Por Spencer Kimbell para Deutsche Welle.
La OTAN quiere una nueva estrategia para la ciberguerra. Esto implica preguntarse si las reglas de un conflicto convencional son aplicables también ante un ataque por computador.
Durante años, la OTAN ha carecido de un marco legal que regule la guerra en internet, algo que podría cambiar luego de que los 28 estados miembros de la alianza manifestaran su intención de abordar el tema antes de su próxima cumbre, que se realizará en septiembre en Gales.
"Los aliados quieren asegurarse de que el Derecho Internacional también se aplique en el ciberespacio", dijo Christian Lifländer, de la Sección de Ciber Defensa de la OTAN, en el Global Media Forum de DW. "La OTAN no puede crear una nueva legislación, pero sí mostrarse a favor de la aplicación del derecho internacional", especificó Lifländer.
Riesgo para los civiles
Visto en Deutsche Welle. Foto de Picture-alliance/dpa |
Las Leyes de Guerra regulan cuándo y cómo se declara un conflicto y qué leyes rigen en él, lo que incluye el llamado "derecho internacional humanitario". Allí se enmarcan, por ejemplo, asuntos como la definición de quiénes son combatientes y quiénes no o cómo deben ser tratados los prisioneros. También se establece que los países en conflicto solo pueden atacar a otros estados que hayan declarado la guerra o que los ataques contra civiles están prohibidos.
Aunque no lo parezca, una operación cibernética puede tener consecuencias directas para la población. Según Laurent Gisel, asesor jurídico del Comité Internacional de la Cruz Roja, los expertos manejan muchos escenarios en los que operaciones cibernéticas pueden entrañar riesgos para la vida y la salud de miles de personas. Por ejemplo, a través de un ataque virtual se pueden abrir las represas e inundar ciudades o afectar plantas de energía nuclear.
Incluso una misión dirigida, que en el papel solo debería afectar la capacidad militar de un enemigo, podría tener los llamados "daños colaterales". Si uno de los combatientes busca dañar el sistema de radares de su enemigo, podría también afectar la aviación civil y provocar accidentes. "Por suerte hasta ahora no ha habido ataques cibernéticos con efectos de ese tipo. Sin embargo, nos preocupa lo que podría llegar a ocurrir", dice Gisel.
¿Derecho a la autodefensa?
Según el Artículo 36 del Protocolo Adicional del Convenio de Guerra de Ginebra, los estados están obligados a aplicar las Leyes de Guerra también a las nuevas formas de conflictos. Cómo se lleva eso a la práctica es algo que han debatido 20 expertos bajo el auspicio de la OTAN, quienes dieron a conocer sus resultados en el llamado "Manual Tallinn". En él, los especialistas sostienen que las Leyes de Guerra deben también aplicarse al mundo digital y llegaron a la conclusión de que los ciberataques que podrían provocar bajas civiles debieran ser prohibidos, como los bombardeos de hospitales y escuelas.
La pregunta de cuándo un ataque online viola las disposiciones de la ONU y cuándo un Estado puede responder usando la fuerza a un ataque cibernético son asuntos mucho más complejos, piensa Michael Schmidt, director del Centro Stockhom para el Derecho Internacional en el Naval War College de EE.UU. Algunos creen que un ataque cibernético que genera, además de daños digitales, destrucción real, sí puede dar pie a una respuesta militar. La duda es si la respuesta al ataque puede realizarse si hay solo daño digital. Schmidt dice que sí: "Lo grave es la operación en sí, no el tipo de daño que produce", afirma. / Por Spencer Kimbell para Deutsche Welle.