Es récord la venta ilegal en la ciudad.- "Veredas superpobladas de puesteros ambulantes que ofrecen desde frutas y verduras hasta juguetes, remeras, zapatillas, camperas, anteojos y objetos de electrónica. La fotografía no resiste excusas oficiales: en la ciudad de Buenos Aires, cualquier mercadería puede conseguirse en los sitios ocupados por los denominados manteros, que parecen trabajar sin control alguno de parte de autoridades políticas, policías y funcionarios judiciales". Pablo Tomino/LA NACION.
La verdad es que veo las fotos que acompañan la nota de La Nación y me da tristeza, recuerdo mis paseos de compras por "la Calle Florida". De chico cuando viajaba a Buenos Aires con mis padres, una de las etapas obligadas del viaje era justamente dar paseos de compras por ella.
Era todo un privilegio, uno se sentía hasta importante compartiendo ese espacio con personas de todo el mundo, ya que en buena medida Argentina se mostraba al visitante extranjero en "la Calle Florida".
Comprarse los zapatos en Delgado, visitar James Smart para los uniformes del colegio, hacernos los lentes en Lutz Ferrando, y entrar a buscar libros en El Ateneo, que cumplió 90 años el pasado 2 de Abril. Tomar el te en la confitería Richmond con las tías ya mayores, pasear por las antiguas Galerías Pacífico, y las tiendas Harrods. Visitar el Circulo Naval para ver los concursos de maquetas, y llegar hasta la Plaza San Martín. Verdaderamente era todo un paseo muy agradable para nosotros.
Más de grande, cuando me toco trabajar en Buenos Aires, uno de mis placeres era justamente caminar por Florida y revivir los agradables sucesos de mi infancia. Pero ya se veía lo que se venía. Hoy la ilegalidad, que marca la nota, y esas tristes vistas, refuerzan mi desagrado por lo que pasa en Buenos Aires desde hace ya mucho tiempo, muy lamentablemente. Ojalá cambie algún día, recupere el antiguo y perdido esplendor, y lo pueda volver a ver.
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