El otro día hice referencia al tereré, ahora leo un interesante nota en el diario La Nación donde se hace una buena referencia a está buena costumbre que tenemos por estos pagos.
El mate, un emblema de adhesión popular.- "El hábito de matear traspasó el tiempo y las diferencias sociales y se convirtió en un hecho distintivo de los países del Plata. Está hoy en las casas y en los lugares de trabajo, compañero de charlas y de silencios, e impar símbolo criollo de amistad y hospitalidad. Hay mucho para contar sobre él. En el arte de la cebadura, por ejemplo, las reglas son variadas pero se pueden reconocer dos estilos clásicos: el "resero" o "tropero", en el que cada uno ceba y toma y pasa pava y mate al siguiente, y la cebadura "estrella", en la que el que ceba se sienta en el centro y reparte, aunque también toma". Rincón gaucho - La Nación.
Como ya lo he dicho por algún lado, a mi me gusta el tereré, lo disfruto, me refresca cuando tengo calor. Una de las cosas buenas que tiene, es que al igual que el mate, se comparte en ronda de amigos o de lo que te toque.
Una de las primera veces que tome tereré, era bien niño y mi Tata Ernesto me llevó a su estancia a enseñarme a mover los animales para la feria, se arreaba el ganado un montón de kilómetros en varios días, y en cada descanso se hacía una ronda donde eran infaltables el tereré y las buenas historias de cacerías o de pesca que contaban los arrieros.
En esas aprendí, de chico nomas, que en esas regiones tan tórridas la gente es bien guapa y el tereré es una buena compañía. Como lo es un buen mate, caliente y amargo, de yerba fuerte, para cuando te estás levantando varias horas antes que amanezca.
En la office, sobre todo en invierno, el Coffee Break, no se hace precisamente con café, nos juntamos un ratito entre tres o cuatro y nos tomamos un buen mate, bien caliente que pele los dientes.
El mate, un emblema de adhesión popular.- "El hábito de matear traspasó el tiempo y las diferencias sociales y se convirtió en un hecho distintivo de los países del Plata. Está hoy en las casas y en los lugares de trabajo, compañero de charlas y de silencios, e impar símbolo criollo de amistad y hospitalidad. Hay mucho para contar sobre él. En el arte de la cebadura, por ejemplo, las reglas son variadas pero se pueden reconocer dos estilos clásicos: el "resero" o "tropero", en el que cada uno ceba y toma y pasa pava y mate al siguiente, y la cebadura "estrella", en la que el que ceba se sienta en el centro y reparte, aunque también toma". Rincón gaucho - La Nación.
Como ya lo he dicho por algún lado, a mi me gusta el tereré, lo disfruto, me refresca cuando tengo calor. Una de las cosas buenas que tiene, es que al igual que el mate, se comparte en ronda de amigos o de lo que te toque.
Una de las primera veces que tome tereré, era bien niño y mi Tata Ernesto me llevó a su estancia a enseñarme a mover los animales para la feria, se arreaba el ganado un montón de kilómetros en varios días, y en cada descanso se hacía una ronda donde eran infaltables el tereré y las buenas historias de cacerías o de pesca que contaban los arrieros.
En esas aprendí, de chico nomas, que en esas regiones tan tórridas la gente es bien guapa y el tereré es una buena compañía. Como lo es un buen mate, caliente y amargo, de yerba fuerte, para cuando te estás levantando varias horas antes que amanezca.
En la office, sobre todo en invierno, el Coffee Break, no se hace precisamente con café, nos juntamos un ratito entre tres o cuatro y nos tomamos un buen mate, bien caliente que pele los dientes.
