Imagen de la Blogosfera por Matthew Hurst. |
Es increíble la sobrecarga informativa que hay en el Web. En realidad no se si llamarla así a esa más que abundante cantidad de contenidos similares y hasta duplicado que hay. Me parece que estamos generando más información que la que realmente se necesita.
Entre los que más aportamos a esa sobre-información estamos, entre muchos otros, los bloggers que al pretender tener actualizados nuestros blogs con lo más novedoso, con la última noticia de tal o cual suceso o asunto, replicamos buena parte de la información ya existente en otras fuentes que tienen la primicia con la novedad. Debe quedar claro, y en honor de la verdad, que ésta actitud también la tienen buena parte de los medios de la prensa.
Y así nos encontramos hoy con una Internet sobresaturada, llena de información muchas veces inútil, errónea o incompleta, y a ésto hay que sumarle esa publicidad molesta e inservible con la que no pocos pretenden completar su presupuesto.
Uno de los problemas de la sobre-información en un contexto de tiempo (real), esa que solemos señalar como "información urgente", esa que no da tiempo para distinguir entre lo útil y lo inútil. Ésta falta de tiempo para valorar correctamente las fuentes, producto de la sobre-información, suele generar una relajación intelectual y la adopción en muchos casos de hábitos basados en la utilización de atajos a la hora de recabar información. Consecuentemente surgen contenidos inútiles, erróneos o incompletos. Y no pocos estamos notando que son éstos contenidos los que literalmente van llenando espacios en el Web.
Recuerden que toda esa información ocupa un espacio físico en los dispositivos de almacenamiento, de los cuales se "nutre" el Web. La permanente producción de éstos contenidos genera la permanente necesidad de ampliar el tamaño de almacenamiento, y eso alguien lo debe pagar. Un interesante detalle a considerar ¿me equivoco?.
Pero el daño más grave es que toda esa información producto de esa "relajación intelectual", de alguna manera está censurando a la buena información, a esa que realmente tiene valor, calidad en oportunidad y utilidad.
Esto se está notando más en sociedades mediocres en educación, y lamentablemente sus propias malas costumbres informativas contribuyen a que esas sociedades sean víctimas de desinformación por sobre-información, una especie de circulo vicioso que generalmente es sabiamente explotado por unos pocos, muy hábiles en procesos de masificación (el proceso en el que un hombre se subsume de modo alienante en una colectividad, dando por resultado una degeneración de su ser personal, libre, creativo, con carácter, reflexivo). Todo un tema realmente.