Por Nicolás Misculin, publicado por Reuters.
BUENOS AIRES (Reuters) - Casi 2.000 empresarios y ejecutivos de todo el mundo visitaron esta semana Buenos Aires para aplaudir la apertura económica de Argentina tras más de una década de fuerte intervención estatal, pero pidieron cambios a las reglas laborales y una mejor infraestructura para hacer negocios.
El presidente liberal Mauricio Macri, que ni bien asumió su cargo hace 10 meses liberó los mercados de cambio y al sector agrícola, convocó a empresarios líderes para fomentar las inversiones, la principal apuesta del Gobierno para reactivar una economía en recesión que sufre de una alta inflación.
El presidente Mauricio Macri en el Foro de Inversión y Negocios de Argentina en el CCK Foto de Presidencia, vista en Casa Rosada. La foto no pertenece a la nota de Reuters |
Como parte de su arsenal para atraer capitales, Macri -un ex empresario- creó una agencia dedicada sólo a ese fin, ha viajado para seducir a compañías extranjeras y lanzado una amnistía para repatriar fondos que abandonaron el país años atrás.
"El mundo siente más confianza acerca de Argentina", dijo Steve St. Angelo, presidente ejecutivo para América Latina y el Caribe de Toyota, en el Foro de Inversión y Negocios organizado esta semana en Buenos Aires por la agencia de inversiones.
Pero los tan necesitados capitales extranjeros están llegando mucho más lentamente de lo que el Gobierno quisiera.
Aunque desde que asumió el mandatario en diciembre empresas se comprometieron a invertir más de 30.000 millones de dólares en Argentina según cifras oficiales, pocos de los importantes ejecutivos internacionales que asistieron al foro esta semana anunciaron otros desembolsos.
Los empresarios e inversionistas se mostraron optimistas sobre los cambios en la economía, pero todavía ven dos grandes obstáculos para acelerar sus negocios: la decrépita infraestructura y los problemas logísticos.
"Es muy caro exportar desde Argentina", resumió St. Angelo.