Tecnologías de vigilancia proveen datos que valen fortunas para los inversionistas
Publicado por Michael Rothfeld y Scott Patterson para The Wall Street Journal.
CUSHING, Oklahoma, EE.UU.—Un helicóptero pasó volando a baja altura y apuntó una cámara infrarroja hacia los enormes tanques de almacenamiento en esta zona industrial. Su misión: obtener información para Wall Street.
Las imágenes revelaron la cantidad de crudo que había en cada tanque, lo que le dio a Genscape Inc., la empresa que realiza los vuelos, un anticipo muy acertado de un informe del gobierno estadounidense sobre recursos petroleros que movería los mercados. Los operadores, ansiosos por adelantarse a las cifras oficiales, están dispuestos a pagar grandes sumas por esa información.
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RS Metrics (análisis); Astrium (imagen)
Imágenes infrarrojas de cultivos en São Paulo
pueden indicar su productividad. Las partes rojas
muestran hace cuánto habrían sido regados.
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Genscape se encuentra a la vanguardia de un creciente sector que utiliza métodos de vigilancia y sofisticadas tecnologías de análisis de datos para proporcionar a los corredores información no pública sobre temas como los suministros petroleros, la producción de electricidad, el tráfico minorista y el rendimiento de los cultivos.
Las técnicas, que son legales, representan el último avance en la vieja práctica de Wall Street de buscar hasta la más mínima ventaja en el corretaje. No obstante, el alto costo de la nueva información —el informe de suministros petroleros de Genscape cuesta US$90.000 al año— implica que ciertas formas de efectuar operaciones se vuelven cada vez más un ámbito para firmas con grandes recursos.
El presidente ejecutivo de Genscape, Matthew Burkley, señala que este tipo de inspección aporta transparencia en mercados que han sido dominados por gigantes energéticos. Aunque a algunas empresas de energía les molesta esta forma de obtener información, dice, "nadie puede impedir que hagamos lo que hacemos".
Además de monitorear estos suministros en el estado de Oklahoma, Genscape rastrea cargamentos de petróleo que salen de puertos europeos utilizando 800 estaciones de antenas, graba videos de trenes que transportan crudo y los sigue hasta sus destinos, calcula la cantidad de carbón que se quema en EE.UU. y Europa occidental, e incluso estudia los rendimientos de los cultivos usando, entre otras cosas, imágenes satelitales.
Otras empresas también están en este juego. Remote Sensing Metrics LLC se ha unido a firmas de satélites, como DigitalGlobe, para analizar las ventas de grandes cadenas minoristas, como Lowe's y Target, contando la cantidad de autos en sus estacionamientos. DigitalGlobe emplea satélites también para evaluar las cosechas y el nivel de destrucción en lugares afectados por desastres naturales.
"Con las nuevas fuentes de inteligencia disponibles, la gente encuentra nuevas formas de aprovecharlas para sacar ventaja", apunta Tony Frazier, vicepresidente de DigitalGlobe.
Andrew Lo, profesor de finanzas del Instituto Tecnológico de Massachusetts, dice que los avances en la tecnología pueden hacer que los mercados sean más eficientes pero también pueden plantear interrogantes sobre si es justo. "Puede sacar a inversionistas con menos información del mercado", afirma. "¿Es la información tan valiosa, tan difícil de obtener, que sólo unas cuantas personas pueden obtenerla? Eso crea un obstáculo para el ingreso".
La ciudad de Cushing es el punto de entrega de los contratos estadounidenses del petróleo de referencia West Texas Intermediate, un crudo dulce y ligero que comúnmente se refina a gasolina. Una acumulación de petróleo en Cushing indica que hay una oferta abundante y los precios tienden a descender en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Cuando las provisiones caen, los precios suelen aumentar.
Cada semana, la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA, por sus siglas en inglés), publica una encuesta que incluye los niveles de almacenamiento en Cushing. Genscape normalmente emite su informe dos días antes. Entre julio y finales de noviembre, sus informes predijeron la dirección de todos los cambios en el reporte de la EIA.
Durante el reciente cierre parcial del gobierno de EE.UU., cuando se retrasó la publicación del sondeo de la EIA, Genscape fue la principal fuente de información para inversionistas sobre las provisiones en Cushing. Genscape divulgó una versión gratuita al público el día en que debería haber salido el informe oficial, pero para ese entonces, sus clientes ya lo habían tenido en sus manos por varios días.
Entre los clientes de Genscape figuran bancos como Goldman
Sachs Group Inc., J.P. Morgan Chase & Co. y Deutsche Bank AG, fondos de cobertura y grandes firmas de corretaje de energía. La vigilancia y el análisis de los sectores petrolero, eléctrico y de gas natural pueden costarles más de US$300.000 al año.
Genscape rastrea la producción de electricidad colocando sensores en propiedades privadas cercanas a plantas eléctricas y líneas de transmisión, que monitorean los campos eléctricos y magnéticos que generan. La firma utiliza algoritmos para calcular la producción y transmisión de electricidad.
El 23 de agosto de 2011, hubo un terremoto en el estado de Virginia que causó la clausura de una planta de energía nuclear de propiedad de Dominion Resources Inc., a la 1:51 de la tarde. Un minuto más tarde, Genscape envió una "alerta de planta" a clientes que indicaba que la generación de electricidad estaba afectada en la planta. Un equipo de operadores de Morgan Stanley en el estado de Nueva York vio la alerta y se percató de que el incidente impulsaría la demanda de electricidad de otras plantas para satisfacer el déficit, causando un aumento en los precios. Los corredores compraron contratos de electricidad ligados a la demanda de energía de la región este de EE.UU. que se beneficiarían del movimiento, según una persona al tanto. Un vocero de Morgan Stanley no quiso hacer comentarios.
Genscape cuenta con unos 4.000 sensores electromagnéticos cerca de líneas de transmisión y plantas eléctricas en todo el mundo. También utiliza fotos infrarrojas de columnas de humo en plantas eléctricas para determinar si están produciendo. Las operadoras de las plantas no pueden impedirlo debido a que Genscape les paga a dueños de propiedades privadas para colocar sensores en sus tierras.
Los corredores de energía Sterling Lapinski y Sean O'Leary fundaron Genscape en Louisville, Kentucky, en 2000. Lapinski dice que los operadores sin acceso a información de las empresas energéticas tenían una "desventaja enorme". Con tecnología inalámbrica y la ayuda de ingenieros, explica, la empresa elaboró un sistema para monitorear las frecuencias eléctricas que salían de las plantas y crear algoritmos para transformar los datos en información útil.
Genscape recibió financiamiento de capital de riesgo y se expandió a monitorear la generación eléctrica en todo EE.UU. y en Europa. El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. se hizo cliente tras el 11 de septiembre de 2001, indica Genscape. La agencia recibió un informe sobre la tecnología de la firma, al igual que la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El Departamento de Seguridad Nacional y la CIA no hicieron comentarios.
En 2006, Genscape fue comprada por una división estadounidense de la empresa de medios británica Daily Mail & General Trust PLC por más de US$100 millones, y en 2009, comenzó a usar helicópteros para inspeccionar los suministros petroleros en Cushing. Christian Berthelsen contribuyó a este artículo. / Publicado por Michael Rothfeld y Scott Patterson para
The Wall Street Journal.