Era previsible que algunos sistemas de gobierno no estén muy de acuerdo con "fenómenos" como la Primavera Árabe. Es conocido que varios regímenes señalados como "poco democráticos" han desarrollado sistemas de control del uso de Internet, como parte del control que ejercen sobre su propia población.
En Rusia, a principios del pasado mes de Agosto, se conoció la
noticia que el ministro del Interior ruso, Rashid Nurgaliyev había pedido "establecer ciertos límites a Internet para impedir una caída de los valores culturales tradicionales entre los jóvenes, aumentando los temores de los usuarios sobre un control en la Red".
Aunque luego el primer ministro de Rusia Vladimir Putin, declaró que "los estados modernos no deberían restringir la libertad de Internet", intentando disipar las preocupaciones de los usuarios rusos, por que el Gobierno pudiera actuar contra los disidentes de cara a las elecciones, pocos quedaron tranquilos.
De hecho, trascendió que los usuarios rusos de Internet "temen que el gobierno imponga límites al estilo chino en la Red para evitar que se produzca una "Primavera árabe" antes de las elecciones presidenciales".
Según las
noticias "los ataques de denegación de servicio a la página de blogs más popular de Rusia que han tenido lugar este año avivaron los temores a que las autoridades quisieran controlar el uso de Internet antes de las elecciones al parlamento de diciembre y las presidenciales del año que viene".
Vía una buena amiga, a través de un comentario en una red social , hoy me entero de la
noticia que en Rusia se reunieron en un viejo bunker de la Guerra Fría, una organización aún sin nombre de jóvenes rusos que tendrían la "misión" de iniciar una guerra de información en línea para evitar un levantamiento, del tipo primavera árabe, en Rusia.
Según la
noticia, en base a los informes del diario Nezavisimaya Gazeta (NG), el miércoles, los participantes del proyecto se reunieron en el Moscow’s Cold War Museum, también conocido como Bunker-42, oculto a 65 metros bajo Taganka.
Las fuentes señalan que el objetivo del nuevo grupo se cree que es la prevención de un escenario de Primavera Árabe en Rusia, y conseguir apoyo para el gobierno ruso. Los organizadores afirman que no tienen vínculos con el gobierno y que no son un movimiento pro-Kremlin. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que la nueva organización podría convertirse en el ala juvenil del recién creado "Frente Popular de toda Rusia", encabezado por el primer ministro Vladimir Putin.
Se señala que los coordinadores de la reunión tendrían vínculos con el movimiento pro-Putin, "Nashi" (Nuestro Pueblo). Artur Omarov, uno de los ex líderes de Nashi, que ahora dirige el fondo de "Política para la juventud-2020", destacó el miércoles que estaban listas las tareas clave, para los jóvenes miembros del grupo, que incluyen la creación de clips de vídeo para Internet, que potencialmente podría convertirse en popular entre los internautas. Los jóvenes activistas contarán con todo el equipamiento necesario.
La nota también informa que la fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, afirmó que las redes sociales deben ser controlados por el Estado a fin de evitar levantamientos de estilo londinense. "Ustedes vieron lo que pasó en Londres", dijo en una reunión del Consejo de Coordinación de Fiscales Generales en Minsk. "En mi opinión, el problema es evidente y tenemos que traer a las redes sociales bajo un control razonable - simplemente para proteger las libertades de los ciudadanos".
La nota señala que bloggers rusos se sintieron ofendidos por la idea, que ven como censura política y un ataque a la libertad.
Hoy en Rusia aún gran parte de los medios son estatales, las protestas en las calles están estrechamente restringidas. Internet es uno de los puntales de la libertad de expresión. Hay bloggers que critican al Gobierno que tienen muchos seguidores.
Durante los disturbios de la 'primavera árabe', el servicio de seguridad nacional ruso afirmó que el empleo incontrolado de proveedores de comunicación como Gmail, Hotmail y Skype podría amenazar la seguridad nacional.
Hay 53 millones de internautas, menos del 40% de los rusos tienen acceso a Internet, se los considera una minoría, urbana y cultivada que aún pueden criticar al poder o buscar información más allá de los medios controlados por el Gobierno.
La blogger Elena Kalúzshka, en la Fundación Sájarov de Derechos Humanos, la dicho que "las autoridades pueden bloquear páginas acusándolas de extremismo, una definición poco clara, dice, en la legislación rusa". "El poder dice defender el bienestar de la población pero en realidad teme a los ciudadanos. Aunque no a todos, sino a los que se mueven en Internet. Teme a la libertad de opinión", manifestó Kalúzshkaya.
Definitivamente es un tema interesante de seguir. Repito que tengo la impresión que los regímenes totalitarios no están siendo tolerados por la gente en éste "nuevo mundo". Como en los países árabes la gente está buscando mejorar su calidad de vida con sistemas más democráticos e igualitarios y todo el mundo está atento a ello, un tema que aquellos políticos con fuertes pretensiones de poder deben considerar seriamente. Se verá que pasa.
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