Día sábado, hizo un muy buen día, climáticamente hablando, luego, pasado el medio día, se vino un viento sur y nos cubrió de tierra. Por la mañana salí cámara en mano a darle un paseo a nuestro paseo. Se lo veía bastante limpio y tranquilo, como nos gusta a los vecinos.
Lamentablemente hay algunos detalles, la fuente sigue toda llena de suciedad y sin funcionar, cosa que realmente lamentamos. Es cierto que muchos, al principio, veíamos lo que aparentemente será su destino (ojalá nos equivoquemos), un lugar que sólo servirá para que se acumule mugre y un peligro en épocas de mucho calor y humedad, por el tema mosquitos y otras plagas (algunas bípedas). Pero cuando la vimos funcionando, sobre todo de noche con sus luces, realmente nos gustó mucho y la cuidábamos, ¿será por eso que esos vándalos la atacaron?.
El otro tema es que la sequía está dejando sus huellas en el paseo. Agosto y Septiembre son los meses con mayor déficit hídrico del ciclo hidrológico anual de Santiago. En ésta época comienzan los vientos cálidos del norte que agravan aún más la seca. Hay que recordar que este año tuvimos una anomalía climática, fue un invierno suave y en julio varias semanas con un calor, anormal para la época, que confundió a la misma flora de la región, gran parte de los lapachos florecieron por ello.
El paseo casi que ha perdido sus coberturas de pastos, dejando grandes manchas de suelo desnudo, que los vientos seguramente los afectaran, generando la consecuente voladura de los mismos y ensuciando las casas de los frentistas. Bueno sería que los muchachos de la muni tomen las medidas del caso y se organicen reponiendo la cobertura vegetal y regándola más seguido.