El concepto de ciberguerra no es nuevo, pero estas últimas semanas ha tomado una dimensión especial. Cuando el pasado 24 de febrero las tropas rusas invadieron Ucrania y comenzaron los bombardeos, en realidad Rusia llevaba ya varios años atacando sistemáticamente a su país vecino.
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Las fuerzas rusas reanudaron las operaciones ofensivas contra las afueras
occidentales de Kiev (Kyiv) el 2 de marzo después de hacer una pausa para reabastecerse del 27 de
febrero al 1 de marzo. Lanzaron operaciones ofensivas en Zhytomyr Oblast,
expandiendo su envolvimiento de Kyiv, probablemente para flanquear una
resistencia ucraniana más fuerte de lo anticipado y contraataques ucranianos
limitados en las afueras de Kyiv.
Mapa General: Ejes de invasión, zonas invadidas, rutas de
ingreso y principales acciones en los frentes Norte y Sur de Ucrania.
Editado con Google Earth Pro sobre imágenes satelitales Landasat
y Copernicus, con información del ISW y Agencias varias
Finalmente los rusos tomaron el Aeropuerto Antonov, pero en el área de
Hostomel se registraba un intenso combate de resistencia de los ucranianos,
que dificulta el avance ruso.
Las fuerzas rusas renovaron sus avances desde el noreste de Kyiv el 2 de
marzo, alcanzando una línea de aproximadamente 65 km desde el centro de la
ciudad en ese eje.
"El ataque ruso a Kyiv probablemente consista en un esfuerzo principal
destinado a envolver y, en última instancia, rodear la ciudad desde el oeste y
un esfuerzo de apoyo a lo largo de los ejes de Chernihiv y Sumy para rodearla
desde el este. Es probable que la larga columna rusa de vehículos de combate y
logística observada al norte de Kyiv en las últimas 48 horas apoye ataques
directamente a la ciudad desde las posiciones que las fuerzas rusas mantienen
en las afueras del noroeste de Kyiv. Sin embargo, es más probable que las
fuerzas rusas den prioridad al envolvimiento/cerco en los próximos días, en
lugar de un asalto directo a la ciudad" (ISW).
Las tropas rusas también realizaron esfuerzos de apoyo, uno para apoderarse
de Járkov (Kharkiv). Las fuerzas rusas reanudaron los asaltos frontales en
Kharkiv el 2 de marzo y continuaron utilizando armas de ataque aéreo,
aumentando el daño a la infraestructura civil y las víctimas civiles. Las
fuerzas terrestres rusas parecen estar realizando otro asalto frontal en
Kharkiv desde el noreste en lugar de envolver la ciudad y, probablemente, se
enfrentará a los bolsones de resistencia ucraniana.
El jefe del Consejo Nacional de Seguridad Ucrania, Oleksiy Danilov, dijo
que Ucrania frustró un intento de asesinato del presidente ucraniano
Volodymyr Zelensky el 2 de marzo. Danilov dijo que dos grupos de asesinos
chechenos participaron en el intento.
En el Sur de País, las unidades del ejército ruso en el eje de
Berdyansk, se reunieron con las unidades de la República Popular de Donetsk
(RPD) completaron el cerco de la ciudad de Mariúpol, el 1 de Marzo, y ayer
comenzaron a intentar ajustar el cerco sobre la ciudad de Mariupol y
comenzaron a bombardear la infraestructura civil en un probable intento de
obligar a la ciudad a rendirse sin un asalto directo.
La batalla en curso por el control de la ciudad capital de Ucrania, Kiev,
como parte de la ofensiva rusa de Kiev en la invasión de Ucrania de 2022, se
inició en la mañana del 25 de febrero.
Los componentes de las fuerzas rusas implican a fuerzas terrestres y
fuerzas aerotransportadas, entre las cuales se reconocen a la 76a
División de Asalto Aéreo de la Guardia y a la 104o Regimiento de Asalto
Aéreo de la Guardia. También se informó que las Fuerzas de
Operaciones Especiales rusas está en el teatro de operaciones.
Entre los componentes de las Fuerzas Armadas de Ucrania están: la 101a
Brigada de Protección del Estado Mayor; las Fuerzas de Defensa Territorial
con la Brigada de Defensa Territorial 112; la Guardia Nacional de
Ucrania; la Fuerza Aérea de Ucrania con la 40a Brigada de Aviación
Táctica; los Voluntarios civiles irregulares (milicia) y voluntarios
chechenos, y finalmente el Batallón Dzhokhar Dudayev.
A lo largo del día se desarrollaron enfrentamientos entre las defensas y
fuerzas de seguridad ucranianas con las tropas rusas que a modo de
incursiones penetraron la ciudad en varios sectores. Hubo intensos
enfrentamientos en Kiev la noche del 25 de febrero, y las fuerzas armadas
ucranianas afirmaron haber eliminado a unos 60 saboteadores rusos.
Las fuerzas armadas rusas tomaron y se atrincheraron en el aeropuerto
Antonov, que se encuentra en el suburbio de Hostomel en Kyivan. Fueron
atacados por los militares ucranianos y durante los combates por el
Aeropuerto Antonov, el control del aeropuerto ha cambiado de manos varias
veces.
En la mañana del 26 de febrero, la artillería rusa bombardeó la ciudad
durante más de 30 minutos. Al mismo tiempo, las fuerzas ucranianas
repelieron un ataque a una central eléctrica en el barrio nororiental de
Troieshchyna, la
BBC sugirió
que el ataque podría haber sido un "esfuerzo para privar a la ciudad de
electricidad".
También se produjeron intensos combates cerca del zoológico de Kiev, en el
barrio central de Shuliavka, donde las fuerzas ucranianas defendieron una
base militar en Prospect Peremohy.
Según el Presidente Zelenskyy, las fuerzas ucranianas lograron repeler la
ofensiva rusa y continuaron controlando la ciudad y las principales ciudades
circundantes. El toque de queda se extendió de las 5 pm a las 8 am y los
infractores debían ser considerados parte de los "grupos de reconocimiento o
saboteadores rusos". Según el Ministerio de Defensa británico, el
grueso de las fuerzas rusas se encontraba a 31 km (19 millas) del centro de
Kiev.
Las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania son
responsables de la movilización de voluntarios. El ministro del Interior de
Ucrania, Denys Monastyrsky, declaró que a los voluntarios en Kiev se les
habían entregado más de 25.000 rifles de asalto, con municiones, alrededor
de 10 millones de balas y lanzagranadas y granadas propulsadas por
cohetes.
Durante la madrugada del 27 de febrero, hubo algunos enfrentamientos con
saboteadores rusos en Kiev. Los funcionarios locales afirmaron que Kiev
seguía totalmente controlado por las fuerzas ucranianas por la mañana.
Desde el día 26 de febrero Rusia ve que su embestida inicial no tiene los
resultados esperados. Hasta finales del día 27 no ha logrado rodear y aislar
a Kiev con ataques mecanizados y aerotransportados como claramente había
planeado hacer.
Zonas invadidas, rutas de ingreso y principales acciones en el Norte
de Ucrania. Editado con Google Earth Pro sobre imágenes
satelitales Landasat y Copernicus, con información del ISW y Agencias
varias
"Las fuerzas rusas participaron en avances mecanizados más sencillos hacia
Kiev a lo largo de un frente estrecho en la orilla oeste del río Dnipro y en
un frente amplio hacia el noreste. Abandonaron temporalmente los esfuerzos
para apoderarse de Chernihiv y Kharkiv al noreste y este de Kiev y están
pasando por alto esas ciudades para continuar su avance hacia Kiev"
(ISW).
Los ataques rusos fallidos contra ambas ciudades fueron mal diseñados y
ejecutados y encontraron una resistencia más decidida y efectiva de lo que
Rusia probablemente esperaba.
Según los analistas, los éxitos rusos en el sur de Ucrania son los más
peligrosos y amenazan con trastornar las exitosas defensas y acciones de
retaguardia de Ucrania hacia el norte y el noreste.
El foco de la atención está en el frente Norte. "Rusia ha ido desplegando
nuevas fuerzas pesadas y de artillería al norte de Kiev desde el pasado
domingo. El grueso del contingente ruso que acecha la capital está a 30
kilómetros en esa dirección, según el servicio de inteligencia del Reino
Unido. Es la zona del aeropuerto de Gostomel, una instalación que los rusos
bombardearon hace días. Allí las fuerzas ucranias frenaron su avance" (El País).
Partes de las fuerzas rusas que se dirigen a Kiev, en la ruta P56
entre Prybirsk e Ivankiv. Visto en
EL PAÍS
En el día de ayer, alrededor de las 18:40 (hora local), Kiev fue
bombardeada con intensidad. Toda Kiev fue sacudida por dos violentas
explosiones que hicieron temblar todos los edificios. Alrededor de la 21, se
reiteró el bombardeo.
Hoy día 1 de Marzo, en medio del escepticismo por el diálogo en
Bielorrusia, las fuerzas de defensa de Kiev se prepara para un fuerte ataque
de un fuerte conjunto de fuerzas rusas que avanzan desde el norte y el
noreste. / Fuentes: información del ISW, EL PAÍS y Agencias varias
Actualización 01/03/2022. 13:31
Según el ISW, "es probable que las fuerzas rusas lancen un asalto renovado en el oeste de Kiev el 1 de marzo. Los ataques de las fuerzas ligeras rusas en las afueras de la ciudad no lograron progresar el 28 de febrero. Es poco probable que las fuerzas ucranianas capitulen".
"Las fuerzas rusas y bielorrusas pueden estar preparándose para una línea adicional de avance desde Bielorrusia hacia el oeste de Ucrania. El 38 de Bielorrusia La Brigada de Asalto Aéreo se desplegó en Kobryn, cerca de Brest, en el suroeste de Bielorrusia, el 28 de febrero. El Estado Mayor de Ucrania informó el 28 de febrero que existe una alta probabilidad de que las fuerzas bielorrusas se unan a las operaciones rusas".
"El gobierno ucraniano aumentó los esfuerzos de reclutamiento y el apoyo financiero a su ejército y varios gobiernos occidentales expresaron su apoyo a la intención de Ucrania de aceptar voluntarios extranjeros el 28 de febrero" (ISW).
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¿Estamos ante una guerra en Europa o ante la Tercera Guerra Mundial?
El conflicto es lo que menos necesitaba el planeta, justo cuando empezaba a
dejar atrás la pandemia; el enfrentamiento entre Estados es un fenómeno que
parecía distante en el siglo XXI, dominado por conflictos civiles o guerras
híbridas. Por Inés Capdevila, publicado por
La Nación.
Un grupo de personas intentan subirse a un ómnibus en Kiev,
Ucrania, tras el ataque ruso. (Foto AP/Emilio Morenatti). Vista
en
La Nación
Dos años de pandemia de coronavirus dejaron al mundo traumado por la
enfermedad, la muerte, el desánimo, la desunión, el desgaste de los gobiernos,
la recesión global y la inflación. Lo que menos necesitaba el planeta, justo
cuando empieza a dejar atrás la epidemia, acaba de suceder: otra guerra. Y no
es ya cualquier guerra, es un enfrentamiento entre Estados, un fenómeno que
parecía distante en el siglo XXI, dominado por conflictos civiles, como los de
la “primavera árabe”, o guerras híbridas.
La invasión total de Rusia a Ucrania marca el regreso del conflicto bélico
entre Estados que definió a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial. Una gran
potencia militar –la tercera a escala global- irrumpe en un país más pequeño,
que, a su vez, cuenta con el respaldo de otras naciones. La historia suena
dolorosamente conocida. Son, como la definió una fuente diplomática a la
agencia Reuters, “las horas más oscuras de Europa” desde 1945. ¿Está entonces
el mundo a las puertas de la Tercera Guerra Mundial? Algunas claves permiten
definir algunos escenarios que le esperan al planeta, incluida la Argentina.
1) ¿Es este el inicio de una nueva gran guerra global?
Las dos guerras mundiales involucraron y enfrentaron a las entonces mayores
potencias militares y políticas del mundo, Estados Unidos, Rusia y Gran
Bretaña, Alemania, Japón. El resto del mundo se dividió hacia un lado –los
aliados- o el otro –el eje-. Esta nueva guerra involucra directamente a
Rusia y a Estados Unidos, que, hasta este momento, insiste en que no
participará militarmente de la contienda en Ucrania.
Para convertirse en una verdadera guerra mundial debería intervenir la otra
superpotencia actual, China.
Xi Jinping y Vladimir Putin sellaron, hace tres semanas, una alianza
estratégica para contener a Estados Unidos en todos los frentes, desde el
económico y político hasta el cultural. Sin embargo, por ahora Pekín
parece bastante reticente a participar militarmente del conflicto. Dos
datos lo disuaden: las capacidades militares de Rusia y de China crecen
con firmeza, pero aún se si juntaran no sobrepasarían el poderío
norteamericano, de acuerdo con un informe de la corporación Rand, del año
pasado.
Por el otro lado, una guerra global atentaría contra la economía china y
contra dos de sus principales socios comerciales, Estados Unidos y la
Unión Europea (UE). Xi necesita una economía robusta para mantener la
calma dentro de China y afianzar su proyecto de poder.
Más que a las puertas de una tercera guerra mundial, el mundo está
entonces frente a la posibilidad de una nueva gran guerra europea. Eso, a
su vez, dependerá del panorama que se abra desde hoy.
2) ¿Qué escenarios se abren entonces?
En este momento, Putin tiene la iniciativa por la dimensión y velocidad
del escenario que Occidente pensaba menos probable: el de la invasión
total. En 12 horas, sus fuerzas entraron por el Norte, el Este y el Sur,
una estrategia que estremece a Ucrania y obliga a Estados Unidos y las
potencias europeas a repensar su respuesta.
El escenario que más prevén los funcionarios occidentales a esta hora es
que Putin instale sus fuerzas en Ucrania, desaloje al presidente
Voledymyr Zelensky y designe un “gobierno títere”. Ante semejante
demostración de fuerza, las sanciones propuestas por Estados Unidos y la
UE suenan a poco, y más si la ocupación deja a un Putin fortalecido,
dispuesto a rediseñar la arquitectura de seguridad de Europa,
restablecer las esferas de influencia de la era soviética y a alejar a
la OTAN de sus fronteras.
En ese caso, ¿qué le impediría avanzar sobre naciones que hoy, a
diferencia de Ucrania, sí son miembros de la Alianza Atlántica e incluso
de la UE, como Polonia, Estonia, Lituania o Letonia? Si esa fuera el
camino de Putin, Europa estaría ante una guerra continental.
¿Podrán las sanciones occidentales destinadas a asfixiar la economía
rusa y disuadir a Putin de una larga y dolorosa ocupación evitar ese
escenario? ¿O deberán Estados Unidos y la UE involucrarse militarmente?
Washington y Bruselas insisten en que sus botas no pisarán de ninguna
manera Ucrania; aún pagan los costos del fracaso de su misión en
Afganistán.
“Ucrania no es miembro de la OTAN, por lo que esa organización no
intervendría directamente. Todo depende ahora de la voluntad de lucha
que muestren los ucranianos. Y ahí sí habría varios países dispuestos
a ayudar con armas y entrenamiento. Es clave mirar la voluntad de
resistencia de los ucranianos”, opina, en diálogo con LA NACION,
Gonzalo Paz, profesor de la Universidad de Georgetown, especializado
en las relaciones de China y Rusia con América Latina.
La insurgencia armada de los ucranianos podría tornar, entonces, a su
país en una suerte de Siria europea, otro de los escenarios más
mencionados por los especialistas.
3) ¿Sufrirá más la economía del mundo?
Sí, esa es la mayor certeza que comparten, en ese momento, los
especialistas. Varias son las razones, resumidas con precisión en un
briefing privado divulgado por la consultora Eurasia hace apenas unas
horas: “La invasión rusa tendrá amplios efectos en la economía global,
ya que la combinación de sanciones occidentales, disrupciones de
guerra, y retaliación rusa conducirá a turbulencias en los mercados de
energía, a condiciones financieras más frágiles y a una demanda global
debilitada. El crecimiento del mundo industrializado se reducirá en al
menos un punto, las cadenas de suministro sufrirán y habrá más
proteccionismo”.
Rusia produce hoy el 10% de los 100 millones de barriles de petróleo
diario que demanda el mundo hoy para salir del bajón de la pandemia
y genera el 40% del gas que consume Europa.
Disrupciones en esos suministros afectarán directamente los precios
de la energía y derivarán, entre otras cosas, en mayor inflación
global. En ese escenario de vulnerabilidad económica global, los
países más frágiles sufrirán más que otros. En ese grupo está la
Argentina.
4) ¿Cuál es el impacto en la Argentina?
El efecto de la guerra en Ucrania sobre nuestro país es casi directo
por varias razones, sobre todo económicas y políticas. El primer
impacto directo ya se siente desde esta mañana: se dispararon los
precios de los cereales, una buena noticia ya que son la mayor
fuente de ingreso de divisas del país. Ucrania es el quinto
productor mundial de maíz y el séptimo de trigo (Rusia es el
quinto); la guerra hace temer que esa producción se paralice.
Las buenas noticias llegan hasta ahí. La Argentina sufrirá, y mucho,
con el precio del gas, directamente condicionado por la nueva
guerra. Putin ya comenzó a cerrar el grifo del gas a Europa hace
unos meses; la reducción de suministro fue compensada con la
importación de gas natural líquido, fundamentalmente desde Estados
Unidos y Qatar, que, a su vez, son los principales proveedores de
GNL de la Argentina.
Allí el precio que paga el país se verá impactado, un fenómeno que
se sentiría en el invierno e incluso condicionaría el precio de las
tarifas, eje central hoy de la discusión de un acuerdo con el FMI.
Es decir que el impacto de corto y mediano plazo de la guerra será
directo sobre la vida diaria de los argentinos y sus bolsillos.
A largo plazo el impacto será político. Y será profundo. Hace tres
semanas, el presidente Alberto Fernández visitó a Putin y le
confió que estaba decidido a cortar la “dependencia argentina” de
Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El timing
y el contenido de la reunión fueron cuestionados como
escandalosos. Hoy, visto en retrospectiva, esa definición queda
corta y ese viaje podría ser considerado como uno de los peores
errores de la política exterior de las últimas décadas.
En un momento crítico de las negociaciones con el FMI y en la hora
cero de la nueva guerra europea, la Argentina eligió alinearse con
Rusia. En Washington el impacto de esa decisión se siente en la
falta de acceso a las instancias claves de la administración de
Joe Biden. En el mundo, se sentirá con un mayor aislamiento de
nuestro país. Un mundo absolutamente imprevisible y, desde hoy,
mucho más peligroso. / Por Inés Capdevila, publicado por La Nación.
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Tropas rusas penetraron este jueves en la región del norte de Kiev desde
Bielorrusia para efectuar un ataque con misiles Grad contra objetivos
militares, dijeron guardias fronterizos ucranianos.
Los guardias fronterizos dijeron que la incursión terrestre había tenido
lugar en el puesto de control de Vilcha, unos 150 kilómetros al norte de
la capital ucraniana.
El ministro de Defensa de Bielorrusia, un país aliado de Rusia, anunció el
cierre del espacio aéreo vecino a la frontera con Ucrania para "garantizar
la seguridad" de su utilización.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció esta madrugada el inicio
de una operación militar especial en Ucrania según sus argumentos para
"proteger al Donbás", la región de los separatistas prorrusos. El líder
del Kremlin instó a las fuerzas del vecino país a deponer las armas e "ir
a casa".
De inmediato comenzaron los ataques en Kiev y otras ciudades
estratégicas de Ucrania, cuyo gobierno definió la ofensiva como una
"invasión" de su territorio. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden,
consideró "injustificado" el ataque y
anticipó que responderá junto a sus aliados
.
“Las circunstancias nos obligan a tomar medidas decisivas e inmediatas.
Las repúblicas populares de Donbás se dirigieron a Rusia con una
solicitud de ayuda. En este sentido, de conformidad con el Artículo 51,
Parte 7 de la Carta de la ONU, con la sanción del Consejo de la
Federación y en cumplimiento de los tratados de amistad y asistencia
mutua con la DPR y la LPR ratificados por la Asamblea Federal, he
decidido llevar a cabo una operación militar especial”, afirmó Putin en
la madrugada rusa.
Lo hizo en un mensaje que se emitió por televisión, donde aclaró que “su
objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de intimidación
y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años”.
“Para ello lucharemos por la desmilitarización y desnazificación de
Ucrania. Además de llevar ante la justicia a quienes cometieron
numerosos crímenes sangrientos contra civiles, incluidos ciudadanos de
la Federación Rusa”, avisó el líder ruso.
Minutos después del anuncio, en Kiev y otras ciudades ucranianas
comenzaron a
registrarse explosiones
y también cortes de luz. La capital ucraniana, de hecho, fue blanco de
los primeros bombardeos lanzados por Rusia.
Además, las fuerzas aerotransportadas del Kremlin estaban tratando de
tomar el control del aeropuerto de esa ciudad, según confirmó en
Twitter el senador estadounidense Marco Rubio, uno de los miembros de
la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski,
impuso
este jueves la ley marcial en todo el país. La comunicación la efectuó
en un video que difundió a través de su canal oficial de la aplicación
de mensajería Telegram.
“Rusia llevó a cabo ataques contra nuestra infraestructura militar y
nuestros guardias fronterizos. Se escucharon explosiones en muchas
ciudades de Ucrania. Por eso, estamos introduciendo la ley marcial en
todo el territorio de nuestro país", expresó Zelenski.
El ejército de Ucrania reveló en un comunicado, que derribó cinco
aviones y un helicóptero rusos en el este del país. Por su parte,
Rusia reportó la destrucción de los sistemas de defensa antiaérea y
sostuvo que dejó "fuera de servicio" las bases aéreas ucranianas ,
contra las que Moscú había lanzado horas antes una operación militar.
La advertencia de Putin
Putin advirtió a otras naciones que cualquier intento de interferir
con las acciones rusas resultará en "consecuencias que nunca antes han
visto.
“Quien intente interferir con nosotros, y más aún crear amenazas para
nuestro país, para nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de
Rusia será inmediata. Espero ser escuchado", manifestó.
Además, acusó a Estados Unidos y a sus aliados de desatender las
exigencias de Rusia de evitar que Ucrania se integre a la OTAN y de
ofrecerle a Moscú garantías en materia de seguridad y añadió que todos
los elementos de las fuerzas armadas ucranianas que depongan las armas
podrán salir de manera segura de la zona de conflicto.
En paralelo, Putin se dirigió a los militares rusos que se encuentran
en la zona de conflicto: "Estimados compatriotas, estoy seguro de que
los soldados y oficiales de las Fuerzas Armadas rusas dedicados a su
país cumplirán su deber con profesionalidad y valentía".
La respuesta de Estados Unidos
Mientras tanto, Estados Unidos , a través de su embajadora en Naciones
Unidas, Linda Thomas-Greenfield, solicitó a Rusia que “se detenga” ,
que retorne “a sus fronteras” y que “regrese las tropas al cuartel”.
El presidente Biden
acusó a Putin
de lanzar un ataque "no provocado e injustificado" contra Ucrania y
de apostar por una "guerra premeditada" que provocará pérdidas
"catastróficas".
Mediante un comunicado oficial difundido por la sala de prensa de la
Casa Blanca, el mandatario estadounidense aseguró que estará
"monitoreando" el conflicto entre ambas naciones europeas y precisó
que recibirá "actualizaciones periódicas" de su equipo de seguridad
nacional.
“Solo Rusia es responsable de la muerte y la destrucción que este
ataque traerá y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de
una forma unida y decidida. El mundo hará que Rusia rinda cuentas”,
dijo Biden en un breve comunicado.
Anticipó también que el jueves por la mañana se reunirá con sus
homólogos del G7 antes de dirigirse a los estadounidenses para
"anunciar más consecuencias" contra Rusia, por "este innecesario
acto de agresión contra Ucrania y la paz y seguridad globales".
“También nos coordinaremos con nuestros aliados de la OTAN para
asegurar una respuesta fuerte y unida que disuada cualquier agresión
contra la Alianza”, agregó Biden.
En la misma dirección se pronunció la OTAN. Lo hizo a través de su
secretario general, Jens Stoltenberg, quien condenó el "ataque
temerario y no provocado" de Rusia a Ucrania y alertó que ponía
"incontables" vidas en riesgo.
"Una vez más, a pesar de nuestras repetidas advertencias e
incansables esfuerzos para utilizarnos en la diplomacia, Rusia ha
escogido el camino de la agresión contra un país independiente y
soberano", agregó el diplomático en un comunicado.
Stoltenberg consideró que se trata de “una grave violación del
derecho internacional y una grave amenaza para la seguridad
euroatlántica ” y anunció una reunión de los aliados de la OTAN para
abordar las “consecuencias de las acciones agresivas de Rusia”. /
Publicado por Clarín. Con información de agencias.-
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Los líderes en Bruselas miran con atención los movimientos de Vladimir
Putin. Cómo sería una eventual invasión.
El reconocimiento de las regiones del
Donbass
por parte del gobierno ruso y de la Duma y la inmediata entrada de tropas
rusas en esas regiones elevó la tensión en la zona. Y encendió las alarmas
en el mundo entero.
La Unión Europea reaccionó el martes mismo aprobando una primera ronda de
sanciones
limitada a una lista de personas y, sobre todo, a bloquear el acceso a los
mercados financieros europeos a tres bancos rusos.
Alemania suspendió la autorización del nuevo gasoducto Nord Stream II. Si
Rusia sigue adelante en Ucrania habrá más sanciones.
Fuentes de la Unión Europea apuntan a otra medida que les hace pensar que
un conflicto mayor es casi inevitable.
La diplomacia del bloque está vigilando las señales que le pueden indicar
por dónde irán los tiros de Putin y entiende que la alarma es ahora más
evidente por varias razones y que Putin
sí atacará
Ucrania.
Vehículos del ejército de Rusia, este miércoles, en una estación
de trenes en la región de Rostov. Foto: EFE. Visto en
Clarín
1- El reconocimiento de Donetsk y Lugansk
La primera señal fue el reconocimiento de las autoproclamadas repúblicas
de Donetsk y Lugansk. Moscú no reconoció el territorio que ahora mismo
ocupan sino la totalidad de esas regiones según el mapa de las
provincias de Ucrania.
Eso hace que el territorio reconocido por Moscú suponga más del doble
del que ahora controlan los separatistas.
Si intentan conquistar el que no controlan, con tropas rusas ahora
oficialmente a su lado, provocarían un choque armado entre el Ejército
ucraniano y el ruso en un frente de cientos de kilómetros.
2- El ultimátum a Kiev
Otra de las señales que los líderes europeos miran con preocupación es
que Putin lanzó el martes es un ultimátum a Kiev por el que le exige
que Ucrania se desmilitarice, que
renuncie a ingresar
en estructuras occidentales como la OTAN y la Unión Europea.
Pero sobre todo, le exige que reconozca que la provincia de Crimea es
territorio ruso.
Crimea fue anexionada por Rusia a la fuerza en 2014, luego de un
conflicto armado que hasta ahora ya dejó cerca de 14.000 muertos.
3- Avance militar
La tercera señal es de estrategia militar. El despliegue de las
Fuerzas Armadas rusas se acerca cada día a la frontera de Ucrania y en
algunos puntos, como cerca de la ciudad ucraniana de Jarkov, las
tropas, carros de combate y artillería están apenas a 15 kilómetros
del paso.
La BBC habla de que grupos de tropas están movilizadas en lo que los
militares llaman “despliegue táctico”, unos preparativos que no pueden
sostenerse más allá de unos pocos días.
La cadena británica publicó nuevas imágenes de satélite que muestran
esos movimientos.
La BBC también cuenta que las Fuerzas Armadas rusas están moviendo
en los últimos días junto a sus tropas unidades de apoyo logístico e
incluso hospitales de campaña con reservas de sangre.
La
supuesta retirada
de tropas que anunció Rusia el pasado fin de semana es otra señal
que alertó a la diplomacia europea.
Ni el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ni el
canciller europeo, Josep Borrell, se creyeron que Rusia estuviera
realmente retirando tropas de fronteras.
Ahora, las fuentes aseguran que Rusia simplemente movió grupos de
tropas desde cuarteles provisionales donde las tenía movilizadas
desde enero hasta localizaciones más cercanas a Ucrania desde donde
podrían lanzar un ataque.
Más de la mitad de las tropas rusas cerca de Ucrania, tanto en Rusia
como en Bielorrusia, están ahora mismo, estiman las mismas fuentes,
a menos de 50 kilómetros de la frontera ucraniana. La mitad de esas
tropas en situación de despliegue táctico.
Bruselas sí entiende que los medios desplegados por ahora por Rusia
no son suficientes para un ataque masivo que busque ocupar toda
Ucrania, un país de 44 millones de habitantes y más de 600.000 km2.
El ataque, estiman esas fuentes, buscaría capturar puntos estratégicos,
destruir nodos de comunicación, impedir el trabajo del Gobierno y
sobre todo controlar Kiev (casi tres millones de habitantes) para
imponer un cambio de régimen.
Otros escenarios posibles, según estas fuentes, serían ataques
contra infraestructuras como centrales energéticas, de
comunicaciones móviles, de internet y de transportes.
Ucrania tiene en Zaporijia la tercera mayor central nuclear del
mundo con seis reactores y una potencia combinada de casi 6.000 MWh.
Rusia puede cerrar el acceso al Mar Negro y al Mar de Azov a
Ucrania, alterando sus cadenas de suministros, sus exportaciones e
importaciones y en general su actividad económica. / Por Idafe
Martín, publicado por Clarín. Bruselas, especial CB.-
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Son momentos claves en los que se espera el resultado de las acciones
diplomáticas para superar el conflicto, sin embargo tanto Rusia como la OTAN
y Ucrania están movilizando sus fuerzas, ocupando posiciones en el posible
teatro de operaciones. La posibilidad de enfrentamiento es cada vez más
real.
Rusia-Ucrania: por qué una posible invasión rusa a Ucrania hace temer
que Europa esté más cerca de una guerra de lo que ha estado en
décadas.
Por Katya Adler, Editora de Europa, BBC News. Publicado por
BBC Mundo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este miércoles que cree
que su homólogo ruso, Vladimir Putin, "intervendrá" en Ucrania, pero no
quiere una "guerra en toda regla". Lo hizo después de que EE.UU.
reafirmara, junto a la Unión Europea, la OTAN y la OSCE la defensa de la
"arquitectura de seguridad europea existente" y su determinación de
resolver por la vía diplomática la crisis con "un frente transatlántico
fuerte, claro y unido". Su secretario de Estado, Antony Blinken, quien se
reunirá este viernes con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia
Serguéi Lavrov en Ginebra, advirtió que Rusia podría atacar a Ucrania "en
muy poco tiempo". En este texto, Katya Adler analiza la situación desde el
punto de vista de Europa.
"Europa está más cerca de la guerra ahora de lo que ha estado desde la
desintegración de la antigua Yugoslavia".
Son las duras palabras de advertencia de un alto diplomático de la Unión
Europea con quien acabo de hablar extraoficialmente sobre las tensiones
actuales con Moscú, debido a su enorme refuerzo militar en la frontera con
Ucrania.
El estado de ánimo en Bruselas es nervioso. Existe un temor real de que
Europa pueda estar cayendo en su peor crisis de seguridad en décadas.
Ucrania culpó a Rusia por el hackeo
que afectó sitios web de su gobierno, alegando que Moscú está involucrada en
una creciente “guerra híbrida” en su contra.
"Oleh Derevianko, experto en seguridad cibernética en Kiev, dijo a The
Associated Press que los hackers penetraron las redes gubernamentales a través
de un proveedor de software compartido en un ataque a la cadena de suministro
similar al caso de ciberespionaje ruso SolarWinds 2020 que tuvo como blanco el
gobierno de Estados Unidos" (La Nación / AP).
Tras una semana de conversaciones fallidas para destrabar la crisis con
Occidente por la seguridad de Ucrania, Rusia describió el domingo a la OTAN
como una “herramienta de confrontación”, mientras desde el gobierno de Kiev
acusó a Moscú de un masivo ciberataque a las oficinas del gobierno.
El vocero del gobierno ruso, Dimitri Peskov, en una entrevista con CNN,
advirtió que la tensión entre el Kremlin y la Alianza Atlántica se está
acercando a una “línea roja” debido al apoyo militar de Occidente a Ucrania.
Peskov negó cualquier intención de invadir territorio ucraniano, una acusación
que calificó como “una locura”, y consideró necesario mantener tropas cerca de
la frontera porque Rusia “no puede tolerar” que la OTAN “se abra paso
gradualmente” en Ucrania.
Rusia exige que la OTAN prohíba la incorporación de Ucrania y otros Estados de
la antigua Unión Soviética a las filas de la Alianza Atlántica y que haga
retroceder sus fuerzas a las posiciones que ocupaban en 1997.
Paralelamente,
Rusia y Bielorrusia inician maniobras militares. Son ejercicios de combate por la agravación de la situación
político-militar y el aumento de tensiones en Europa, según se informó en
Minsk.
"Los próximos ejercicios de preparación y de combate se realizan debido a la
agravación de la situación político-militar en el mundo y al aumento continuo
de las tensiones en Europa, sobre todo en las fronteras oeste y sur de
Bielorrusia", dijo el Ministerio de Defensa bielorruso en un comunicado.
Bielorrusia limita con Polonia, Lituania y Letonia, miembros de la OTAN y
adversarios de Rusia, como también lo es Ucrania.
Está pasando lo mismo que pasó cuando la toma de Crimea por los rusos. Todos
los países de la antigua URSS que se pasaron y se quieren pasar a la OTAN,
están en máxima alerta. En Polonia están muy activas milicias civiles que se
han venido armando desde hace años en prevención a la posible invasión rusa.
En 2014, "en respuesta a una revolución pro occidental en Ucrania", Rusia
anexionó la península ucraniana de Crimea y es en gran parte considerada un
apoyo militar de los separatistas prorrusos del este de Ucrania, escenario de
una guerra desde hace ocho años.
Suecia no descarta un ataque y mueve tropas al Mar Báltico, reforzó su contingente en la isla de Gotland, tras el fracaso de las
negociaciones para evitar una guerra en Ucrania. Suecia, miembro de la Unión
Europea pero no de la OTAN (aunque crece el debate en el país para adherirse a
la Alianza Atlántica), reforzó durante el fin de semana su contingente militar
en la isla de Gotland, una especie de portaaviones natural plantado en el
centro del Mar Báltico.
Alemania y el Reino Unido realizaron declaraciones en apoyo al Gobierno
ucraniano. "La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock,
afirmó el lunes en Kiev que Alemania hará todo lo posible para garantizar la
seguridad de Ucrania, al tiempo que reiteró su deseo de mantener un “diálogo
serio” con Rusia. Por su parte, el ministro de Defensa del Reino Unido, Ben
Wallace, anunció este lunes en el Parlamento un acuerdo para proveer a Ucrania
de nuevo armamento para incrementar su “capacidad defensiva”." (Infobae / AFP y EFE)
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Las guerras convencionales están en desuso, incluso cuando se llevan a cabo
en territorios alejados del eje occidental, como hemos podido ver con la
retirada de Estados Unidos en Afganistán.
Eso no significa que los conflictos armados estén desapareciendo. En
absoluto. Simplemente que el formato tradicional en el que dos ejércitos
oficiales se enfrentaban a cañonazos -o con misiles- está cambiando hacia un
modelo menos aparatoso y más discreto, pero con el mismo objetivo de
desestabilizar y asfixiar al enemigo para obtener una ventaja de tipo
económico, diplomático o militar. Internet, los medios de comunicación y un
gasoducto pueden ser tan efectivos como los tanques y los buques de guerra
lo fueron en el pasado.
Soldados polacos en la frontera con Bielorrusia desplegados para
frenar la llegada de migrantes enviados por Bielorrusia Foto:
IREK DOROZANSKI HANDOUT / EFE Vista en
La Razón
Es lo que los expertos llaman “guerra híbrida”, un enfrentamiento que trasciende el espacio físico y donde los
contendientes usan como armas tropas no regulares, métodos terroristas,
ataques cibernéticos, financiación de partidos radicales, difusión de
noticias falsas y el envío de migrantes como instrumento para desestabilizar
al contrario, tal y como estamos viendo estos días en la frontera de
Bielorrusia con Polonia.
El término fue formulado hace años por Frank Hoffman (2007) la referirse a
ella como al despliegue de “diferentes modos de guerra, incluidas
capacidades convencionales, tácticas y formaciones irregulares, actos
terroristas que incluyen violencia y coerción indiscriminada, así como
desorden criminal”.
Para algunos expertos militares no es sino la actualización de la vieja
guerra de guerrillas desplegada por tantos países a lo largo de los dos
últimos siglos. La guerra híbrida, sin embargo, supone un avance en la
teoría militar al incorporar nuevos actores y estrategias como la propaganda
y la provocación.
Este tipo de enfrentamiento está protagonizado muchas veces por actores no
estatales. El ejemplo más claro es el del Estado Islámico y su campaña de
terror global con la decapitación en Siria y de periodistas y activistas
occidentales basada en la grabación de vídeos difundidos en las redes
sociales.
A continuación repasamos las cinco estrategias más habituales que definen
una guerra híbrida.
Tropas no regulares y operaciones especiales
En 2014, miles de soldados tapados con pasamontañas comenzaron a tomar y
patrullas los puntos estratégicos de la península de Crimea en una operación
especial que asombró a Occidente. No formaban parte de un ejército
reconocido ni reconocible, pero desde Washington se apuntó inmediatamente a
Rusia y en particular al Servicio de Inteligencia Militar Ruso (GRU), una
agencia conocida en la era soviética por sus métodos agresivos y su opacidad
en comparación con el KGB.
El envío de soldados no identificados se repitió posteriormente en el este
de Ucrania, donde Rusia reclutó y formó militarmente a residente locales
para enfrentar al Ejército de ucraniano. A veces también se utilizan
mercenarios y fuerzas “delegadas”, como sucedió en Crimea. Las fuerzas
paramilitares cuentan a menudo con abundante armamento y una logística muy
superior a lo que es frecuente entre milicianos o guerrilleros.
El envió de tropas regulares a las fronteras de países rivales es una
táctica cada vez más habitual. Rusia ha desplegado más de 100.000 tropas
cerca de la linde con Ucrania en un ejercicio que Washington denuncia como
una provocación si bien Moscú ha negado que tenga la intención de iniciar
una invasión de su vecino.
Sobre que no le faltan problemas al Planeta, no pocos están advirtiendo
que se desarrolla una guerra híbrida, no ha habido una declaración oficial de apertura de hostilidades, pero
Occidente, China y Rusia están en pleno conflicto.
Centro de Operaciones Cibernéticas en Fort Gordon, Ga. Foto
del U.S. Army,/ Michael L. Lewis
"Protagonizan una silenciosa ‘guerra híbrida’, esa que combina ofensivas
convencionales (militares) y no convencionales (ciberataques, terrorismo,
campañas de desinformación y presión económica) para desestabilizar a uno
o varios países. Los ataques híbridos pueden ser obra de gobiernos, pero
también de actores no estatales, como empresas, grupos de presión u
organizaciones terroristas" (José Javier Rueda / Heraldo).
China recientemente fue acusada por Estados Unidos, la OTAN y la UE de orquestar una campaña global
de ciberataques.
Se señala que la ciberguerra es cada vez más virulenta. La situación es
tal que las discusiones sobre ciberseguridad y ciberguerra ganan terreno
en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para asegurar el
comportamiento responsable de los estados en este nuevo dominio...sigue
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En no pocos países industrializados los grupos de industriales y de
comercio esperan una mayor inversión en servicios de inteligencia
gubernamentales para proteger sus activos.
Entre el 60 y 70% de los profesionales y responsables de seguridad de la
información encuestados advierten que los ataques de ransomware y la
ciberguerra (CiberTerrorismo, CiberCrimen, CiberActivismo) son una amenaza
creciente, otras amenazas cibernéticas más tradicionales siguen estando en
vigor con fuerza.
"Ciberguerra, ransomware y otros términos relacionados con la
ciberseguridad son conceptos que no siempre resultan fácilmente
entendibles por todos dentro de las organizaciones, lo que en ocasiones
dificulta la obtención de apoyos y la asignación de presupuestos. El 53%
de los profesionales de seguridad de la información españoles cree que
para revertir esta realidad es necesario dar un giro drástico a su
comunicación" (Bitdefender).
Organizaciones terroristas y grupos criminales utilizan el ciberespacio
para explotar las vulnerabilidades de sus enemigos o rivales. ¿Cuál es el
escenario de conflictividad global en el que estas prácticas tienen lugar?
Desde mediados de la década de los 80, la informática ha abandonado el
ámbito estrictamente científico para ocupar un lugar cada vez más
importante en nuestra vida cotidiana. En particular, de la mano de los
dispositivos móviles, su presencia llegó a volverse omnipresente. El
desarrollo de la llamada “internet de las cosas” (IoT) indica que esta
situación se acentuará aún más en el corto y mediano plazo. El sociólogo
Manuel Castells ha ayudado a dimensionar cuantitativamente la cuestión,
al indicar que, a fines del año pasado, los usuarios de internet
rondaban los 4200 millones, contra apenas 40 millones en 1996; mientras
que los aparatos de telefonía celular, que en 1991 eran unos 16
millones, en la actualidad estarían superando los 7000 millones.
Como es sabido, este fenómeno presenta un nítido correlato en el campo
de la seguridad, donde ocupa un lugar central el acceso a los llamados
“comunes globales”, dominios que no están bajo el control ni bajo la
jurisdicción de ningún Estado, pero cuyo uso es objeto de competencia
por parte de actores estatales y no estatales de todo el planeta. Así
las cosas, a los cuatro dominios o ámbitos tradicionales de la defensa
–terrestre, marítimo, aéreo y aeroespacial– se sumó el cibernético, que
los atraviesa. La ciberseguridad atiende a las amenazas que se
desarrollan en este quinto dominio, el ciberespacio, y alcanza todos los
niveles de la interacción social, desde las relaciones interpersonales
hasta las dinámicas del tablero global. En este último plano, en forma
recurrente, se ejecutan ciberataques de diferente tipo, en función de
variados objetivos estratégicos. Como bien señala un especialista
español, hoy estos ataques responden a estrategias de poder, coacción e
influencia deliberadas.
Ciberterrorismo: acción y reacción
Las cuestiones de ciberseguridad no han disminuido en intensidad
durante el presente año. De hecho, en la reunión del Foro de Davos
celebrada en el mes de enero, el secretario general de la ONU, António
Guterres, incluyó las amenazas tecnológicas entre los cuatro “jinetes
del Apocalipsis” que provocan incertidumbre e inestabilidad globales.
Completaron la lista el cambio climático, la desconfianza de los
ciudadanos en sus instituciones y las tensiones geopolíticas. Esta
pesimista lectura no se vio modificada a partir de la aparición del
COVID-19 y la pandemia que se propagó a lo largo de grandes regiones,
y frente a la cual la población aún no tiene inmunidad. Por el
contrario, desde la eclosión de esta difícil situación sanitaria que
alcanzó a cada rincón del planeta, el ciberespacio ha sido escenario
de numerosos acontecimientos, protagonizados por actores estatales y
no estatales.