Es la actitud que heredamos y luego asumimos los que elegimos, como forma de vida, los católicos y, entiendo, todos aquellos que viven en comunión con una religión.
Estoy en absoluto desacuerdo con "legislar" a favor del aborto porque estoy en contra del aborto, lo considero un crimen, como la pena de muerte. No tenemos derecho de tomar la vida de nadie. "No mataras", señala un mandamiento de Dios.
En éste País se están impulsando y aprobando leyes que son contrarios a mi forma de vida. Entiendo que mucha gente que es religiosa aún y muchos agnósticos lo consideran contrario a la ética, y también ven con pesar todo ésto.
Muchos médicos ya señalan que se negarán por tener una "objeción de conciencia", por considerar el aborto contrario a sus creencias éticas o religiosas.
Hablando del tema en la office con un compañero, y buen amigo, él me decía que se hace necesario un fuerte pronunciamiento de todos los que estamos sintiendo y coincidiendo que es necesario resaltar que se debe estar por la vida y no contra ella. Coincidíamos que está haciendo falta una profunda reflexión, por parte de ésta sociedad, sobre el camino que se está tomando.
El gran tema es ¿como hacerlo?. No será fácil, seguramente. Me parece que debemos continuar lo que muchos hacen desde hace rato, haciendo sentir su opinión. Habrá que sumarse individualmente primero, difundiendo nuestra opinión.
Como dijo la Beata Madre Teresa de Calcuta: "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota".
Si comparte ésta opinión, sume la suya. Hágase oír.
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