Foto: "Ravioles caseros" © todos los derechos reservados.
Esta hermosa mañana me levante temprano, estaba fresco, anoche había llovido algo y corría una brisa fresca y húmeda del norte. Pintaba lindo desde el vamos éste domingo.
Luego de desayunar me puse a mirar algunas cosas en la notebook, con el televisor encendido en uno de los canales de deporte. Al rato, comenzó la repetición de un partido de rugby, de ayer, entre los All Blacks, el seleccionado de Nueza Zelanda y el seleccionado de Irlanda. del vamos se puso lindo el partido.
Jugaron en Dublin, en un partido sumamente atractivo, los All Blacks se impusieron a la selección local por un contundente 38 a 18.
Sobre el silbato final, casé un bolsito, la cámara, y partí para misa, en la capilla del Colegio Belen. Parece que todo el mundo estaba motivado por el buen día que hacía y Tata Dios estaba presente en medio de nosotros.
Después de los chau chau encaré para la casa del amigazo Juan. Estaba invitado a comer con ellos. Su Señora Marcela había preparado ravioles caseros.
Los comimos acompañados de un buen tempranillo tinto, lo pasamos más que excelente. Lo mejor que le puede pasar a alguien es juntarse con muy buenos y queridos amigos a comer algo muy rico, especialmente si ha sido preparado con cariño, como los ahora famosos ravioles caseros de Marcela.
Luego le dimos a la charla un buen rato. Todo muy agradable, gracias a Dios.