Alemania, el rechazo social a los corruptos.- "La empresa alemana para la que trabajaba había pagado sobornos generalizados para la obtención de contratos. Cuando el escándalo salió a la luz cayó la cúpula de la compañía. Él pasó por la cárcel, aunque poco tiempo. Al salir, acudió a jugar al golf a su club de toda la vida. Terminó su último hoyo, y entró a comer en la cafetería social. Al verle, los presentes se pusieron en pie y abandonaron el recinto, dejándole solo. Él acabó su comida. Volvió a su casa. Se suicidó". Vía Menéame de eFenix.
El post tiene que ver con la nota: El suicidio de un financiero corrupto, publicada en Cotilzalia.
Es evidente que el hombre se avergonzó por la "condena social" que se ejerció sobre él. Pero bueno, estamos hablando de un País con una sociedad exitosa, algo que desde aquí, de Argentina, señalamos como una sociedad civilizada.
El tema es que aquí no tenemos una sociedad exitosa, difícilmente vemos ejemplos de "vergüenza", y casi con seguridad que la "condena social" no existe.
Vemos como muchos llegan a un puesto con lo puesto, y al poco tiempo son ostentosos nuevos ricos, como dijo alguien ya, "vienen a pié o en bicicleta, y se van en 4X4".
Por estos tiempos, esos son los "capos" (como héroes), los que "sabiamente" hicieron la diferencia "llenándose".
Así estamos, y así nos va.