La educación argentina está desde hace décadas cada vez peor. No somos pocos
los que de damos la razón a los filósofos decadentistas que afirman que en
nuestro país se encuentra en una decadencia inexorable y sostenida sin
posibilidad de recuperación.
No es un problema nuevo, de los últimos meses. Se viene señalado desde hace décadas que la política educativa que se
desarrolla en las escuelas no figura en las prioridades de cada
gobierno.
El aula museo del Mariano Acosta. "En un pupitre de los de antes
se pueden aprender cosas del mañana; el asunto es qué entendemos por aprender" Visto en La Nación |
El Índice de Resultados Escolares (IRE), elaborado por el Observatorio de
Argentinos por la Educación, mide la proporción de adolescentes de 15 años
que cursan la escuela en “tiempo y forma”. Este índice se construyó a través
de encuestas de hogares de ocho países latinoamericanos (Argentina, Brasil,
Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay) y los datos de las
pruebas PISA 2022.
Según el informe difundido, el mejor IRE se encuentra en Chile, en donde
38 de cada 100 chicos de 15 años realiza su escolaridad en tiempo y forma,
seguido por Uruguay, con 36 de cada 100. Más atrás quedan Perú (28 de cada
100), Brasil (23 de cada 100) y México (23 de cada 100). En tanto,
Argentina (22 de cada 100) solo supera a Colombia (19 de cada 100) y a
Paraguay (11 de cada 100).
El documento también destaca que en Argentina creció la proporción de
chicos de 15 años que van a la escuela: pasó del 90% en 2009 al 97% en
2022. Pero aunque creció la proporción de jóvenes que transitan la
escolaridad sin repetir ni abandonar, los niveles de desempeño
disminuyeron.
Los especialistas y analistas en el tema señalan que en Argentina, la
educación "está en crisis y no cumple con su función principal: asegurar
el aprendizaje de los estudiantes".
Inútilmente se viene resaltando en el tiempo que "la falta de acceso a una
educación de calidad perpetúa el ciclo de pobreza y limita las
oportunidades de desarrollo personal y profesional".
La educación es un pilar sobre el que se construye un futuro prometedor.
Sin una base educativa sólida no puede haber oportunidades laborales
dignas y estables, por lo que es difícil imaginar un avance significativo
en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.