Publicado por BBC.
¿Por qué la Conquista y Colonia de América fue tan sanguinaria? Aunque no parezca una tema económico, explorar lo ocurrido desde la perspectiva de la deuda es revelador. Así lo explica el antropólogo David Graeber en la serie "Promesas, promesas: una historia de la deuda".
La historia de Eurasia ha oscilado entre periodos dominados por el crédito, cuando la gente compra cosas sin usar dinero físico, y períodos dominados por monedas, en los que se ve el dinero pasar de mano en mano.
Después de 1450, el péndulo comenzó a oscilar hacia un período de dinero físico.
Grandes cantidades de lingotes de oro y plata pronto comenzaron a fluir a través de los océanos Atlántico y Pacífico, sentando las bases de lo que hemos llegado a conocer como la Economía mundial.
Todo el proceso fue impulsado por la deuda.
Empezó en China
Aunque quizás estamos acostumbrados a pensar que la Economía moderna nació con los viajes de Cristóbal Colón y la Conquista española de América, la cadena de eventos que llevó al nacimiento del sistema mundial basado en metal empezó realmente en China, bajo la dinastía Ming, en el siglo XIV.
Durante siglos China había sido la más próspera, más tecnológicamente avanzada pero también la más ingobernable esquina del continente euroasiático.
Muchas de las dinastías más conocidas fueron creadas por rebeliones campesinas. La misma Ming llegó al poder en 1368 como una insurrección popular. Pero pronto se vio enredada en una crisis por el antiguo sistema monetario mongol.
Los mongoles usaban el sistema de dinero de papel que sufría inflación crónica. Además estaban ligados a un sistema particularmente repugnante que ubicaba a todos en roles permanentes similares a las castas: campesinos, artesanos o soldados.
Aunque los Ming no lo abolieron inmediatamente, millones de personas empezaron a ignorarlo, creando una economía alternativa de comercio ilegal, basado en dinero de plata.
Eventualmente los Ming tuvieron que aceptar que la gente no confiaba en el papel y se impuso la plata.
El problema era que las minas chinas no tenían suficiente para satisfacer la insaciable demanda de este metal precioso.
Al gobierno le interesaba importar tanto como fuera posible y mantener los impuestos bajos para prevenir una nueva rebelión.
Primero trajeron plata de Japón. Pero el influjo más importante del metal vino de América: la plata fluía de México y Perú en una escala enorme.
De hecho, las colonias quizás no habrían sido viables de no ser por la altísima demanda de plata durante los siglos XVI y XVII desde China.
Sin embargo, la mera existencia de tal demanda no explica por sí sola por qué los colonizadores de América estaban dispuestos a hacer absolutamente todo para satisfacerla.
La misma China tuvo su propia era de exploración, con los viajes del famoso almirante Zheng He, cuyas flotas recorrieron los océanos entre 1405 y 1435.
Pero nunca se les ocurrió conquistar, tomar el control y devastar naciones enteras sencillamente para extraer de esos lugares la cantidad máxima de sus recursos.
Para entender la creación del sistema económico mundial que más tarde se llegó a conocer como capitalismo, hay que entender primero qué motivó a los conquistadores a perseguir ventajas económicas a costa de todo.
Relatos de atrocidades
Los relatos de los resultados inmediatos de la conquista de Perú o México revelan escenas de crueldad humana, una destrucción tan extrema y sistemática de las sociedades que es difícil imaginar cómo hubo seres humanos que pudieron llegar a ser capaces de infligir tales atrocidades.
Es por eso que los conquistadores son recordados como una especie de apoteosis de la codicia humana.
Su insaciable apetito de saqueo fue, de hecho, alimentado por la deuda.
"Se podría ver toda la historia de la Conquista a través de la lente de la deuda", señala Matthew Restall, historiador de la Colonia en América Latina de Penn University, Estados Unidos.
"Había una suerte de lógica de deuda entretejida en la Conquista. A medida que las expediciones se extendían, eran financiadas para hacer posibles los descubrimientos anteriores y los futuros. Entonces, había un complejo sistema de deuda y crédito que fue exportado de España al Caribe y que siguió creciendo.
"Su lógica era la expansión continua. Los imperios no se pueden quedar estáticos, tienen que expandirse continuamente o colapsan".
Un protagonista ejemplar
A Hernán Cortés, el conquistador de México, también lo motivaba la deuda.