Lago Toba, en Sumatra Occidental. Visto en Google Map
Ésta mañana, viendo un documental que explicaba como la evolución del planeta fue condicionando nuestro al cuerpo y la inteligencia humana, me entero de la teoría de la casi extinción masiva tras la erupción del supervolcán de Toba, en el norte de la isla indonesia de Sumatra, explotó como una caldera con una fuerza 3000 veces superior a la erupción del monte Santa Helena.
Sucedió durante la Prehistoria, hace entre 70.000 y 75.000 años, en la que, según algunos estudios realizados, como los de Stanley Ambrose de la Universidad de Illinois, la humanidad de ese entonces (Homo Sapiens) estuvo a punto de extinguirse.
Los estudios se basan en las evidencias obtenidas de fósiles y la arqueología, pero principalmente en evidencias genéticas (estudiando los genes humanos ) que apuntan a la existencia de un "cuello de botella" en la población mundial, que indica que todos los seres humanos (toda la población actual del planeta) provenimos de un grupo relativamente pequeño de supervivientes, unos 5.000 según algunas estimaciones o tan solo 1.000 parejas reproductoras según otras. Esto se considera casi como el umbral mínimo, en lo que a número de individuos con capacidad para tener descendencia se refiere, por debajo del cual la supervivencia de una especie como la nuestra no resulta viable.
La erupción del supervolcán del Toba, ha dejado como rastro el actual lago Toba (el lago volcánico más grande del mundo, de 100 km × 30 km y 505 m de profundidad). Se han encontrado restos directos de esta explosión hasta en lugares alejados varios miles de kilómetros como el Sur de la India.
Se señala que ese episodio de semejante magnitud emitió una muy importante cantidad de gases sulfurosos y cenizas a la atmósfera afectando el clima mundial, produciéndose lo que se llaman un "invierno volcánico", al crear estas emisiones una pantalla en las capas altas de la atmósfera que impedía que parte de la radiación solar llegara a la superficie.
Según Ambrose, "esto provocó una caída de la media de las temperaturas de unos 3 a 3,5 °C, con un invierno volcánico global que pudo durar entre 6 y 7 años. En las regiones templadas produjo una disminución de las temperaturas globales de 15 °C de promedio, lo que representa un cambio drástico en el ambiente, que debió producir múltiples cuellos de botella de población en varias especies homo que debían existir en la época, incluyendo la nuestra e incluso llevando a la extinción a muchas de ellas" (
Wikipedia).
Las regiones más afectadas por los trastornos fueron principalmente Asia, Oceanía y la mayor parte de África, lugares estos ocupados por los humanos de entonces (pues todavía no se habían expandido a Europa ni mucho menos al continente americano). Fue precisamente por eso que la población de nuestros antiguos antepasados se vio tan afectada por la erupción del Toba.