Ante un comentario, que se me ha realizado en un post, me gustaría dejar claro cual es mi posición ante el reclamo rural. Hoy leí en La Nación una nota que tiene el siguiente párrafo:
"Es la “burguesía nacional” del interior, para decirlo en el lenguaje de otros tiempos, la que le está diciendo al Gobierno que no se puede apropiar cuándo quiere y cómo quiere de la riqueza que generan con su trabajo y su inversión".
Conozco personalmente a muchos productores que llevan adelante una producción mixta, entre la agricultura, con la soja, y la ganadería. Son los primeros en cuidar la tierra, son conservadores y defensores del medio ambiente, lo hacen de corazón y están en esta patriada porque entienden que le están quitando mucho más de lo que corresponde a su justa ganancia.
También está la peonada rural, la verdadera gente de campo, que masivamente ha salido a apoyar el reclamo y que en algunos lugares le ha pedido a los señores gremialistas que los apoyen, esto no se está diciendo en los medios, al menos no en muchos.
Estoy de acuerdo con los que señalan que eso de estigmatizar a un sector como el campo, históricamente dinámico e independiente, asfixiarlo con presión fiscal y otorgar subsidios para subordinarlos a su poder político, no está bien, nunca lo estuvo, no es conveniente para nuestro país, que dispone de un perfil agropecuario, alimentario y exportador.
Estoy de acuerdo que uno tiene derechos a disentir y expresarlo. Estoy de acuerdo que uno tiene derechos a reclamar, siempre y cuando lo haga con responsabilidad. La Constitución y las leyes de este nuestro País así lo permiten.
"No se trata de la “oligarquía vacuna” o de “los reyes de la soja”, como imaginan algunos funcionarios y aliados del oficialismo, que expresan su descontento. Son agricultores y ganaderos pequeños y medianos, a los que se les suman comerciantes, industriales, pobladores comunes e intendentes y concejales que se animan a desafiar, como nadie lo había hecho hasta ahora, una decisión de la Casa Rosada".
"Es la “burguesía nacional” del interior, para decirlo en el lenguaje de otros tiempos, la que le está diciendo al Gobierno que no se puede apropiar cuándo quiere y cómo quiere de la riqueza que generan con su trabajo y su inversión".
Conozco personalmente a muchos productores que llevan adelante una producción mixta, entre la agricultura, con la soja, y la ganadería. Son los primeros en cuidar la tierra, son conservadores y defensores del medio ambiente, lo hacen de corazón y están en esta patriada porque entienden que le están quitando mucho más de lo que corresponde a su justa ganancia.
También está la peonada rural, la verdadera gente de campo, que masivamente ha salido a apoyar el reclamo y que en algunos lugares le ha pedido a los señores gremialistas que los apoyen, esto no se está diciendo en los medios, al menos no en muchos.
Estoy de acuerdo con los que señalan que eso de estigmatizar a un sector como el campo, históricamente dinámico e independiente, asfixiarlo con presión fiscal y otorgar subsidios para subordinarlos a su poder político, no está bien, nunca lo estuvo, no es conveniente para nuestro país, que dispone de un perfil agropecuario, alimentario y exportador.
Estoy de acuerdo que uno tiene derechos a disentir y expresarlo. Estoy de acuerdo que uno tiene derechos a reclamar, siempre y cuando lo haga con responsabilidad. La Constitución y las leyes de este nuestro País así lo permiten.