Bueno, bueno, desde ayer estamos de regreso en el pago Santiagueño, bien descansado y con muchos y gratos recuerdos de una muy buenas vacaciones bien camperas de tierra adentro.
Una vista de la ciudad de Asunción desde la cima del cerro Lambare. Un lugarsito, que si uno tiene la oportunidad de visitar Asunción no se debe perder.
Siempre es bueno andar recorriendo los rincones del Gran Chaco Sudamericano, la "última frontera y patrimonio orgánico no contaminado del mundo, punto de unión del continente y de las cuencas del Atlántico y el Pacífico. Territorio salvaje, indómito y misterioso de grandes reservas de recursos naturales y étnicos y a la vez de una gran fragilidad que requiere un sacrificado y respetuoso esfuerzo para la producción sostenible con satisfactorios y comprobados resultados".
Una verdadera postal de un lugar que nos recibió así, tal como lo ven.
El Rancho Quemado, una estancia que está en la zona sur de las colonias menonitas del Chaco Paraguayo.
Como ya lo he dicho alguna ves, el Rancho Caranda es un lugar especial. Sin dudas el paraíso terrenal debe haber sido parecido a esto.
Como se darán cuenta la he pasado muy bien gracias a Tata Dios y mis anfitriones. Realmente hemos pasado unos días magníficos, tanto en Asunción como por las estancias y lugares que anduvimos.
Una vista de la ciudad de Asunción desde la cima del cerro Lambare. Un lugarsito, que si uno tiene la oportunidad de visitar Asunción no se debe perder.
Siempre es bueno andar recorriendo los rincones del Gran Chaco Sudamericano, la "última frontera y patrimonio orgánico no contaminado del mundo, punto de unión del continente y de las cuencas del Atlántico y el Pacífico. Territorio salvaje, indómito y misterioso de grandes reservas de recursos naturales y étnicos y a la vez de una gran fragilidad que requiere un sacrificado y respetuoso esfuerzo para la producción sostenible con satisfactorios y comprobados resultados".
Una verdadera postal de un lugar que nos recibió así, tal como lo ven.
El Rancho Quemado, una estancia que está en la zona sur de las colonias menonitas del Chaco Paraguayo.
Como ya lo he dicho alguna ves, el Rancho Caranda es un lugar especial. Sin dudas el paraíso terrenal debe haber sido parecido a esto.
Como se darán cuenta la he pasado muy bien gracias a Tata Dios y mis anfitriones. Realmente hemos pasado unos días magníficos, tanto en Asunción como por las estancias y lugares que anduvimos.