Últimamente estoy leyendo sobre el "computo en la nube", por decirlo de alguna manera, "más en cristiano", como dicen los gauchos.
El hecho es que parece que las tendencias de negocios y del mercado promueven el crecimiento del
cloud computing (en castellano: computación en nube) entre compañías y gobiernos, como lo explica Silvia López Grandío, Gerente de Software de IBM Argentina, en un muy interesante
artículo de Bloggers Report.
La Computación en Nube es una tecnología que permite ofrecer servicios de computación a través de Internet. Se trata de tener acceso a tus datos desde donde sea, desde cualquier lugar (oficina, hogar, lugares públicos, etc.), a través de Internet (la nube).
El desarrollo de grandes grupos de servidores interconectados entre ellos y con nosotros, con un ancho de banda de red ultra rápido, son puntos importantes a la hora de plantear un servicio que pueda sacar provecho el mundo de los negocios.
La seguridad es el punto crítico que las empresas deben afrontar de manera profunda sin dejar ningún detalle sin control.
Alrededor de esto, los expertos destacan que los usuarios necesitan confiarle sus datos a una entidad externa y esto constituye todo un suceso a tener en cuenta y respetar. La confianza será un valor importante en el “negocio” que constituye la oferta de este servicio.
Aunque aún hay muchas opiniones cautas sobre cual será el ritmo de adopción de esta tecnología en lo próximo, los grandes como Gartner Group, IBM y Google de alguna manera señalan que el Could Computing dejará su impronta en cada negocio alrededor de la IT que se realicen en los próximos años.
Teniendo aún presente la opinión de John C. Dvorak
"Sobre el software en caja", me parece que seguramente muchos le pondrán algunos peros al asunto aún. En lo personal el tema seguridad es muy importante como lo dije más arriba. Me parece va a ser todo un trámite la toma de conciencia que uno no tendrá sus cosas, ni sus datos , ni su información en su equipo, que deberá depender de dispositivos de almacenamiento externos, vía un servicio que deberá seguramente pagar. Todo un detalle.
Hay países, como este, que aún tienen una brecha digital muy importante, los servicios de conectividad y el ancho de banda son aún muy criticados. Sólo algunas empresas, en general asociadas a los servicios financieros, tienen escala y pueden costear servicios de comunicación y transporte importantes. En definitiva, falta mucho, al menos esa es la primera impresión que tengo sobre la posibilidades de aplicación.