miércoles, 22 de enero de 2014

El norte argentino acumula más del 25% del stock ganadero del País

Norte Grande: El NEA y el NOA acumulan el 25,4% del stock ganadero del país
Publicado por Región Norte Grande.

El desplazamiento de la actividad ganadera desde la Pampa húmeda sigue, y en paralelo se fortalece la ganadería del nordeste y noroeste argentino (NEA y NOA).

Hasta hace tres décadas atrás la actividad se encontraba plenamente concentrada en la región central del país (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Entre Ríos), por una conjunción de factores históricos y productivos, según publicó el diario digital correntino Momarandú.

No obstante, con el mayor desarrollo e intensificación de la actividad agrícola en esta región, la ganadería se fue instalando con escala creciente en las provincias del noreste argentino (NEA) y noroeste argentino (NOA).

Según los últimos informes oficiales de distribución geográfica de la ganadera, el 61,6% de los establecimientos está localizado en la región central del país (Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y La Pampa). Otro 21,7% se concentra en el NEA (Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa), y el 8% en el NOA (Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero). Mientras que en Cuyo se concentra el 5,1% (San Juan, Mendoza, San Luis y La Rioja) y sólo el 3,5% en la Patagonia (Neuquén, Río Negro, Chubut,Santa Cruz y Tierra del Fuego).

En lo que respecta a existencias bovinas, de los 49,9 millones de cabezas totales el 68,3% de la hacienda se concentra en las provincias centrales, mientras que el el Norte Grande acumula el 25,4% (NEA 19,7% y NOA 5,7%). Por su parte, Cuyo y Patagonia completan con 4,2% y 2,1%, respectivamente.

La superficie involucrada en actividad ganadera asciende a aproximadamente 138 millones de hectáreas, de las cuales solo un 33% se corresponden con la región central (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Entre Ríos). Patagonia posee otro 39%, mientras que NEA, NOA y Cuyo totalizan 12%, 9% y 8%, respectivamente.

El NEA tiene 45.163 establecimientos, 83.017 unidades productivas, 9.834.312 bovinos y 4.382.412 vacas.

La evolución del stock bovino en los últimos 9 años ha seguido una dinámica muy distinta en cada región del país. Las provincias centrales (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa), y Río Negro, son las que muestran mayores caídas absolutas y relativas de existencias desde 2003. En oposición, las provincias del NOA (en especial Salta y Santiago del Estero) y NEA (Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones) mostraron importantes crecimientos en términos porcentuales. / Publicado por Región Norte Grande.

Argentina implementa un cepo a las compras en webs del exterior

El gobierno nacional, mediante otra resolución de la AFIP apunta a "desalentar" las compras que se realizan al exterior vía Internet para desalentar la fuga de dólares. La AFIP profundizó los controles al sector a través de una nueva resolución, complementaria al régimen de declaraciones juradas lanzado ayer. 

De acuerdo a la nueva normativa, a partir de ahora se podrá recibir en la puerta de la casa productos que no superen el valor anual de 25 dólares o ir a recogerlos al Correo Argentino sólo dos veces en el año.

Después que nadie se haga el sorprendido cuando se dice que terminaremos peor que Venezuela ni se haga el ofendido cuando caemos en un ranking mundial de libertad económica

Si ven que algunas empresas hacen lo mismo que están haciendo los inversionistas, ésto es abandonar el País, vean también de entender bien el  por que de la razón.

martes, 21 de enero de 2014

¿Como afectará al usuario la discriminación por consumo en Internet?

¿Cómo afectará a los consumidores la anulación de las reglas de neutralidad de redes?
Por  Farhad Manjoo para The Wall Street Journal.

Hace unos meses, pasé una hora en un "chat en vivo" con un representante de servicio al cliente de una empresa de cable estadounidense. Estaba considerando contratar los servicios de la empresa, pero tenía una solicitud concreta: quería comprar el paquete de menor costo —los menos canales posibles— combinados con el servicio de Internet de mayor velocidad. También quería tener acceso a los canales premium. ¿Se podría obtener ese paquete a la medida?

La respuesta sencilla: es posible, tras saltar algunos obstáculos. Conforme navegaba por la conversación, me animó un pensamiento valioso y simple: algún día, esto no será necesario.

Pronto, pensé, se acabarán todas estas combinaciones y complicadas elecciones de paquetes. En unos años, a medida que más servicios de entretenimiento y comunicaciones se vuelven disponibles en Internet en lugar de mediante sistemas administrados centralmente como la TV por cable, muchos de nosotros solamente tendremos que obtener una línea de banda ancha (o servicio inalámbrico) súper rápida para nuestros hogares. Por mucho tiempo, esta ha sido la gran promesa de la web: la gran liberación del contenido digital de sistemas de transmisión como las redes de cable y telefonía, una liberación que ya nos ha otorgado una mayor variedad de programación a menores precios.

¿Pero qué pasaría si mi sueño de liberación no se hace realidad? ¿Qué si, incluso tras cortar el cable, los diferentes niveles de canales y paquetes de servicios regresan a atormentar la web? Con la decisión de la semana pasada de un tribunal federal en Estados Unidos de anular las famosas reglas de neutralidad de redes de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC por sus siglas en inglés) en las líneas de banda ancha de hogares —y conforme los gigantes de telecomunicaciones como AT&T exploran planes para permitir que las empresas de entretenimiento "patrocinen" los planes inalámbricos de sus clientes— parece que quizás los paquetes de servicios nunca serán eliminados.

Los detalles regulatorios son complejos, y tanto los críticos como los promotores están de acuerdo en que las nuevas reglas modifican el modelo de negocios básico de Internet. Hoy en día, uno paga por un determinado tipo de línea de banda ancha (rápido o lento), y después uno tiene la libertad de navegar o descargar cualquier contenido con esa línea. Con las reglas que están surgiendo, los proveedores de banda ancha tendrían la capacidad de cobrar al usuario diferentes precios en base a contenido, y no solo velocidad.

Esto crea un modelo de negocios similar al del cable, en que las empresas de entretenimiento y los proveedores de cable entablan negociaciones intensas para determinar los distintos paquetes de la programación de cable para el cliente. En otras palabras, estamos observando la cabletización de Internet.

Imagine si a la hora de contratar el servicio de banda ancha con su operador favorito, la empresa le cobrara un precio bajo por un plan de Internet que le permitiera acceder al servicio de renta de videos de Amazon, y un precio mucho mayor por un plan que permitiera Netflix. O suponga que su empresa celular le ofreciera esta propuesta: usted puede recibir un plan de datos muy barato que sea patrocinado en parte por Google, Amazon y Netflix. De cualquier forma, tendrá que pagar por los videos de esas empresas, pero las descargas de sus servicios no serían tomadas en cuenta en su límite de datos mensual. Sin embargo, hay un detalle. Si quiere ver videos de otro proveedor —como iTunes de Apple, por ejemplo— los videos podrían rebasar sus límites de descarga, y tendrá que pagar una cuota adicional a la empresa telefónica.

¿Aceptaría esa oferta? Depende de cuánto le gusten los videos de Google, Amazon y Netflix, y si puede vivir sin iTunes. Los promotores dicen que tales acuerdos mejorarían su servicio y reducirían los precios; si su empresa recibiera pagos de las compañías de contenido, en teoría podría cobrar menos al usuario, y tendría una fuente de ingresos adicional para expandir su red.

Quizás ni siquiera pierda mucho acceso a servicios de grandes empresas, ya que su operador obviamente aceptará el dinero de todos. Entonces si Apple siente que está perdiendo ventas en iTunes por que no está patrocinando las líneas de banda ancha de sus clientes, simplemente comenzaría a pagar.

El contraargumento es que las empresas de contenido simplemente transferirían los costos adicionales al cliente. Si Netflix tuviera que pagarle a su operador por una parte del plan de datos del cliente, ¿no aumentaría lo que cobra por el servicio? ¿Si YouTube de Google tuviera que hacer eso, no mostraría más anuncios al usuario?

Por tanto, en un Internet libre de reglas de neutralidad, el efecto directo en los consumidores podría no ser muy evidente, al menos en el corto plazo. Esto nos lleva a los verdaderos perdedores a largo plazo en la cabletización de Internet: las startups. ¿Qué le pasa al próximo Netflix o Skype o Instagram, la próxima firma que genere una idea estupenda para un servicio que requiera mucha banda ancha, pero que no cuente con suficientes fondos para pagar a AT&T para obtener un paquete patrocinado? Claro, aún así podría usar las aplicaciones de la empresa, pero si le preocupa su límite de datos mensuales, ¿intentaría usarlo despreocupadamente? Seguramente lo pensaría dos veces.

Hay algo interesante aquí: la pelea en torno a la neutralidad de Internet normalmente se presenta como una batalla entre las empresas de cable y telefonía de un lado y los gigantes de contenido de Internet, como Google y Netflix, en el otro.

Pero la batalla no es tan clara. Para los gigantes tecnológicos, un Internet que sea menos acogedor a startups quizás no sea tan terrible. Facebook puede pagar a los operadores una cuota para patrocinar el plan inalámbrico del cliente. Pero un nuevo competidor de Facebook no podrá hacer lo mismo, por tanto acceder a su aplicación le costará a usted. Desde ese punto de vista, las nuevas reglas serán una forma estupenda para que los gigantes tecnológicos aseguren el status quo.

Lo que hace que Internet se parezca mucho más al cable, en que un puñado de empresas de telecomunicaciones y contenido determina la mayoría de la programación, y la única elección del cliente es el paquete. Escójalo con cautela. / Por  Farhad Manjoo para The Wall Street Journal.

El político es Rey.. hasta que el pueblo se decide

Visto en al muro de Preserve Planet, en Facebook

Me pareció un buen pensamiento, bien gráfico, y una muy buena expresión. Históricamente y en muchos países, finalmente es el pueblo el que decide hasta cuando aguanta. Casos hay muchos, y no pocos han tenido que correr para salvar sus vidas.

A otros no les fue tan bien.

lunes, 20 de enero de 2014

Espectacular time lapse tomado en República Dominicana (HQ-Sound)

Visto en YouTube, vía LoungeV studio

Continuamos con la relajación con un espectacular vídeo a partir de time lapse realizado en República Dominicana. Imágenes espectaculares, cielos increíbles sólo vistos en regiones tropicales. Realmente un señor trabajo.

Un poco más de 20 minutos con unos colores y una definición de imágenes excepcionales. La fotografía para el time lapse, tomadas en República Dominicana y la edición es del camarógrafo Dmitry Sergeev Copyright © 2013 Todos los derechos reservados musicales.

El sonido y la calidad de imagen es muy buena, muy sumergible es verlo en 1080p HD conectado a un buen equipo de sonido. Vale todos y cada uno de los minutos de duración Que lo disfruten.

Had I Known - Giovanni Marradi (HQ-Sound)

Visto en YouTube

"Had I Known", un muy buen instrumental interpretado por Giovanni Marradi. Un interesante vídeo con muy buenas imágenes y un tema ideal para iniciar el relax del fin del día.

El sonido y la calidad de imagen es muy buena, muy sumergible es verlo en 720p HD conectado a un buen equipo d sonido. Que lo disfruten.

Tres ideas de Clausewitz, uno de los más influyentes historiadores y teóricos de la ciencia militar moderna

Reaper UAV
Reaper UAV (Unmanned Aerial Vehicle) en el Kandahar Airfield en Afghanistan. Controlado desde una ubicación remota, Reaper puede detectar, adquirir y destruir objetivos con bombas Paveway y misiles Hellfire.Foto de Sgt Pete Mobbs RAF - UK Ministry of Defence ©Algunos derechos reservados.
Tres ideas de Clausewitz que invitan actualmente a la reflexión
Por José Luis Calvo Albero* publicado en defensa.com.

Clausewitz es una incógnita en muchos aspectos. No sabemos con certeza cuál era su pensamiento en el momento en el que le sorprendió la muerte, que era también, a los 51 años, el momento de su plena madurez intelectual.  En lo que queda de su obra podemos deducir con razonable seguridad que Clausewitz escribía con la intención de romper totalmente la línea seguida por los escritores militares del siglo XVIII. Al contrario que Jomini, para quien Napoleón había sido en realidad la culminación del pensamiento estratégico del siglo anterior, Clausewitz quiso reflejar en su obra que lo que él había presenciado era algo totalmente nuevo.

Cuando Clausewitz escribió los apuntes que serían después recopilados en De la Guerra, se habían iniciado muchas cosas, y él fue también un iniciador. Las revoluciones en las colonias de Norteamérica y en Francia daban entrada a un modelo político totalmente diferente. La Primera Revolución Industrial se había consolidado ya en Gran Bretaña, y se iniciaba en el resto de Europa, y el Romanticismo, con su elogio de la pasión, sustituía al racionalismo que había presidido el siglo anterior. Clausewitz fue testigo de todos estos cambios, e intento dejar por escrito su visión de cómo estaban afectando al fenómeno de la guerra.

La idea más importante del pensador prusiano es su defensa de la naturaleza política de la guerra. También ha sido la idea más contestada y controvertida, y pese a que tenemos la convicción de que en un régimen democrático este problema se ha superado, no ha sido así en absoluto, como se pudo comprobar en la crisis abierta en 2009 entre el general McChrystal y el presidente Obama a propósito de la estrategia a aplicar en Afganistán. No debemos confundir la subordinación de las fuerzas armadas al poder político con la supremacía de la dirección política sobre la estrategia militar. Por la mente de McChrystal y de su entonces superior, el general Petraeus, no pasó en ningún momento la idea de la insubordinación al presidente, aunque las formas de McChrystal estuviesen lejos de ser las apropiadas, Pero ambos generales, especialmente McChrystal, maniobraron para imponer criterios militares sobre consideraciones políticas.

La diferente naturaleza de la dirección política respecto a la militar queda muchas veces en evidencia cuando un militar profesional alcanza el poder político. Cuando De Gaulle se convirtió en presidente de la V República en 1959 se esperaba que hiciese un esfuerzo suplementario para aplastar la rebelión en Argelia. Sin embargo, tomó la decisión de abandonar el territorio, pese a que sobre el terreno la guerra estaba casi ganada, y pese a que la decisión provocó varios intentos de golpe de estado y de asesinato sobre su persona. Sencillamente comprendió que, a largo plazo, Argelia era insostenible, y Francia no debía agotarse en un conflicto interminable con un objetivo imposible. Este tipo de razonamiento choca frontalmente con el pensamiento militar, que tiende a focalizarse en el problema inmediato de conseguir la victoria, y se resiste a dar por perdido un conflicto en el que se han perdido muchas vidas y mucho prestigio. Pero, como Clausewitz nos recuerda, el rasgo principal de los militares es la voluntad para doblegar al enemigo, no la fría razón que decide cuando vale la pena luchar y cuando no. Ese es el terreno del político. Y así como Petraeus y McChrystal veían indispensable que las tropas de Estados Unidos llegasen a prevalecer claramente sobre el terreno en Irak y Afganistán, Obama pensaba hasta qué punto valía la pena empeñarse en escenarios secundarios en mitad de una crisis económica, con un país agotado, y con las verdaderas amenazas a largo plazo (China y Rusia) consolidando su posición enfrentada a la de Estados Unidos.

La supremacía de la dirección política no implica que el político no haga caso en absoluto a sus jefes militares. Al contrario, debe escuchar su asesoramiento, aunque éste será un elemento más a tener en cuenta en su decisión. Si es cierto que el asesoramiento militar adquiere más importancia cuando el político decide que no hay más camino que la guerra. Y también que la dirección de la guerra no implica la dirección personal de las operaciones militares, algo que, una vez recibida la directiva política, es normalmente prerrogativa de los jefes militares.

Otra de las ideas clave de Clausewitz, es la fricción. El fenómeno que hace que “ningún plan resista el contacto con el enemigo”. Esta es una frase original de Moltke. La fricción es una combinación del azar, las dificultades inherentes a gestionar una gran organización en situaciones extremas, la tendencia al error de personas sometidas a un enorme estrés, la meteorología y las dificultades del terreno y, sobre todo, la acción del enemigo, una entidad inteligente y agresiva que reacciona ante cualquiera de nuestras acciones. La fricción hace imposible que se pueda aplicar a la resolución de las operaciones militares un método totalmente científico.

Pero ello tampoco significa que no se puedan utilizar procedimientos científicos en absoluto. Moltke, por ejemplo, pensaba que en la preparación de la guerra, hasta que se inician las hostilidades, la influencia de la fricción es muy limitada, y se puede realizar un planeamiento extremadamente detallado sin gran riesgo de fracaso. Esto nos llevará a una situación inicial mejor que la del enemigo, con más tropas, mejor equipadas y mejor situadas que las enemigas cuando se inicien los combates. Una ventaja que puede llegar a ser decisiva, haciendo realidad la famosa máxima de Sun tzu que aludía a que las guerras hay que ganarlas antes de que se inicien las hostilidades. Procedimientos científicos como el uso de simulaciones matemáticas e informáticas son también enormemente útiles, siempre que se utilicen como elementos de apoyo, y no como sustitutivos de la decisión. La fricción impide que el jefe militar pueda disponer de una receta infalible para el éxito y obliga a que sus decisiones, aunque apoyadas por un planeamiento científico, signifiquen siempre la asunción de un riesgo y un ejercicio de responsabilidad, iniciativa e intuición.

Otra idea destacable de Clausewitz es su famosa “trinidad”. Esta es una de las ideas del prusiano que, aun siendo todavía válida en su planteamiento general, podría necesitar una revisión en sus detalles. Con la idea de la trinidad, lo que Clausewitz nos transmitía es que la guerra es un fenómeno político y social, y no exclusivamente militar. Como él había podido comprobar en los campos de batalla de las guerras de Revolución y el Imperio, las guerras las hacen las sociedades, y los ejércitos son simplemente su expresión armada. A un conflicto armado deben contribuir pues todos los elementos de una sociedad que Clausewitz identificaba cómo tres: los dirigentes políticos que aportan la racionalidad en la dirección del conflicto, los militares que ejercen la voluntad necesaria para imponerse al adversario y la población, que proporciona el apoyo emotivo y pasional que ayuda a realizar el esfuerzo supremo propio de una guerra. Esta idea, después amplificada hasta la irracionalidad, llevó a Europa al concepto de guerra total, y a su dramática aplicación en ambas guerras mundiales.

Hoy en día, en las complejas sociedades de la era de la información, habría que preguntarse, si los tres elementos señalados por Clausewitz para su trinidad son todavía tres, o deben ser ampliados. Los medios de comunicación, que tradicionalmente se han llamado el cuarto poder, quizás podrían hacerse un hueco en la trinidad, aunque es cierto que su acción principal se ejerce sobre uno de los componentes originales como es la población. La globalización también ha roto sensiblemente la estanqueidad del Estado que Clausewitz conoció, y hacen que el político deba tener en cuenta muchas otras cosas, aparte de sus fuerzas armadas y de la actitud de su población, antes de empeñarse en un conflicto armado. En cualquier caso la necesidad de un análisis global de los todos los actores que intervienen en un conflicto, antes de diseñar la estrategia para implicarnos en él, es el legado más práctico que nos queda de la trinidad de Clausewitz. / Por José Luis Calvo Albero* publicado en defensa.com.

*José Luis Calvo Albero es Coronel (DEM) del Ejército de Tierra, destinado en el Estado Mayor de la Unión Europea, y profesor del Máster en Estudios Estratégicos y Seguridad Internacional de la Universidad de Granada.