Los cuatro argumentos contra la dolarización de un asesor de Patricia
Bullrich que fue el arquitecto jurídico de la convertibilidad.
Horacio Liendo, ex colaborador de Domingo Cavallo, dijo que sería
contractiva, inflacionaria, requeriría endeudarse en USD 40.000 millones y
es inconstitucional. En cambio, aseguró, “el bimonetarismo que propone
Patricia es totalmente constitucional”.
La dolarización sería a la vez contractiva e inflacionaria para la
economía, además de inconstitucional, y requeriría endeudar a la Argentina
en otros USD 40.000 millones de dólares, dijo Horacio Liendo, quien le
presentó a Patricia Bullrich, la candidata presidencial de Juntos por el
Cambio, una propuesta diferente: legalizar la circulación del dólar a la
par de la moneda nacional.
Propuesta que -afirmó, Liendo en una entrevista por radio Mitre- es
“totalmente constitucional” y tendría efectos mucho más positivos sobre la
economía.
Liendo, quien fue el arquitecto jurídico del plan de Convertibilidad y
secretario Legal y Técnico durante la primera gestión de Domingo Cavallo
al frente del Ministerio de Economía, dijo que su propuesta se parece
mucho al régimen que se aplica en Perú hace más de 30 años y que dotó al
país andino del mejor funcionamiento monetario y financiero de la región y
tiene antecedentes legales en la ley 71, durante la presidencia de
Bartolomé Mitre, que admitió la circulación de diferentes monedas de oro,
entre ellas el dólar, a la par del entonces llamado “peso fuerte”.
“La dolarización no es la solución que la Argentina necesita en este
momento. No están dadas las condiciones económicas ni financieras ni
políticas para hacerlo”, dijo Liendo.
Pariente de la Convertibilidad
Según el asesor de Bullrich, la dolarización tiene cierto parentesco con
el Plan de Convertibilidad, lanzado en 1991 y que, explicó, tampoco se
podría hacer ahora, porque no están dadas las condiciones.
“La Convertibilidad se hizo después de dos hiperinflaciones, que
destruyeron el valor de todas las operaciones que se hacían en australes
(la moneda de entonces). Cuando se inició la convertibilidad la base
monetaria era de USD 4.000 millones, y se expandió hasta USD 16.000
millones, e incluso en 2001 estaba en USD 12.000 millones”, precisó Liendo
para afirmar que la convertibilidad estabilizó la economía, pero no fue
contractiva. Los depósitos en dólares llegaron a ser el 50% del sistema
financiero, que “de la nada” llegaron a un nivel de USD 100.000 millones,
equivalente al 30% del PBI argentino de entonces. “Eso se destruyó a
partir de 2002″, indicó.