Tras el paso de la fuerte tormenta
Sandy, muchos de los servicios quedaron afectados gravemente, por lo que se tardarán días en solucionarlos. Entre esos servicios caídos en muchas áreas se encuentra el suministro eléctrico. En Manhattan más de medio millón de personas aún siguen sin suministro eléctrico.
Por citar un ejemplo, la empresa ConEdison, la principal operadora eléctrica de Nueva York, anunció en su cuenta de Twitter que "la mayoría de los clientes abastecidos por líneas eléctricas aéreas –Queens, Bronx, Staten Island- volverán a tener corriente de aquí a diez días aunque esto podría tomar una semana más para algunos clientes". ConEdison publica además, mediante otro sistema geográfico de información en línea,
mapas con información puntual sobre la situación y la cantidad de clientes afectados.
En en el día de hoy se ha informado, por los medios estadounidenses, que hay muchas personas mayores, discapacitados y niños con una situación complicada al no tener plenamente los servicios básicos, como energía y agua. Se informaba que muchas personas estaban en altos edificios y tenían que bajar muchos pisos para conseguir agua, alimentos y medicinas en áreas donde la disponibilidad de ésto se dificultaba mucho.
Aunque se
señala que las áreas afectadas se van recuperando, y también los servicios de transporte aún hay muchos problemas, las personas tienen que hacer largas colas a pie para conseguir combustibles, temblando de frío, muchos buscan cubrir sus necesidades básicas en condiciones no muy fáciles.
Un dato interesante que se publica en
La Nación es que esta situación nuevamente reivindica el sistema de los viejos teléfono públicos
"Al igual que después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y el gran apagón en 2003, Sandy puso en evidencia las limitaciones de los celulares. No sólo requieren de electricidad para cargarse, sino que además no tienen cobertura si una gran tormenta deja fuera de servicio la infraestructura de telecomunicaciones que provee la recepción" (
La Nación)
Aun se está lejos de la recuperación total, apuntan algunos, "Sandy ha causado daños materiales por 20.000 millones de dólares (15.400 millones de euros) a su paso por la costa este de Estados Unidos. La cifra incluso podría ser mayor cuando se calcule la falta de ingresos registrada por las empresas en la región este del país tras la suspensión de sus actividades durante dos días" (
EL MUNDO.ES).