Por Zach Wichter, publicado por The New York Times.
Desde los albores de la era del jet, volar se ha vuelto bastante seguro. De hecho, en la actualidad es miles de veces más probable que mueras yendo en auto al aeropuerto que en un avión.
La nueva grabadora de datos de vuelo que Airbus planea instalar en los aviones A350, previstos para 2019. Visto en The New York Times |
Sin embargo, a pesar de todos los avances en la materia, los expertos en seguridad aeronáutica llevan mucho tiempo estancados en lo que respecta a los accidentes aéreos en el mar. Puede ser complicado, si no es que imposible, recuperar las grabadoras que tienen las aeronaves —conocidas como “cajas negras”— si quedan hundidas a una gran profundidad, muy lejos de la superficie.
No obstante, gracias a la nueva generación de grabadoras anunciadas por Airbus este verano, las cuales se integrarán en los nuevos A350 a fines de 2019, será más sencillo recuperar esas cajas. En vez de hundirse junto con el avión, una grabadora saldrá expulsada y flotará hacia la superficie. Entonces, emitirá una señal que podrán captar los satélites, lo cual permitirá localizar su ubicación.
Este podría ser tan solo el primer paso para cambiar la forma de recuperar la información en un accidente aéreo. Algunos defensores de la industria sugieren que los aviones ya no lleven con ellos la información del vuelo, sino que transmitan en vivo a una central de almacenamiento en tierra.
Sin embargo, “nos tomará tiempo materializar ese futuro en toda la flotilla”, afirmó Charles Champion, vicepresidente ejecutivo de ingeniería de Airbus Commercial Aircraft. “El inconveniente es que no tenemos banda ancha en todas partes”, por lo tanto la transmisión en vivo todavía no es tan confiable como para que las cajas negras se vuelvan obsoletas.
Sin importar cómo se obtenga la información, los investigadores aseguran que es fundamental conocer las causas de los accidentes aéreos. “Si no resuelves qué provocó el accidente o no queda claro, la investigación se puede ensombrecer”, afirmó Peter Goelz, un exdirector general de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte. “En la actualidad, la manera en que puedes conocer el origen del problema es revisando la información”.
El rediseño de las grabadoras se debe en gran parte a dos de los más grandes desastres de la aviación en la actualidad. En ambos accidentes, quedaron en evidencia las limitaciones de las cajas negras actuales.
En 2009, el vuelo 447 de Air France se estrelló en el Atlántico mientras volaba la ruta de París a Río de Janeiro: murieron las 228 personas a bordo. Después de una búsqueda multinacional y multimillonaria que duró más de dos años, finalmente se recuperaron del lecho marino la información del vuelo y las grabadoras de voz de las cabinas de mando.