Por Raquel Villaécija, Especial para EL MUNDO.
Las cajas contenedoras de los secretos del accidente del vuelo AH5017, las que pueden dar la clave para saber por qué se estrelló el pasado jueves en el norte de Mali con 118 pasajeros a bordo, ya están en Francia, en manos de los seis ingenieros elegidos por la BEA, unidad reconocida en todo el mundo por su competencia y profesionalidad.
Según publica el diario 'Le Figaro', los expertos ya habrían extraído la información sobre los parámetros de vuelo (velocidad, altura y trayectoria), aunque aún queda por descifrar la caja que contiene las conversaciones de los pilotos.
El análisis será complejo, pues una de las cajas está dañada, y podría durar semanas, según explicó el lunes el ministro de Exteriores, Laurent Fabius.
"El trabajo será largo minucioso y extremadamente complejo", resumió el jefe de la diplomacia. Este análisis se realizará en varias etapas. Los expertos ya trabajan "a tiempo completo" en la apertura de las cajas y en la extracción de datos, una labor "esencial para la investigación y muy delicada".
Tras esta primera etapa, tendrán que ver si el contenido de las mismas es "legible y explotable". En ese caso dará lugar a una serie de datos cuyo análisis permitirá definir orientar la investigación. "Si las informaciones son explotables, su lectura podría tardar varias semanas", explicó el secretario de Estado de Transportes, Frédéric Cuvillier.
Las autoridades insisten en que las condiciones meteorológicas eran malas. Fabius ha afirmado que se sabe "que la tripulación del avión había pedido desviarse y luego retroceder antes de que se perdiera el contacto" con el aparato. Los expertos, que también apoyan esta teoría, matizan sin embargo que una tormenta por sí sola no puede derribar un avión, que está preparado para sortear este tipo de inclemencias. Pudo darse, creen, un error técnico o humano que, combinado con el mal tiempo, provocó el fatal desenlace.
Laurent Fabius hizo balance del estadio en el que se encuentra la investigación: unos 300 militares, casi 200 franceses, están en la zona donde se produjo el accidente recopilando pruebas y pistas mientras que los expertos que se van a encargar de recuperar los restos de las víctimas y de identificarlas también están manos a la obra.
Las labores de identificación continuarán en Francia
Si el análisis de las cajas del aparato se presenta complicado, más lo será el de recuperación de los cuerpos. De momento la practican los militares sobre el terreno "en condiciones muy difíciles porque "el avión quedó pulverizado, el calor es terrible y por la extrema dificultad de las comunicaciones y transportes", dijo Fabius.
El jefe del Estado Mayor ilustró con un ejemplo: el primer convoy que llegó a la zona del accidente tardó ocho horas en llegar desde Gossi, localidad cercana. Además, aunque no es una zona de enfrentamientos, sí es insegura, pues sirve de refugio para algunos grupos terroristas. De ahí que la prioridad para las tropas que llegaron a este punto del desierto del Sahel el viernes fuera hacerla segura, para permitir el trabajo del resto de militares.
Está previsto que las labores de identificación continúen en Francia. Una misión en la que participarán expertos de los 14 países afectados, dijo el jefe de la diplomacia gala París también ha puesto en marcha un centro de coordinación que se encargará de representar a las familias de las víctimas francesas, de resolver sus dudas y ayudarlas en las gestiones administrativas. También las acompañarán en caso de que quieran personarse en el lugar del accidente, una posibilidad que les abrió François Hollande el sábado cuando se reunió con ellas. / Por Raquel Villaécija, Especial para EL MUNDO.--
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Visto en YouTube, vía euronews (en español)
Los informes señalan que los expertos ya trabajan con las grabadoras, que han llegado este lunes a París, su análisis será complejo, pues una de ellas está dañada. Según publica el diario Le Figaro, los expertos ya habrían extraído la información sobre los parámetros de vuelo (velocidad, altura y trayectoria) de la grabadora de datos de vuelo (flight data recorder FDR), aunque aún queda por descifrar la caja que contiene las conversaciones de los pilotos, el registrador de voz en cabina (cockpit voice recorder CVR).
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