NOA: por la sequía, pronostican una cosecha pobre
En un relevamiento de zonas afectadas por la sequía en el NOA, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó un análisis regional que comprende a las provincias de Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y Salta.
En el caso de las tres primeras, la entidad se refirió al estado de los cultivos de verano y sostuvo que "a la fecha, el problema que se presenta en la zona es la falta de humedad disponible en el perfil para el normal desarrollo de los cultivos, lo cual es consecuencia de los escasos milímetros de lluvia registrados durante el período estival. Por esta razón, se espera una magra campaña para la mayoría de los cultivos implantados en la zona".
"Se ha registrado una importante merma en las productividades en cultivos como soja, maíz y sorgo. Simultáneamente, en lo que va de la campaña ya se han relevado pérdidas parciales y/o totales de área en cada uno de estos tres cultivos. Hacia el sur de la provincia de Tucumán y el Sudeste de Catamarca, puntualmente en la zona de La Cocha y Los Altos, los registros marcaron precipitaciones acumuladas de tan sólo 250 mm en el período comprendido desde noviembre 2012 a la fecha. En años normales, esta zona presenta buenas precipitaciones y ello trae aparejado elevadas productividades, sostenidas por las buenas características de los suelos de la región", explicó.
Puntualmente, la Bolsa aclaró que "en soja se registró un 60 % de pérdida de área implantada, y se esperan rendimientos que pueden promediar los 10 qq/Ha; en situaciones normales, esto podría llegar a los 25-28 qq/Ha. Los cuadros de maíz han soportado mejor el déficit hídrico, y esto se debe a que en su mayoría han sido implantados de manera tardía. Pese a ello, al momento de la recorrida el cereal presentaba un estrés termo-hídrico muy marcado que acortó el ciclo del cultivo. La cosecha aún no ha comenzado, pero se encuentra próxima a hacerlo; normalmente, debería dar inicio en un mes aproximadamente. Se esperan rendimientos muy heterogéneos, que van desde los 20 qq/Ha hasta lotes puntuales de 50 qq/Ha".
"En los departamentos de Leales, Cruz Alta y Burruyacu, encontramos una situación muy heterogénea respecto del estado general de los cultivos; misma condición se relevó en el Oeste de Santiago del Estero. Si bien el cultivo de soja presenta a simple vista una altura de canopeo considerable, e incluso con buena cantidad de vainas, el rinde esperado es muy pobre (de 4 a 14 qq/Ha). Esto se debe a que logró hasta dos granos por vaina y, además, los mismos son de tamaño pequeño. Por otro lado, los maíces se encuentran muy golpeados por la falta de humedad y por las altas temperaturas que soportaron, y se espera un rendimiento a cosecha próximo a los 20 qq/Ha", añadió.
En ese sentido, el informe expresó que "hay una zona puntual, comprendida por Los Ralos y Las Cejas, en donde los cultivos implantados como soja y maíz se encuentran en mejores condiciones, y los rindes promedios esperados serían de 10-15 qq/Ha y 40-45 qq/Ha, respectivamente. Esto se debe a que han acumulado mejores lluvias en comparación a otras localidades".
"Los cuadros de sorgo observados en la región presentaban escaso desarrollo y una alta heterogeneidad dentro de un mismo lote. A pesar de ser un cultivo al cual se lo considera con una mayor rusticidad, se observaba afección por la sequía y las plantas mostraban signos como acartuchamiento de las hojas, bajo porte y un pequeño tamaño de panoja", informó.
El relevamiento, que fue realizado durante una gira agrícola en el NOA, demostró que "Salta presentaba peores condiciones en relación a la región tucumano-santiagueña que fuera descripta. Esto se debe a que la ausencia de lluvias de gran caudal durante el período estival fue mayor, lo cual complicó la situación de forma considerable y, en consecuencia, ocasionó grandes pérdidas de área y de rinde potencial en cultivos como soja, maíz y sorgo".
"Al momento de la gira los cultivos ya estaban prácticamente entregados, encontrando en muchas ocasiones lotes de soja en plena cosecha. En comparación a un año normal, los cultivos estivales se adelantaron en más de un mes", siguió.
En cuanto al cultivo de soja, la parte más afectada según la Bolsa de Cereales es "la zona núcleo sojera (representa cerca del 60 % de este cultivo en la provincia), ubicada en el departamento de Anta (e.g. Piquete Cabado, Las Lajitas, J.V. González); allí, durante años normales este cultivo promedia un rendimiento cercano a los 28 qq/Ha. A la fecha, están en plena cosecha y obteniendo productividades que rondan los 300 a 900 kg/Ha, y sólo están trillando en general aquellos lotes que superen los 400 kg/Ha. Cuadros con rendimientos inferiores a dicha productividad se dan por perdidos, ya que no se alcanzan a cubrir siquiera los gastos de la labor de cosecha".
"Hacia el norte, en los departamentos de Orán, Gral. San Martín y Rivadavia, se observó una situación similar a la recién descripta. La tendencia de las precipitaciones fue muy marcada: nuevamente se registraron dos pulsos hídricos que marcaron el ritmo de la siembra. Cerca del 40 % se pudo sembrar de forma temprana, ubicándose a mediados del mes de diciembre, mientras que el porcentaje restante se logró implantar a mediados de febrero. El promedio de rinde al momento de la recorrida oscilaba entre los 900 y 1000 kg/Ha", señaló.
Palalelamente, la entidad aclaró que "al sur de la provincia (e.g. Rosario de la Frontera), la trilla comenzó de manera anticipada a causa de haberse acortado el ciclo del cultivo de soja, y esto debido al prolongado período de seca (altas temperaturas y ausencia de lluvias). De esta manera, el rinde promedio se encontraba cerca de los 10 qq/Ha, identificando hasta ese momento un 10% de pérdida de superficie sembrada. En Rosario de la Frontera, Orán y Gral. San Martín, muchos cuadros de soja presentaban potenciales productivos muy comprometidos y, en base a esto, fueron resembrados con poroto; de esta manera, se busca aprovechar la humedad recibida a fines de febrero junto con escasos milimetrajes adicionales registrados en marzo. Desafortunadamente, el déficit hídrico nunca logró revertirse de forma efectiva, con lo cual se esperan grandes mermas de rinde también para este cultivo alternativo".
En cuanto al cultivo de maíz, dijo que "en las regiones anteriormente descriptas adelantó su ciclo, al igual que la soja. Los lotes de diciembre están severamente castigados por la falta de agua, esperando rindes magros a cosecha 25 y 30 qq/Ha. Los maíces sembrados de manera tardía, a mediados del mes de enero, presentaban un buen desarrollo vegetativo debido a que tuvieron humedad durante los primeros estadios de crecimiento. Al momento de la gira, si bien aún estaban verdes, al recorrer los lotes se encontraron pocas espigas por planta (inclusive en muchos casos ni siquiera presentaban una), y a su vez con bajo número de granos".
"Al igual que en Tucumán, el cultivo de sorgo presentaba malas condiciones durante la recorrida, y se encontraba en pleno llenado de granos con una gran deficiencia de agua en el perfil. El rinde estimado, para los cuadros que lleguen a cosecha, sería de 38 qq/Ha. Sólo una región de Salta presentaba de manera puntual buenas condiciones hídricas: este es el caso de Metán. Aquí los rendimientos en el cultivo de soja, si bien no se parecían a los históricos, oscilaban entre los 22-25 qq/Ha. Para maíz, los rindes esperados se ubicaban
entre los 50-60 qq/Ha. Esto se debe a que recibieron cerca de 600 mm en toda la campaña, quedando muy por encima de las otras regiones del NOA", describió la entidad.
Para los cultivos de invierno destacó que "al no haber humedad disponible en los perfiles, el área a implantar, como trigo y garbanzo, se verá drásticamente afectada, pudiendo llegar a reducirse en un porcentaje muy importante. Al mismo tiempo, esta caída en la superficie a implantar se asocia a las dos malas campañas anteriores consecutivas".
"En cuanto a la siembra de trigo, en la zona se realiza mayormente como cultivo de cobertura, con el fin de mantener los suelos protegidos durante el invierno, permitiendo de esta manera evitar la erosión y acumular la mayor cantidad de humedad en el perfil para los cultivos venideros. En años normales, la siembra de este cereal comienza a mediados del mes de mayo. Bajo el panorama actual, si bien la expectativa de siembra es prácticamente nula, se podría llegar a implantar de trigo pero en aquellos lugares donde utilizan riego por inundación, con el fin de mantener la semilla para una nueva campaña. Una de las opciones más factibles que podría emplearse en esta zona, sería la de realizar barbechos químicos largos, con el fin de mantener los lotes libres de malezas y de esta manera evitar perder la poca humedad disponible en los mismos", continuó el informe.
Finalmente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires concluyó que "dadas las condiciones relevadas al momento de la gira, se pronostica una cosecha magra para todos los cultivos en gran parte de la región. Simultáneamente, a la fecha se espera que las pérdidas de área para el cultivo de maíz se aproximen hacia fines del ciclo actual a 32.500 Ha, cifra que representa un 12 % de la superficie implantada en la región".
"En el caso del cultivo de soja, las pérdidas de superficie podrían finalizar próximas a las 320.000 Ha en toda la región, valor que representa un 23,5 % del área sembrada para el actual ciclo", sostuvo.
Por último, subrayó que "las pérdidas en sorgo se calcularon tentativamente en 2.000 Ha en toda la región. De esta forma, las pérdidas totales en cultivos de verano superarían las 350.000 hectáreas una vez finalizada la cosecha gruesa, y esto como consecuencia del prolongado déficit hídrico en la región". /
Región Norte Grande.
Informe relacionado:
Post relacionados: