Cómo dejar de ser un "ciberidiota" (y qué consecuencias puede traer serlo).
Por Mark Ward y Matthew Wall, publicado por BBC News.
Los humanos solemos ser la pieza que más falla en los mecanismos de seguridad que protegen la privacidad de la información que tenemos en nuestro computador o en internet.
Entonces, ¿cómo podemos dejar de ser unos ciberidiotas?
Cuando uno llama al soporte técnico de algún servicio informático, muchas veces lo hace sabiendo que el experto que está al otro lado debe pensar que somos idiotas. El suspiro que sueltan en muchas ocasiones al contarle nuestro gran drama les delata.
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Foto de Getty Images, vista en BBC |
Inlcuso tienen una palabra para definir a gente como yo:PEBKAC, que en inglés corresponde a las siglas de "Hay un problema entre el teclado y la silla" (Problem Exists Between Keyboard and Chair).
En otras palabras, el problema es el usuario.
Pero antes de ofenderse por la actitud o preguntas básicas de nuestro interlocutor es conveniente hacernos unas cuantas a nosotros mismos:
¿Cuándo fue la última vez que cambiaste tu contraseña? ¿Para cuántas cuentes utilizar la misma clave? ¿Cuándo hiciste la última copia de seguridad? ¿Y cuántas veces te venció la curiosidad y pinchaste en el link que venía en un correo de origen dudoso?
Efectivamente, cada año nos recuerdan lo ingenuos que somos a la hora de elegir contraseñas: la clásica 123456 y frases sencillas como "tequiero" o "bienvenido" siempre se cuelan en las listas de las claves que más riesgos representan para la seguridad.
Contraseñas como estas podrían ser superadas, seguramente sin mucha dificultad, por un niño de dos años que se pase unas cuantas horas aporreando el teclado con algún juguete.
Pero, si todos los años nos dicen la mismo ¿por qué sigue ocurriendo?
La respuesta es que somos vagos.
"Mucha gente olvida su contraseña y luego solo usa la clave temporal que les dio el departamento de informática ", dice Thomas Pedersen de OneLogin, una compañía de seguridad en internet.
"El problema es que estas contraseñas temporales a veces pueden durar un mes". Entonces, en una organización grande, hay potencialmente cientos de personas que usan la misma contraseña.
"Esto los hace vulnerables a un ataque de seguridad cuyo objetivo es tomar las contraseñas más comunes y probarlas en millones de cuentas", explica Pedersen.
"Los hackers lograrán su objetivo una vez por cada 5.000 o 6.000 intentos de entrar en el sistema", agrega.