este jueves en su informe anual, elaborado por la consultora Kantar TNS: en 2018 se vendió un 25% más de productos que el año anterior, y son más los argentinos que compraron online al menos una vez por mes.
También ganó terreno (y promete seguir así, dijeron en la presentación) una modalidad de pago que en 2017 tenía todavía poca presencia online: la tarjeta de débito, cuyo uso en la web pasó del 1% al 7%.
Pero como el e-commerce tiene más relevancia en la realidad argentina, también refleja la crisis económica. Según el informe de la CACE, los productos relacionados al ocio le dejaron un lugarcito a la necesidad, algo esperable en un contexto inflacionario y de depreciación del salario real.
Así, varios ítems de uso diario o vinculados a necesidades cotidianas pegaron un salto cuantitativo respecto de 2017. Es el caso de las compras de bebidas, alimentos y artículos de limpieza, que aumentaron un 63% en facturación respecto del año anterior. En la presentación de la CACE, Gustavo Sambucetti, director institucional de esa entidad, explicó que “hay más personas que hacen su compra programada de supermercado online”.
También más argentinos adquirieron productos infantiles a través de la web, en lugar de ir en persona a los locales convencionales. “Quizás fueron a mirar los precios y productos a un negocio, o a varios, y consultaron en la web, pero terminaron decidiendo comprar online”, explicó Sambucetti. El aumento del gasto en ese rubro es notable, 82%, e incluye ítems como ropa para los chicos, accesorios de bebés y juguetes.
Se destacaron además las compras de cosmética y perfumería, con un incremento del 72% en la facturación. Parte de este aumento se vincula a un pequeño boom de estos productos entre los jóvenes. Porque mientras sigue siendo estable -como en el informe de la CACE de 2017- la muy clásica división en las compras de los hombres y de las mujeres (ellos, tecnología, herramientas, accesorios de autos e indumentaria deportiva; ellas entradas a espectáculos, indumentaria e ítems del cuidado personal), los millennials pasaron de apuntar al rubro textil y los cursos online, a las compras de telefonía, cosmética y cuidado personal. Para ver este último fenómeno basta chusmear un rato las redes sociales...
Otro rubro que aumentó son los materiales y herramientas de construcción: su lugar en el total de las ventas online es pequeño (1%), pero interanualmente crecieron casi un 70%. ¿Son empresas constructores que compran a granel? “No, es la opción de particulares”, aseguraron desde la CACE a Clarín.