Publicado por Clarín / Brand Studio.
En el país, solo un 16% se gradúa por año en Ingeniería en Sistemas Informáticos. Sin embargo, es una de las profesiones más requeridas en el mercado. En esta nota, los beneficios de elegir una carrera asociada a los avances tecnológicos.
Brand Studio para UAI
La transición de la secundaria a la universidad tiende a ser caótica. En la mayoría de los casos, los estudiantes no llegan con los conocimientos necesarios al primer año universitario. Y la problemática se acrecienta en carreras como ingeniería, donde la exigencia de matemáticas es superior.
Según un estudio del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), el 40% de los estudiantes abandonan o cambian de carrera tras el primer año de cursada. Es por eso que la elección de una futura profesión se torna una decisión trascendental. Pero, ¿por qué vale la pena considerar la carrera de Tecnología Informática como una gran opción?
Los avances tecnológicos y la tecno-dependencia humana están cambiando la forma de vivir y también de trabajar. Hace décadas que las personas conviven con máquinas que les facilitan muchas tareas del día a día, pero que al mismo tiempo los relegan a un plano secundario en muchas otras actividades que están siendo reemplazadas por softwares, por ejemplo. Aun así, los indicadores del mercado laboral marcan una tendencia muy positiva para los puestos de Tecnología Informática dentro del país y en el resto de América Latina.
En Argentina, solo un 16% se gradúa en promedio por año en Ingeniería en Sistemas Informáticos y, sin embargo, es una de las profesiones más buscadas en el mercado laboral. Otro de los puntos clave para elegir una carrera relacionada a las TI gira en torno a la expansión de las tecnologías aplicadas a distintas disciplinas como la educación, la salud, el mercado financiero y muchas otras que generan nuevos puestos de trabajo constantemente.
El vicerrector de gestión de la Universidad Abierta Interamericana y decano de la Facultad de Tecnología Informática de la UAI, Doctor Marcelo De Vincenzi, expresó hace poco en el Congreso Internacional de Innovación en Tecnología Informática (CIITI) que "nos tenemos que preocupar para ver si realmente estamos preparados para estos nuevos desafíos, donde el protagonismo no es 100% nuestro sino compartido con la tecnología”. Es decir, el hombre necesita de la rapidez, eficacia y eficiencia tecnológica tanto como la tecnología precisa de la creatividad y el talento humano.
De acuerdo al anuario del Ministerio de Educación de la Nación, de un total de 190.337 alumnos egresados en 2017, solo 19.884 cursaron la orientación a Ciencias Aplicadas a Tecnología, siendo Ciencias Sociales la preferida.
En el ámbito universitario, y a pesar de la alta demanda de puestos tecnológicos en la industria laboral actual, en 2016 se recibieron en el país solamente 8.303 ingenieros, especializados en las áreas Agronómica, Informática e Industrial. Mientras tanto, desde las empresas de software aseguran que no encuentran personal capacitado para cubrir los puestos tecnológicos vacantes en sus compañías.
Los indicadores marcan un futuro prometedor en exportaciones de servicios informáticos argentinos. De hecho, la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI) divulgó públicamente cifras alentadoras: en 2017, las exportaciones alcanzaron los US$1699 millones, un récord comparado con 2012 cuando se registraron US$1533 millones. Paralelamente, se presentó un plan estratégico federal de cara al futuro que promete la generación de 500 mil empleos para 2030.