Argentina prepara purga masiva en agencia de inteligencia tras muerte de fiscal: fuentes oficiales.
Por Nicolás Misculin para Reuters.
BUENOS AIRES (Reuters) - Argentina hará una profunda depuración de espías como parte de una reforma a sus servicios de inteligencia, que quedaron en el ojo de la tormenta con la muerte de un fiscal que denunció a la presidenta Cristina Fernández, dijeron fuentes oficiales.
El Gobierno culpó a ex agentes desplazados de la Secretaría de Inteligencia (SI) de haber estado enredados en la impactante -y no esclarecida- muerte del fiscal Alberto Nisman, y creó por ley una nueva agencia que será sometida a mayores controles.
La iniciativa, aprobada el jueves por el Congreso, da pocas pistas sobre qué pasará con los viejos espías, pero una fuente gubernamental aseguró que el Gobierno prevé muchos despidos luego de que la presidenta dijera que parte de los servicios estaban "fuera de control" y tenían prácticas "siniestras".
"Se va a echar mucha gente. Va a haber una revisión en serio", dijo a Reuters la fuente, que pidió que no se revelara su identidad. "La idea es echar a todos aquellos que no son confiables para el Estado o que trabajan también para otros servicios".
La nueva ley estipula que las escuchas telefónicas, una herramienta que suele ser usada con fines turbios, quedarán bajo el control de los fiscales. Los gastos del aparato de inteligencia también tendrán una mayor supervisión.
La norma, que fue criticada por la oposición al considerar que establece escasos controles sobre los espías, prevé que los agentes de la actual central sean incorporados por la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en un plazo de 90 días. La purga se haría en ese lapso.
"No hablemos de purga, es una palabra fea, digamos que algunos serán retirados", señaló otra fuente del Gobierno.
La diputada oficialista Graciela Giannettasio dijo a Reuters que los despidos son una opción prevista en la ley.
Pero algunos políticos opositores temen que una purga termine llevando a militantes afines al Gobierno a los servicios de inteligencia, en lugar de designar agentes profesionales.
"El kirchnerismo en el final de mandato deja copadas las áreas de inteligencia", señaló recientemente la diputada opositora Patricia Bullrich a medios locales.
A pesar de las críticas, Oscar Parrilli, designado hace poco como jefe de la Secretaría de Inteligencia y futuro líder de la AFI, aseguró que el Gobierno dará importancia "a la Escuela de Inteligencia para formar a los nuevos funcionarios".
ESPÍAS EN LA CALLE
La incógnita es qué sucederá con los espías que resulten despedidos, en un país en el que miembros de las fuerzas de seguridad han terminado involucrados en actividades criminales y agentes de inteligencia han sido acusados de delitos como el de proxenetismo.
"No es un tema para preocuparse", dijo a periodistas el flamante jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sobre el hecho de que queden espías desocupados.
Nisman fue hallado con un disparo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires, un día antes de discutir con diputados la acusación que había presentado contra la presidenta por supuestamente encubrir a los iraníes acusados de un ataque antisemita que dejó 85 muertos en 1994.
Aunque la hipótesis más fuerte indica que se trató de un suicidio, los investigadores no descartan estar ante un homicidio o un suicidio instigado, en medio de una turbia trama.
De acuerdo con la versión del Gobierno, un veterano y poderoso ex espía que trabajaba con Nisman, Antonio Stiuso, le dio información falsa al fiscal para que elaborara su denuncia, que el jueves fue desechada por un juez federal.
Stiuso fue despedido en diciembre. Funcionarios dicen que él y otros agentes se distanciaron hace dos años del Gobierno cuando las autoridades firmaron un acuerdo con Irán para investigar de manera conjunta el atentado, aunque el pacto nunca entró en vigor.
"Hay que pensar que hubo una rebelión de los servicios de inteligencia. Stiuso operó en contra de un tratado firmado con Irán", señaló la primera fuente del Gobierno.
Sin embargo, políticos opositores creen que Stiuso no es más que un chivo expiatorio que está siendo además denunciado por delitos que no tienen vínculo con la muerte de Nisman. / Por Nicolás Misculin para
Reuters. (Reporte adicional de Ricardo Mangano. Editado por Pablo Garibian).--
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