La sequía golpea con fuerza a todo el interior
Publicado por El Liberal 18/08/2013
Pobladores y productores de diferentes localidades santiagueñas miran al cielo con la esperanza de que una lluvia abundante salve sus cultivos y su ganado. La situación es crítica y hay muy poca agua almacenada en el embalse de Río Hondo.
Desde hace varios meses, al igual que otras provincias de la región, Santiago del Estero es castigada por una sequía que no tiene precedentes. Según advierten funcionarios, así como pobladores y productores de distintos puntos del interior, la situación es crítica y ha producido importantes pérdidas tanto en cultivos como en materia de ganadería.
Según reveló el titular de la Secretaría del Agua, Ing. Abel Tévez, la situación “se ve agravada porque no ha llovido durante todo el año y obviamente hemos podido almacenar muy poca agua en el embalse de Río Hondo, con lo cual no vamos a poder satisfacer plenamente la demanda de los productores”.
“Toda la provincia está afectada al igual que Tucumán, Catamarca, Chaco, Santa Fe, Salta y La Rioja, a todos nos está afectando la sequía por igual. Debemos esperar que llueva, Dios quiera que las lluvias comiencen temprano y nos saquen de esta situación tan crítica en la que estamos”, sostuvo.
El funcionario señaló que “no hay soluciones mágicas; tenemos escasa cantidad de agua almacenada en el embalse y como la actividad agrícola a pleno va a empezar muy pronto, ya hay cultivos implantados que están recibiendo agua para que no se pierda la cosecha. Vamos a tener que disponer de ese escaso volumen de agua que tenemos para dar un servicio de riego bajo condiciones muy estrictas”.
“Vamos a tener que administrar el agua con muchísima prudencia”, dijo Tévez.
Un año terrible
Por su parte, el Ing. Guillermo Angriman, director de la Unidad Ejecutora de Riego consideró que en la cuenca alta, “este año ha sido terrible porque no hemos siquiera llegado a la cota de vertedero. Hace 4 meses que tenemos la misma cota y que venimos cuidando el agua. Desde mayo venimos con 2,70 metros por debajo de la cota, regulamos el caudal sobre la base de lo que está entrando al embalse, desde entonces estamos sin turnos de riego”.
No obstante, Angriman explicó que sobre la base de esta difícil situación se decidió armar un esquema para toda la zona de riego ya que “hasta ahora sólo se derivaba para bebida, para las plantas potabilizadoras y ganadería”.
“Se han hecho varios turnos, hasta las próximas lluvias que se prevén serán en noviembre o diciembre”, indicó
Destacó que el turno para los productores del área de riego que está conformada por unas 80.000 hectáreas aproximadamente, “va a tener la restricción de una hora por hectárea y 300 litros por segundo que es el caudal que se va a entregar en la puerta de cada finca. Se van a aplicar severas sanciones que pueden llegar hasta la suspensión a los que transgredan lo que fue ya especificado”.
Por último, precisó que “va a empezar la semana que viene en forma paulatina, no es que el martes se larga toda el agua porque no se puede. Va a ser en principio por 60 días el turno de riego, si se mantienen los 20 m3 por segundo de aportes que tenemos en el embalse de Río Hondo sería por 60 días, pero va a depender en función de los aportes, aunque se cree que no va a haber problemas”.
Productores loretanos en jaque
Nuevamente el flagelo de la sequía azota a los parajes loretanos afectando a miles de personas que tienen serias dificultades para acceder al agua potable, mientras que los productores realizan grandes esfuerzos para evitar la muerte masiva de sus animales vacunos y caprinos ante la falta de agua y de alimentos.
La situación afecta a las poblaciones que se encuentran dentro de la zona del secano loretano, donde se encuentran las localidades Huilla Catina, Tusca Palta, San Jerónimo, La Resbalosa, Burra Huañuna, Taque Tuyoj, Isla Verde, Sauce Solo, Guanaco Sombreana, La Noria, San Gregorio, Crucecitas, San Juan entre otras.
La realidad del interior loretano se agrava a causa del bajo caudal que fluye por sistema de canales menores que distribuye agua a gran parte de este departamento, y genera problemas en la provisión del líquido elemento para el consumo humano y animal, según lo expresaron los pobladores de las localidades de Quimil Bajada, Pinto y Villa Vieja.
Los sectores más afectados son los que se proveen de agua del Rio Namby, al igual que los canales denominados el Canalito, el Canal del Alto, acueductos que se encuentran a 5 y 8 kilómetros al Este respectivamente.
El sector del Rio Namby vive la situación más crítica, ya que su lecho se encuentra totalmente seco por lo que supone un grave problema para la región integrada por Quimil Bajada, Lomitas y todo el sur de este departamento, sector que dependen de este medio como única posibilidad de obtener agua para la práctica de la agricultura, mientras que para el consumo humano se abastecen mediante camiones cisternas públicos y privados.
La situación del Canalito y el Canal del Alto no es tan dramática ya que sus tomas se encuentran directamente conectadas con el cauce del río Dulce y, en la actualidad conducen un bajo caudal de agua a hacia las poblaciones del Pinto, Diente del Arado y la Horqueta.
Según el informe presentado por la Cooperativa de Agua Potable Loreto LTD un promedio de 18 camiones por día cargan agua para ser distribuida en la campaña. de los cuales 4 son administrados por la municipalidad, 2 por comisiones municipales, 6 por Recursos Hídricos y el resto son privados.
Las familias que cuentan con recursos pueden pagar entre $300 y $1300 por 8000 litros de agua trasportados en camiones cisternas particulares, montos que varían según la distancia y estado de los caminos.
Sin pesca
La Dormida se transformó en un lugar emblemático para el turismo de aventura y la pesca deportiva. Fue sede en dos oportunidades del Concurso de Pesca Nacional del Dorado, pero en la actualidad soporta los efectos de la devastadora sequía que incide en el caudal de agua del río Dulce el que se encuentra en la medida más baja del año, situación que preocupa a los pescadores y guías locales ya que temen que se produzca una masiva mortandad de peces, como la ocurrida en el verano del 2003.
“Estamos todos muy preocupados. Son miles de familias que viven del río en los departamentos Loreto, San Martin y Atamisqui, no solo porque en él consiguen su alimentos sino porque el río es un recurso laboral para quienes se transformaron en guías de pesca o prestan servicios a los miles de turistas que nos vistan por año”, indicó uno de los pescadores consultados.
Angustia en Atamisqui, Salavina y Quebrachos por la crítica realidad
En la zona de Ojo de Agua y Quebrachos, los productores de la ribera del Dulce y zonas de influencia se encuentran en una situación de angustia por la falta de agua, tanto para consumo humano como de los animales.
Según puede observarse a simple vista, el río Dulce está totalmente seco desde hace meses, los pozos de agua ya no dan abasto porque son de bajo caudal y “cuando se los exige el agua se pone salada o amarga”, según manifestaron productores de la zona.
La situación afecta sobremanera a los departamentos Atamisqui y Salavina, pero más aún al departamento Quebrachos, “donde cuando falta el agua, falta todo porque el agua es fundamental para la subsistencia”, expresaron los pobladores. /
El Liberal.
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