Atardecer de un día más que tranquilo. De esos que se da, así nomas sin pedirlos, como regalados del cielo.
Hoy ha sido uno de esos días, ...más que tranquilo. Como agua mansa en pozo hondo, para que se den una idea.
Amaneció fresco y agradable, con una mínima de 7ºC y décimas, algo nublado pero soleado. La máxima un poco arriba de los 22ºC. Por ahí una brisa del este y sudeste. O sea, climáticamente se podría decir que excelente el día.
Llamadas telefónicas, ninguna, correos, muy pocos, algunos con no muy buenas noticias que digamos, pero... ¿que quieren que les diga?, el día los superaba y sin quitarle importancia, no le permitimos que arruinen los ánimos.
Para mejor, la oficina medio vacía, hubo un silencio tipo monasterio que lo invitaba a uno a meterse en lo que estaba haciendo. De a ratos levantaba un poco el volumen de la radio, cada ves que tocaban un tema de mi gusto. Noticias, brillaron por su ausencia, la emisora sólo pone música y por ahí, si amerita, comentan algo de lo que pasa.
La única noticia que me llamó la atención fue la del temblor en Los Angeles, California. Estaba leyendo los post en mi lector de feeds y entró uno de un blog estadounidense que comentaba el suceso con algunos detalles.
Luego la cosa transcurrió como venía nomas, tranquilo. Visité el nuevo buscador CUIL, desarrollado por los ex-googlers, ¿se dice así?. No me causó una buena impresión a primera vista, no lo critico, estoy acostumbrado a los de Google y Yahoo; tengo que darle más tiempo para conocerlo mejor. También comencé a ver un par de portales sociales orientados a “profesionales”, como lo es Linked In. Y seguimos con la rutina diaria.
Cuando regresaba a casa, a eso de la 5 y media de la tarde, varias de mis vecinas estaban en sus jardines disfrutando la tarde, mate en mano, meta charla ellas. Parecía una de esas escenas que se ven en el campo y que aún se conservan en muchos barrios de la ciudad.
Y los lapachos siguen floreciendo. Se pasó Tata Dios con el día, ojalá mañana se mande un replay digo, si no es mucho pedir. Saludos Santiagueños.
