Tras el
cierre de Megaupload y las consecuencias inmediatas para no sólo sus usuarios, sino también para los usuarios de muchos websites que estaban relacionados a servicios de Megaupload, se comenzó a sentir el enojo de muchos de ellos. Entre las primeras reacciones están las acciones emprendidas por grupos como Anonymous con un ataque masivo a varias websites del gobierno estadounidense, a la industria musical y, según se ha comentado por ahí, a los que han apoyado públicamente la ley SOPA.
El tema es que desde ayer no faltan los comentarios respectos del tema y sus consecuencias. Hay quienes hablan de una guerra digital contra la censura y quienes plantean un ejercicio de reflexión para los estados. Señalan que éstos deben "empezar a entender que internet no solo está cambiando la forma de vivir, de comunicarnos o de hacer negocio, sino que está alterando las reglas del juego democrático; que la red está por encima de las leyes de un solo país" (
La 'I Guerra Digital' contra la censura / Alejandro Laso).
Hoy, tras las protestas que tuvieron lugar en Internet, encabezadas por sitios como Google y Wikipedia, entre otros grandes, se conoció la noticia que el líder de la mayoría demócrata en el Senado de EE.UU., Harry Reid, anunció que retrasará el voto de la ley antipiratería, conocida en su versión de la Cámara alta como PIPA. "No hay ninguna razón por la que las cuestiones legítimas planteadas por muchos acerca de este proyecto de ley no se puedan resolver. La falsificación y la piratería ha costado a la economía de Estados Unidos miles de millones de dólares y miles de puestos de trabajo cada año. Sólo la industria del cine produce más de 2,2 millones de empleos", señaló Harry Reid.
Los proyectos PIPA (Protect IP Act) en el Senado, y SOPA (Stop Online Piracy Act) en la Cámara de Representantes, establecerían obligar a los motores de búsqueda, proveedores de dominios y empresas de publicidad estadounidenses a bloquear los servicios de cualquier página web que esté bajo investigación del Departamento de Justicia estadounidense por haber publicado material bajo derechos de autor y se encuentre en cualquier lugar.
En éstos días los representantes de las grandes empresas en Internet remitieron un comunicado al Congreso estadounidense, en el que argumentaron que ésta ley "va a crear un ambiente de miedo e incertidumbre tremendo para la innovación tecnológica, y perjudica gravemente la credibilidad de Estados Unidos en su papel como administrador de la infraestructura de claves de Internet".
Tengo la impresión que tras éstos sucesos, las empresas y el gobierno estadounidense se plantearan la necesidad de encontrar un punto medio entre el ‘todo gratis’ de los usuarios de servicios y contenidos en línea, y las exigencias de la industria si se quiere garantizar un futuro a la propiedad intelectual.
Respecto a mi posición a los temas de propiedad intelectual y seguridad, considero que se deben respetar las dos. Si alguien desarrolla un producto con fines comerciales, se debe respetar esa posición, pagando el producto y respetando las condiciones de uso del mismo. Considero que de esa manera se apoya a la consolidación de un circulo virtuoso en donde tanto el desarrollador como el usuario se beneficia y se aporta al crecimiento, tanto de la industria como de la economía.
También apoyo al desarrollo de productos libres, destaco la Open Source Initiative (OSI) dedicada a la promoción del código abierto. De hecho soy usuario de aplicaciones con GNU Lesser General Public License y GNU General Public License, con software que están diseñados para jugar con su libertad de compartir y modificar dicho software.
Entiendo perfectamente que no todo debe ser gratis, así no funciona nada, de hecho muchos de los desarrolladores de productos open source solicitan apoyo económico por medio de aportes voluntarios para sostener su desarrollo. Es importante destacar a aquellos que a partir de un negocio exitoso de gran escala, liberan el uso de productos y servicios, actitud que ayuda tanto a desarrolladores como a usuarios.
El tema seguridad es un asunto delicado, considero que debe haber seguridad, se necesita, debemos estar resguardados ante las acciones delictivas, y se debe garantizar la seguridad jurídica. Considero que los estados deben necesariamente buscar desarrollar herramientas jurídicas comunes que protejan, a la industria y a los usuarios, de acciones ilegales. Es fundamental que entiendan que en Internet no hay límites jurisdiccionales. Internet es un espacio y una herramienta global.
Me inclino por la búsqueda de soluciones consensuadas para éstas temáticas, no creo que una guerra digital contra la censura sea útil, para nada. Me parece ridículo plantear esas líneas de acción, propias de quienes no entienden correctamente como funcionan las cosas.